Vigilar Y Castigar
Enviado por zaidaabdala • 4 de Mayo de 2013 • 5.267 Palabras (22 Páginas) • 518 Visitas
Introducción
Michel Foucault, caracterizado por ser el explorador de archivos históricos de los cuales se apoya para expresar sus ideas acerca de cómo el cuerpo fue involucrado con la violencia, la sexualidad, la locura, la prisión, el saber y poder. Obras como Vigilar y Castigar, la Verdad y las Formas Jurídicas, la Historia de la Locura, la Microfísica del Poder, revelan la práctica "arqueológica" de sus investigaciones, la búsqueda de los rastros, las huellas que permiten la construcción de una historia que des-cubre los ocultamientos. Sus investigaciones retornan al cuerpo como "origen del origen" del poder y cuanto que tal como objeto de múltiples estrategias de disciplinamiento. En sus indagaciones, el cuerpo se ha visto imbuido en relaciones de poder y de dominación; el cuerpo ha sido supliciado, torturado, desmembrado, en fin, le sucedió a lo largo de la historia toda una cantidad de acontecimientos, se ha visto subordinado a minuciosos dispositivos y disciplinas que lo cercan, lo marcan, le imponen unos signos, se ve sometido a una sociedad disciplinaria la cual, emplea técnicas y procedimientos para formar individuos. Esta formación se origina desde el hogar, el colegio y el trabajo; lugares donde se tenían vigiladas a las personas y se les podía hacer un seguimiento o evaluación de todos sus movimientos.
Foucault en sus escritos hace aflorar un ámbito de investigaciones que efectivamente habían permanecido inexplorado, antes de que él se ocupase del mismo: el de las relaciones de poder en cuyo interior se ejercen todas las formas y prácticas sociales, en las cuales el cuerpo entra a formar parte de una "anatomía política".
En el texto vigilar y castigar, el poder forma parte de la existencia del hombre, ya que es necesario y está presente en cualquier manifestación humana: en las relaciones laborales, en el mundo de la ciencia, la lectura, el matrimonio, en el sexo, arte y discurso como tal.
A partir del presente trabajo se pretende reflexionar acerca de la construcción del cuerpo por medio de la disciplina y sus manifestaciones, igualmente como las apreciaciones de Foucault acerca de la vigilancia, control y corrección son empleadas actualmente, enajenando nuestra conducta ante la sociedad y determinando como el poder es aplicado como punto de condensación de las diferentes redes.
2. El cuerpo y el Poder
La relación Cuerpo-poder, es una relación importante en el planteamiento filosófico de Michel Foucault. Dicha relación que se torna intrínseca, representa en este autor una de sus tesis fundamentales en su concepción del poder.
Para Foucault, el cuerpo se encuentra sumergido en un campo político en donde establece relaciones con otros cuerpos, relaciones que reciben el nombre de "Relaciones de poder".
"Pero el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos".1
El cuerpo está imbuido en las relaciones de poder, no puede escapar a ellas, solo puede actuar dentro de las relaciones de poder, se podría llegar a decir que el cuerpo se convierte en una presa inmediata del poder en sus múltiples dimensiones, desempeñándose como autor principal de las relaciones de poder.
Para Foucault, el cuerpo desde lo más individual representa un pequeño poder, el cual lo denomina como micro-poder; este micro-poder entra en relación con otros micropoderes, los cuales se manifiestan en diversos campos, como por ejemplo: en el campo social, económico, político, religioso, cultural entre otros. De tales relaciones de los micropoderes, resulta la creación de normas, contratos, convenios, acuerdos, formas de propiedad, en fin, diversas relaciones que involucran al cuerpo.
El cuerpo ha sido utilizado como objeto y blanco de poder; objeto en el sentido que ha sido visto y valorado como instrumento productivo, exigiendo algunos ejercicios y maniobras para tal fin, y como blanco de poder, porque se ha visto inmerso en un campo político, el cual lo rodea en relaciones de dominio y sumisión. El cuerpo se encuentra involucrado como principal autor de las relaciones de poder, como las establecidas en el seno de un hogar, en donde se observa las relaciones de poder de los padres hacia los hijos y de éstos hacia los padres mismos; En esa misma dinámica tenemos al Jefe y al obrero y viceversa; al profesor y al estudiante y viceversa.
El cuerpo se encuentra en una sociedad que ha limitado el espacio para moverse, ha organizado el área, trazando fronteras para demarcar su territorio y así tener el control de él, para conservarlo siempre localizado, vigilado para mantener efectivamente la estructura de lo que Foucault considera es una "sociedad disciplinaria", cuya norma de rendimiento esta trazada por la observación del cuerpo. En efecto, en "Vigilar y Castigar" demuestra como el "panoptismo" propio de la arquitectura carcelaria no solamente opera en ese espacio para observar los movimientos de los presos desde cualquier ángulo sino que fundamentalmente el panoptismo es una arquitectura de control social que se reproduce no solo en la planta de producción sino en una progresiva cuadriculación y compartimentación de los espacios sociales.
En efecto, la disposición de los lugares al interior de la planta de producción capitalista devela el campo de observación sobre los operarios cuyo máximo rendimiento estará marcado por la introducción de la banda "taylorista" que somete el cuerpo a los tiempos y ritmos de la banda, por esta vía la "economía del poder" encuentra la forma para disminuir al punto cero los "tiempos muertos" del obrero al interior de la planta".
Como se puede apreciar, la estrecha relación entre poder-cuerpo es innegable y constituye, como anteriormente lo mencioné, en una de las tesis fundamentales de Michel Foucault: "el poder no está por fuera del hombre". El poder se encuentra en el hombre mismo, en su existencia como tal, no está por fuera de él, no es algo externo que lo domina o subyuga, no es algo que el hombre tenga que padecer "pasivamente" como puede llegar a pensarse e incluso muchos pensadores así lo afirman. En tal sentido, para Foucault en el análisis del poder, no puede ser encasillado dentro de las valoraciones de "lo bueno y lo malo", porque el poder para el autor, se delinea como una extensa red de relaciones, en donde el hombre es actor principal,
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