Ética Pública
Enviado por Nanduchoxxx • 8 de Abril de 2013 • 933 Palabras (4 Páginas) • 463 Visitas
La primera frase que se me ocurre para escribir este ensayo es que, si la universidad pública no cambia, no se corrige, desaparecerá. Esta desaparición obviamente no será producto de la casualidad; sino de una serie de eventos y circunstancias que inexorablemente se han ido presentando.
Estamos ante una universidad que a pesar de albergar a “una elite del conocimiento”,no supo prepararse para el futuro.
En su ensayo Elementos para un debate sobre la universidad, el filósofo Juan Abugattás Abugattás habla de una serie de desfases de la universidad peruana : primero, la masificación de la educación superior que nos lleva al gran desfase universidad-sociedad, razón por la cual esta institución ha dejado de ser funcional para la sociedad actual. Lamentablemente la universidad tal como se encuentra no esta en condiciones de satisfacer las demandas de nuestra sociedad .
El mundo ha sufrido grandes cambios debido a la ciencia, a la tecnología, a las comunicaciones y a la globalización. Nuestra universidad por su parte no ha procesado esos cambios, sigue siendo, casi medieval . Por ejemplo anteriormente se tenía la certeza de que el conocimiento, se encontraba en la universidad y, era pues el docente universitario una especie de sabio y proveedor de información. Ahora, tenemos computadoras con internet que salvando la parte de formación, (si es que algunos docentes la dan) nos otorgan toda la información que deseamos y necesitamos, es decir la universidad ya no justifica su razón de ser con estos criterios del pasado, tiene que actualizarse.
La problemática se agudiza porque “lo que aquí se ha perdido es la “ecuación buena formación profesional= trabajo permanente asegurado” (1), los jóvenes saben muy bien que ser profesional no garantiza hallar un trabajo, y menos podemos garantizar ahora que la universidad pública produzca los mejores profesionales.
La universidad pública actual no posee índices por lo menos regulares de investigación ni creatividad tecnológica. Añadimos a ello lo que sabiamente señala Abugattas: “el visible desprecio a las humanidades como disciplinas de lujo e inútiles”. Se esta gestando universidades tecnócratas de las que egresan técnicos sin concepción del mundo, con el objetivo claro del éxito y la competencia a cualquier precio.
En conclusión tenemos una universidad que como dice Nicolás Linch está “...de espaldas al país por el ejercicio de una mal entendida autonomía, la universidad requiere urgentes cambios...” sin una propuesta razonable y coherente a la sociedad será fácil víctima de gobiernos como el actual.
Un viejo maestro universitario, decía casi como una letanía que la desgracia de la universidad publica se inicio desde que la política entró a los claustros universitarios. Y puede ser que tenga razón, en la medida en que es el arreglo político el que determina el ascenso de los docentes y no la capacidad y eficiencia. Los docentes son nombrados si muestran su preferencia por el grupo dueño del poder.
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