A la carga! (Gung Ho)
Enviado por angie_hg9 • 23 de Marzo de 2020 • Resumen • 1.780 Palabras (8 Páginas) • 561 Visitas
¡A la carga! (Gung Ho)
Resumen
El libro es basado en una sucursal empresarial (Walton Works #2) donde existían serios problemas de productividad y sus empleados eran poco eficientes, lo que estaba llevando al cierre definitivo de la sucursal y podría ocurrir aproximadamente dentro de 6 meses o un año cuando mucho, sí la nueva gerente general Peggy Sinclair no hacía nada por cambiar el rumbo de la empresa. Lo curioso es que no toda la empresa pasaba por esa situación, había un departamento que registraba la mayor productividad de la organización, era el departamento de acabado.
En el primer día de trabajo de Peggy, nace en su mente una gran preocupación por salvar la empresa. La tarde de ese mismo día conoce a Andy Longclaw, quien afirma que la técnica de Gung Ho es la única salvación para la planta, ya que así había llevado al departamento de acabado al éxito. Gung Ho es una expresión china que significa trabajar juntos y consistía en tres ideales: el espíritu de la ardilla, el estilo del castor y el don del ganso. Andy y Peggy acordaron reunirse cada sábado para aprender acerca de esos tres ideales, solo que aprender de cada uno ameritaba de mucho tiempo y persistencia porque no era tan sencillo.
En su primera reunión, Andy le pidió a Peggy que observara el trabajo de las ardillas del bosque donde se encontraban y posteriormente analizaron aquello. Según Andy, el espíritu de la ardilla consiste en un trabajo que vale la pena, es decir, en un trabajo significativo que es impulsado por la motivación de cumplir una meta en específico. “Las ardillas no trabajan por el simple hecho de mover semillas de un lado para otro. Están motivadas porque su trabajo es importante. Es mucho más que importante. Vale la pena” (Blanchard, 2008). Entonces, las ardillas trabajan arduamente porque el esfuerzo vale la pena y así mismo funciona para el ser humano. Esto se aplica cuando todos contribuimos en la mejora del mundo, cuando trabajamos por metas claras y compartidas, y cuando los valores son la base para todos los planes, decisiones y actos.
Cuando Peggy pudo comprender la primera técnica Gung Ho, a la semana siguiente organizó una reunión con todos los gerentes de división para enseñarles la técnica del espíritu de la ardilla y concretaron que habría reuniones cada semana con el fin de que toda la compañía se convirtiera en Gung Ho. Lastimosamente, por esos días Peggy recibió una llamada del señor Morris, su jefe inmediato, que la puso en una situación difícil, puesto que él aseguraba que ella no podría sacar la empresa adelante para navidad solo con realizar charlas motivacionales y entonces fue cuando planeó con Andy una segunda reunión en el bosque para aprender del estilo del castor.
Estando sentados cerca de una presa de castores destruida por la lluvia, Andy le pregunta a Peggy “¿Quién manda ahí?” y ella respondió que no podía determinar quién era el jefe. Andy le explica que el estilo del castor consiste en ejercer control sobre el cumplimiento de la meta, pues “Cada castor tiene un alto grado de control sobre su propio destino. Ellos deciden cómo debe hacerse el trabajo. Operan como contratistas independientes” (Blanchard, 2008). Peggy entiende que Walton Works #2 no podría ser Gung Ho sí ella obligaba a los trabadores a ceñirse bajo reglas impuestas, debía dejar que los empleados opinaran sobre la manera de cumplir las metas organizacionales y aceptaran el reto, y a su vez hay que darle a la gente un trabajo que puedan realizar, conforme a sus habilidades. Los pensamientos, los sentimientos, las necesidades y los sueños deben ser respetados, escuchados y generarán una acción.
Al cabo de unos meses, Peggy y Andy salieron a la ciénaga Hutchinson, se montaron en una canoa y pusieron sobre el agua gansos de madera. Cuando los gansos se empezaron a acercar, pudieron escuchar sus graznidos, que podían entenderse como voces de aliento, es decir, que el don del ganso es alentar y estimular a los demás a seguir adelante. Esto se aplica en una empresa con congratulaciones pasivas o activas siempre y cuando sean de verdad, pero sin dejar a un lado el circulante, es decir, el factor dinero. Andy le replanteó a Peggy una fórmula creada por Einstein (E = mc²) “El entusiasmo es igual a la misión multiplicada por el circulante y las congratulaciones” (Blanchard, 2008), donde el dinero es tan importante como las felicitaciones auténticas. Para Peggy indudablemente, esta era la enseñanza más importante.
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