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Aplicacición Para Un Discurso


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2014  •  632 Palabras (3 Páginas)  •  185 Visitas

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Aplicación para el discurso y conclusión

“No estén privándose de ello el uno al otro”

NO ESTÉN privándose el uno al otro, ¿de qué? Del débito sexual, del derecho que tiene la persona casada de disfrutar de las relaciones sexuales con su cónyuge legal. Se da este mandato al esposo cristiano y también a la esposa.—1 Corintios 7:5.

¿Por qué consideró el apóstol Pablo que era necesario sacar a colación este asunto tan íntimo cuando escribió a los corintios? Y en verdad, ¿por qué debería ser éste un asunto de tanto interés para los cristianos hoy día?

Los cristianos corintios a quienes el apóstol Pablo escribió allá por el año 55 E.C. vivían en una ciudad corrompida en cuanto a lo moral, tanto así que la expresión “corintizar” llegó a usarse comúnmente con el significado de “practicar la prostitución.”

Por nuestra parte, estamos de acuerdo en que el mundo de hoy día también está corrompido en sentido moral. Para muchos la conducta sexual licenciosa es una norma de conducta aceptada. Todo el mundo está siendo bombardeado con propaganda que da énfasis a lo sexual por medio de la televisión, películas cinematográficas, libros y propaganda publicitaria. Esto ejerce una presión grandísima sobre la gente para hacer que se conformen a las normas inmorales del mundo.

Los cristianos viven en este sistema de cosas y por eso, ellos también, se hallan bajo la misma presión. El hecho de que algunos cristianos sucumban a la inmoralidad, aun después de haber estado andando en el camino de la verdad por muchos años, es prueba de que ésta es una presión muy real y peligrosa. Aunque esta presión se ejerce tanto sobre los cristianos casados como sobre los solteros, enfoquemos aquí la atención particularmente en los que tienen cónyuge, aquellos a quienes Pablo dirigió las palabras que se encuentran en 1 Corintios 7:5.

Una salvaguarda

Si usted es casado, ¿cómo puede protegerse —y proteger a su cónyuge a quien ama— para que no sean víctimas de la inmoralidad sexual? Usted pudiera pensar que el amor que sienten el uno por el otro es tan fuerte que a ninguno de los dos jamás podría sucederle tal cosa. Pero en el décimo capítulo de la misma carta a los corintios, Pablo advirtió: “El que piensa que está en pie, cuídese que no caiga.”—1 Corintios 10:8-12.

En el séptimo capítulo de su carta a los corintios, Pablo ofrece este excelente consejo de valor práctico: “A causa de la ocurrencia común de la fornicación, que cada hombre tenga su propia esposa y que cada mujer tenga su propio esposo. Que el esposo rinda a su esposa lo que le es debido; pero que la esposa haga lo mismo también a su esposo. La esposa no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposo; así mismo, también, el esposo no ejerce autoridad sobre su propio cuerpo, sino su esposa. No estén privándose de ello el uno al otro,

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