Articulo

MAMÁ, ¿ESTE SOY YO? PENSAMIENTOS DE UN NIÑO CONFUSO

“Mamá, ¿este soy yo?” Es la inesperada pregunta que se formula un niño al reflejarse delante de un espejo vestido de princesa, sin observar el rostro desencajado de su madre. Rostro mostrado por muchos… En el Perú, no existen cifras oficiales sobre el porcentaje de peruanos que son homosexuales, el aislamiento y el silencio de muchas personas con diferentes orientaciones sexuales que no encajan en la conducta heterosexual, conllevan a que en el Perú sea más difícil conseguir una verdadera igualdad y un trato digno.

Debido a ello, el principal objetivo de este artículo es concientizar a la población mostrando que no podemos hablar de igualdad si no hay visibilidad, y si no hay tolerancia hay discriminación. Lo más importante es, que mediante pruebas claras se consiga evidenciar que “lo diferente” a lo que conocemos no debe asustarnos, sino, abrir un espacio para comprender. Por tal razón me pregunto: ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar a este niño confundido?

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES PARA AYUDAR A ESTE NIÑO CONFUNDIDO?

En mi opinión, los padres son el principal factor que participan en el desarrollo de la identidad y orientación sexual de sus hijos. Por ello, la solución a la pregunta planteada recae en la libertad de elección y la confianza que pueda existir en el ámbito familiar generando la coherencia de los pensamientos y sentimientos del niño, consiguiendo que en un momento posterior, el individuo posea una red familiar y social que le permita identificarse como homosexual.

Pienso que entre las principales causas que generan la confusión en los niños encontramos: el miedo al rechazo, la exclusión de parte de su esfera familiar y social y el dolor de no ser comprendido. Los niños son susceptibles al daño emocional por palabras o hechos hirientes que pueden marcarlos de por vida. El que un niño quiera vestir como niña genera burla o preocupación en su familia. Los que pueden optar por reírse al considerar que es gracioso o de utilizar frases como “marica”, “desviado” u otra concepción similar. Palabras que sólo forjaran inseguridad y vergüenza en los pequeños.

Otras de las causas, que considero, es la falta de confianza, atención o imposición de un determinado tipo de vida. Utilizar frases como “los niños no lloran” o “los niñas son más débiles que los niños” conllevan un mensaje interior a las mentes de los pequeños. Generando pensamientos como: ¿soy una niña si lloro? ¿Si soy fuerte soy un niño?, logrando dudas y miedos interiores.

Lastimosamente, aislamiento y depresión son sólo algunas de las consecuencias que saltan a la vista. Los mismos que al no ser atendidos de forma oportuna, se desarrollan generando depresión. Siendo está mucho más difícil de superar, llegando, incluso, al suicidio. Situación que NUNCA se podrá revertir.

Instituciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud señala que:

“La Sexualidad es el aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles, y relaciones interpersonales. Está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales.” 1

Se entiende, de dicha concepción, que los niños y adolescentes están constantemente cambian de pensar por una serie de factores psicológicos, sexuales y sociales dónde la

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