Cap, 2 Pedagogia Del Oprimido
Enviado por camp28 • 11 de Junio de 2012 • 644 Palabras (3 Páginas) • 1.319 Visitas
Freire, en el capitulo 2 de “pedagogía del oprimido”, realiza un análisis y crítica del sistema educativo actual poniendo énfasis en las relaciones educador-educando del mismo.
El autor denomina la educación de este sistema como bancaria; donde los educadores son quienes disponen de un caudal de “saber” para transmitir a los educandos, los cuales son considerados como sujetos pasivos, receptivos, dóciles y depositarios. “En vez de comunicarse, el educador hace comunicados y depósitos que los educandos, meras incidencias, reciben pacientemente, memorizan y repiten. (…) el único margen de acción que se ofrece a los educandos el de recibir los depósitos, guardarlos y archivarlos.”[1]
Los contenidos que se narran, son sólo partes de la realidad, se encuentran desligados de la totalidad en que se engendran y en cuyo contexto adquieren sentido. En esta educación “bancaria”, el “saber” o conocimiento es un donativo de aquellos que se califican como sabios de quienes juzgan ignorantes; es decir, el educador siempre será quien sabe, y los educandos quienes no saben. Por lo tanto se niega a la educación y al conocimiento como procesos de búsqueda. Cuanto más ejercitados sean los educandos en el archivo de los depósitos que les son hechos, menos desarrollarán la conciencia crítica de la que resultará luego su inserción en el mundo. Vale decir, entonces, que esta visión “bancaria” de la educación anula el poder creador de los educandos o lo minimiza, estimulando así su ingenuidad y no su criticidad, satisface los intereses de los opresores.
La educación “bancaria” al mantener, como hemos dicho, la ingenuidad de los educandos; logra, dentro de su marco ideológico, adaptarlos al mundo de la opresión.
“Lo que pretenden los opresores ‘es transformar la mentalidad de los oprimidos y no la situación que los oprime’. A fin de lograr una mejor adaptación a la situación que, a la vez, permita una mejor forma de dominación”.[2]
Para Freire los oprimidos siempre estuvieron dentro de la estructura que los transforma en “seres para otro”. La solución que propone el autor es, transformar la estructura que los oprime; para así poder convertirse en “seres para sí”. La educación debe comenzar entonces, por la superación de la contradicción educador-educando; debe existir una conciliación entre éstos, para que ambos se hagan, simultáneamente, educadores y educandos.
Por esto último es que Freire considera que un educador revolucionario no puede esperar pasivamente a que esto suceda por sí sólo. Su acción, al identificarse con la de los educandos, debe orientarse en el sentido de la liberación de ambos. Sin ésta, no es posible la relación dialógica; ya que en la educación liberadora tanto el educador aprende del educando, como el educando del educador; a través del diálogo. “Los hombres se educan
...