Competencias En El Aula

San Pedro Pozohuacan, Tecámac, Estado de México, a 29 de Mayo de 2007

TALLERES GENERALES DE ACTUALIZACIÓN

COMPETENCIAS EN EL AULA

¿QUÉ SON LAS COMPETENCIAS?

NOCIÓN DE COMPETENCIAS.

Dada la importancia y la amplitud de la relación del tema con aspectos y/o componentes sociológicos, económicos, políticos, cognitivos; resulta ser el umbral de una puerta a múltiples autores que desarrollan o abordan la noción de competencia, que abren un mundo informativo amplio, diverso y no menos interesante y rico.

Actualmente se desarrolla un debate internacional en torno al concepto de competencia y su relevancia en el ámbito de la educación.

Existe un proyecto de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) denominado “Definición y selección de competencias: fundamentos teóricos y conceptuales”, que rescata distintos enfoques.

Desde un enfoque antropológico Jack Godoy, propone que las competencias abarcan culturas, contextos sociales e individuales que resultan útiles para desarrollar un estilo de vida en la sociedad moderna recuperando la relación entre la vida y el trabajo, en donde las competencias corresponden a roles sociales.

Desde un enfoque psicológico Helen Haste, centra el interés en la metacompetencia, definida como el equilibrio entre la innovación y la continuidad. Las competencias tienen que ver con el desarrollo de tecnologías, con la habilidad para la ambigüedad y la diversidad, con conservar los vínculos de comunidad, con el manejo de la motivación emoción o deseo, y con el sentido de la responsabilidad.

El enfoque sociológico de Philippe Perrenaud marca que el interés está centrado en ser competente para enfrentarse al medio en diferentes campos sociales, para tener una mejor vida, defender sus derechos y conservar su autonomía sin interferir en la de los demás. Para ello se requiere el pensamiento crítico y una práctica reflexiva que muestre conocimientos y experiencias formales e informales.

El enfoque lingüístico de Naomi Chomsky marca el uso del lenguaje como una habilidad universal y específica, heredada para adquirir y usar de manera creativa el lenguaje con poco lugar para las particularidades.

El enfoque económico-laboral de Murane y Levy afirma que el éxito de las competencias se refleja en mayores ingresos económicos, por lo que las competencias necesarias para lograr este objetivo son aquellas que permiten trabajar en grupo, relacionarse con los demás, hacer uso de las tecnologías, además de la importancia de las competencias comunicativas y matemáticas.

De otros autores como Monique Canto Sperber, se rescata la perspectiva interdisciplinaria en la que las competencias tienen que estar dirigidas a buscar la relación con una buena vida, entendida como un ideal regulador que permita enfrentar la complejidad de los contextos cultural, social y lingüístico. También la noción trabajada por Weinert, propone que es un constructo social en donde las competencias son aprensibles y por tanto los procesos de aprendizaje son indispensables en la adquisición de las mismas. Así se hace referencia a que el concepto de competencia no sólo abarca conocimientos y habilidades sino también estrategias, emociones y actitudes adecuadas que permitan una autorregulación efectiva.

De esta breve introducción, los autores coinciden en que los criterios necesarios para definir las competencias son: el nivel de complejidad mental, el pensamiento abstracto y la interiorización de normas y valores sociales como habilidades necesarias, que requieren de una postura activa y reflexiva de los individuos; este enfoque activo y reflexivo no sólo es de carácter cognitivo e intelectual, también se relaciona con sistemas complejos de acción que incluyen componentes de motivación, éticos, sociales y de conducta.

La adquisición y conservación de competencias implica el aprendizaje durante toda la vida, el desarrollo de competencias no es un esfuerzo personal únicamente, depende de un ambiente institucional favorable que tome en cuenta un amplio contexto de aprendizaje formal y no formal. El enfoque de trabajo por competencias está marcado por la relación entre el individuo y la sociedad, por lo que la sociedad es transformada también por el individuo.

De la amplia gama de situaciones en la vida, las competencias transversales, resultan ser clave en la contribución para una vida exitosa en todos los campos sociales, pues ya ha sido mencionado que el argumento de la competencia no es puramente individual sino que se ubica en lo social. Una vida exitosa significa asumir una posición o decisión que retribuye no sólo a nivel personal sino que contribuye a la calidad general de la sociedad.

Desde este panorama, la búsqueda por concretar la noción de competencia indica que debiera ubicarse entonces, para su adquisición, desarrollo y construcción, en la capacidad de pensar, actuar y aprender.

En un documento producido por la Red Europea de Información en Educación (EURYDICE) sobre “competencias clave”, también analiza diferentes propuestas con la finalidad de enriquecer su propuesta sobre dichas competencias, es decir, aquellas que se consideran indispensables para una participación satisfactoria en la sociedad a lo largo de la vida.

Las competencias sugeridas como “clave” se encuentran relacionadas a las necesidades educativas del momento por el que atraviesa la sociedad, para lo cual resulta necesario una propuesta que comprenda el desarrollo de competencias más allá del dominio de conocimientos. Es decir, que de un sistema educativo que utiliza la memorización de conocimientos como forma de aprendizaje que no cubre las expectativas del momento, ahora es necesario contar con instrumentos apropiados para seleccionar, procesar y aplicar el conocimiento y así, hacer frente a la realidad cambiante de vida y empleo que existe en la actualidad.

Los instrumentos para seleccionar, a los que se hace referencia, son las competencias, y uno de los fines más importantes de la propuesta educativa, es evitar la exclusión social y la marginalización, pues se busca que las personas estén capacitadas, que actualicen sus aprendizajes y las competencias previamente adquiridas, que podrán adaptarse progresivamente para responder a los cambios que va sufriendo la realidad.

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