Cuento ''Estrella Roja''
Enviado por jerkinoch • 25 de Junio de 2012 • 2.011 Palabras (9 Páginas) • 802 Visitas
Estrella roja
Bryan randal, ya con 60 años de edad cumple con la desgracia de llevar una vida un tanto humillante y penosa. Aquel hombre convivía con su tesoro más preciado, una adolescente tan bella, frágil, sus ojos eran diamantes divinos, sus labios secos tan seductores y su mirada un rayo que hacía temblar el mundo al observarla; fue fruto de un amor perdido, esa mujer que amó se esfumo en la penumbra de un pavoroso invierno, con sus pulmones en plena putrefacción dejó descansar su alma en la suave brisa de la muerte, ese cáncer acabó con la esperanza de una familia feliz e hizo brotar un sentimiento de tristeza y dolor.
Dando un paso tras otro desciende por las escaleras, con su joven y hermosa hija esperando en la mesa, se sienta en la orilla de la silla tratando de tragar ese alimento tan seco que solo provocaba no querer dar un bocado más.-¿Crees qué alguna vez podrás vender una pintura tuya?, quisiera alguna vez poder comprarme un vestido nuevo- dijo su hija mirándolo fijamente a los ojos con tanta inocencia. El hombre la miro con pena y respondió…-Lo único que quiero hija es que seas feliz, pero siento impotencia al no poder darte las comodidades que quieres, saber que ya estoy viejo para esto…Con lágrimas en los ojos, la joven pidió perdón a su padre abrazándolo y con un beso en la frente subió a su cuarto sin decir una palabra más. Bryan yace postrado en la silla mirando al suelo sin buscar nada, lo que había pasado lo marcó mucho, no podía hacer feliz a su hija, era un hombre pobre, nunca quiso esa vida pero el destino prefirió que sufriera su desdicha. Esos días pasaron, días irritantes de no ganar nada con aquellas pinturas que a nadie interesaban. Bryan llega a su hogar con frustración, arrastra sus pies hasta la silla del comedor y se posa en la orilla de la misma como siempre, recuesta su cabeza en la mesa y por instantes logra descansar, pero algo lo despabiló, escucho a su hija toser como nunca antes, daba pavor, parecía querer expulsar su corazón por la boca, aquello lo hizo levantarse de la silla y con prisa socorrerla, la belleza yacía con sus maños alrededor de su cuello tratando de respirar. Bryan la cogió con sus brazos y logro llevarla al hospital más cercano de la ciudad, el miedo lo asfixiaba, su corazón latía tan fuerte que parecía saltar de su pecho, lágrimas se deslizaban por sus mejillas, su tesoro más preciado, la sangre de su sangre, su familia…Sentado en la orilla del banco del hospital yace Bryan ahogado en pena, aquel momento paso, pero aún esperaba la respuesta del médico, ¿Cómo estará su belleza?, ¿Estará bien?, preguntas así pasaban por la mente de aquel atormentado hombre. Suspira profundo y rascando su cabeza sigue esperando la respuesta del médico. De pronto una puerta se oye abrirse, Bryan salta del banco y mira con desesperación…-¿Sr.randal? soy el Dr.rodrigez, tengo noticias de su hija,-Dr dígame ¿Cómo está ella?,-El hombre lo mira, y frotando su frente lo invita a pasar a su oficina.-Sr randal hay algo que usted debe saber, su hija tiene un estado clínico bastante delicado, dígame... ¿No la ha notado un poco más delgada de lo común?-Ahora que lo menciona , Dr.…..sí, -Ese cambio de peso tiene una respuesta complicada…-El especialista, con una breve pausa declaró cauteloso el resultado de los exámenes, y con solo una palabra cambió la mirada de Bryan….-Cáncer (Bryan se quedo en silencio)-Su hija tiene una enfermedad brutal, si bien ella no es fumadora ni tampoco lo fue, el cáncer de pulmón se muestra como hereditario, pocos de las personas con esta enfermedad superan el mal, pero la mayoría…usted me entiende. Lamento lo que está pasando, créame realmente lo lamento, pero con los avances de la ciencia, quimioterapia y diversos medicamentos podrían salir adelante, pero todo esto costará mucho dinero-El médico se levantó de su asiento puso la mano en el hombro de Bryan y volvió a decir.-Lo lamento, créame realmente lo lamento…-La noche era vulgar, relámpagos golpeaban los cristales de su casa, el sonido de la lluvia era tenebroso, y aquella noticia hizo brotar en Bryan una dolorosa agonía, su tesoro más preciado, la sangre de sus sangre, su familia... no podría estar pasando... a ella no... Dios fue tan cruel con él, ¿Por qué?, ¿Por qué?... ¿Por qué? La noche aún era cruel, su hija sufría una fuerte inflamación en su rostro se podría decir que hasta había perdido su belleza pero para él nada cambio. Al ver que su bella logro cerrar los ojos decidió ir a la ciudad por unos medicamentos y bajo la lluvia emprendió su caminata. En aquel camino cruzó un pequeño bar, no podía comprender eso que corrió por su mente, pero no lo pudo evitar, estaba demasiado débil y necesitaba una manera de borrar su pena. Esa noche se hundió en alcohol dejando volar el sufrimiento. Vagando por las calles llegó a un amplio campo, sus piernas temblaban, no podía ya mantenerse de pie, y cayendo en el pasto dirigió su mirada al cielo, después de la lluvia las estrellas se escondieron, la luna se esfumo, pero algo extraño comenzó a brillar,…¿Qué sería?, era extraño... comprendía un color rojo, un rojo...bello, era despampanante, parecía mágico, irreal, pero hermoso…-Oh estrella, contaminas mi mirada con tu belleza, ¿Cómo puedes irradiar tanto sentimiento?¿A caso mágica eres?...Oh estrella, mi hija, mi pobre hija yace en su cama enferma, si tan solo pudieras ayudarla, si mágica eres pues curarla puedes, Oh estrella -En ese instante la única y extraña estrella roja comenzó a titilar, era indescriptible, parecía querer comunicarse con el hombre, y aquel tan ignorante cayó en un estado de delirio y comprendió que
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