El Príncipe
Enviado por SamanthaLuz • 7 de Septiembre de 2011 • 2.289 Palabras (10 Páginas) • 431 Visitas
Introducción
“Se conoce mucho mejor el fondo de los valles cuando se está en la cumbre de la montaña”, con ésta célebre frase comienza Maquiavelo, no una obra, sino una serie de argumentaciones para la constitución de un Estado poderoso.
Podríamos decir que Maquiavelo escribió todo un manual de gobierno, ajustado a su época y contexto, donde, el sistema de gobierno más común, era el de los señores feudales, llamados también príncipes, es ante esto que Maquiavelo habla de una serie de situaciones que pueden acontecer en éste gobierno. Se comienza haciendo una mención de los tipos de principados que puedan existir, como los nuevos, los hereditarios, los eclesiásticos, entre otros; Maquiavelo habla también sobre las personas, dotándolas de características particulares que, o bien, pueden ser dignas de confianza o es mejor tener cuidado de ellas, y lo explica por medio de ejemplos de su época. La mayoría de estos hechos, que son usados como ejemplos, son situaciones ocurridas, la mayor parte, en Italia, España y Francia, Maquiavelo ocupa muchos ejemplos de situaciones que vivía, habla sobre los papados y sobre el reinado de Fernando de Aragón, los cuales eran contemporáneos a él.
Maquiavelo comienza con una nueva corriente política que aunque se ajusta precisamente a su contexto nos permite actualmente basarnos en su pensamiento para así ajustarlo precisamente a las necesidades que se viven, y aunque vivimos frente a situaciones muy diferentes, su doctrina es aun aplicable puesto que formula no solo la forma de gobierno de los llamados principados, sino que da la apertura para poder emplearlo a cualquier tipo de gobierno.
Maquiavelo era una persona calculadora y analítica, aunque muchas veces se crea que su doctrina era malvada y en contra de los derechos humanos, su propósito era hallar la forma de poder tener un gobierno estable, y para él, el requisito más importante era que el soberano tuviera un control absoluto del pueblo, no importaban los medios, es así como se considera al autor como un republicano.
Contenido
Ya sabemos que se mencionan los tipos de principados, pero, en efecto, el autor se basa en las características y exigencias de cada uno para ver cómo podrán ser manejados con el fin de garantizar un poderío absoluto. Comienza mencionando los principados hereditarios, que son los más fáciles de conservar, y los nuevos, que si no son del todo nuevos, se llaman mixtos. Así pues ambos principados se caracterizan por la forma de adquirirse y que puede ser: por medio de las armas propias y talento personal, que son los que llegarían a ser más seguros, por medio de armas y fortunas de otros, que por su forma son inseguros, por medio de crímenes y los últimos que son por medio del favor de los conciudadanos, que es llamado principado civil y que es impuesto ya sea por el pueblo o por los nobles, según las circunstancias en se presenten a unos o a otros. En los primeros capítulos termina afirmando que un príncipe debe vivir en la nueva provincia para asegurar la posesión al identificar desórdenes a tiempo, integrar colonias y desaparecer por completo a la dinastía derrotada para evitar levantamientos, además también de cuidarse de extranjeros poderosos que puedan intentar una sublevación así como de toda persona que posea fuerza pública.
Podemos hablar también de los principados eclesiásticos, adquiridos sólo de dos formas, por valor o por suerte, es muy difícil lograr conquistar uno de estos principados debido a su composición interna, puesto que mantienen instituciones religiosas muy influyentes en el pueblo y que otorgan al príncipe una estadía en el poder con garantía de obediencia por parte de los súbditos, no importando su forma de vida pues no hay un contrato entre el Estado y la población lo cual los hace verse débiles, pero es todo lo contrario pues el pueblo tiene su soberanía pero respeta al gobernante, así que el Autor afirma que estos son los únicos principados seguros y felices. Pero hace la mención de que la parte indispensable para la buena construcción de un gobierno, sea del cualquier tipo de los que mencionamos, son dos cosas, las buenas leyes que regirán la conducta de los integrantes y las buenas tropas que deben de garantizar tanto seguridad como la oportunidad de conquistar nuevos principados.
El autor argumenta que los hombres que tienen el poder deben de reformar su forma de pensamiento, pues no es posible que siempre reaccione o utilice las mismas técnicas para dominar al pueblo y debido a esto debe de reflexionar a cerca de todas las circunstancias que pueden presentarse mientras él se encuentra en el poder para así evolucionar tanto en la forma de pensamiento como en la forma de control de los súbditos.
Cuando nos habla de los tipos de gobiernos, considera dos: los que son asistidos por siervos, donde el príncipe siempre tiene mayor autoridad y le serán fieles si no los oprime, los entiende y actúa bajo sus necesidadades y el asistido por nobles, en el cual podemos encontrar figuras como el soborno que casi siempre llega a ser fácil de conseguir; el consejo al gobernante es recordar que no puede cambiar a todos sus súbditos, pero sí puede cambiar o crear nuevos nobles.
Es así como el llamado Príncipe, debe lograr analizar y procesar todo su contexto para tener un buen desenvolvimiento en su medio; pues el éxito de un soberano radica en controlar las situaciones, valorarlas y armonizar su conducta con las acciones necesarias que estas producen. Son las necesidades las que impondrán una respuesta. Entonces Maquiavelo demuestra que los hombres se miden con el mundo y actúan sobre él; este juicio lo había olvidado la Edad Media. Es así como llegamos a decir, como muchos autores que fundamentan de los orígenes del Estado que los fines políticos eran inseparables del "bien común".
El bien del Estado no se subordina al bien del individuo o de la persona humana en ningún caso, y su fin se sitúa absolutamente por encima de todos los fines particulares por más sublimes que se consideren. El sentido de la vida y de la historia, no acaba para los hombres si ellos prosiguen en la tarea de perfeccionar la sociedad sobre bases racionales que los trasciendan más allá del simple plano individualista o de atomización social en el que viven dentro de las sociedades. Así se plantea la permanente transformación de la política, que según el autor, puede ser el camino para la humanización del poder y la sociedad.
Mientras que algunos entienden a la política como la simple forma de gobernar, Maquiavelo trasciende al decir que la política es el arte del príncipe o gobernante en cuanto tal, el príncipe, en cuanto conquistador y dueño del poder, en cuanto encarnación del Estado está exento de toda
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