El relato fantástico y Bestiario

El relato fantástico y Bestiario

1. ¿Cuál es el elemento o situación fantástica que se presenta en cada uno de los cuentos?

Elemento fantástico:

• En “Casa Tomada” lo fantástico se crea con la alteración momentánea de lo normal, cuando alguien, una fuerza desconocida, toma una parte de la casa de los personajes, en circunstancias cotidianas, sorprendiéndolos al desempeñar sus tareas diarias. La toma ocurre como un sonido sordo e impreciso pero basta para que los personajes lo tomen en serio, ya que ajustan su rutina a la nueva situación de la manera más natural. Tanto Irene como su hermano no saben quién o quiénes son los responsables de dicha toma y tampoco quieren saberlo, incluyendo el aspecto fantástico en sus vidas. Esto hace que el lector se vea forzado a aceptar lo inexplicable como parte del juego, sin cuestionarlo.  Al final, el conflicto no queda resuelto ya que los hermanos huyen de la casa porque la toma avanza sobre toda la propiedad pero no se sabe nada de su vida posterior ni la identidad de los que ocupan la casa.

• En “Carta a una señorita en Paris” lo fantástico reside en que el protagonista de la historia vomita conejos blancos y pequeños que le suben por la garganta. Lo extraordinario es que este hecho no lo sorprende ni lo asusta ya que todo esto le había pasado anteriormente. Lo que lo atormenta es que le sucede muchas veces y más pronto de lo que esperaba,  y que además no se encontraba en su casa ya que se había mudado al departamento de su amiga Andree que estaba en Paris. El cuento es una carta sin respuesta dirigida a su amiga, en la que a través de un monólogo interior le informa todo lo que sucede en su departamento y le expresa su decisión de terminar con dicho martirio a través del suicidio y la matanza de estos animales.

1. Realizar una síntesis argumental de cada cuento.

Casa Tomada: Dos hermanos solteros, Irene y el narrador viven en una vieja casa de Buenos Aires, llena de recuerdos familiares. La cuidan con esmero y le dedican su vida por completo ya que ninguno se casó con el pretexto de cuidarla.  A ambos les gusta la casa por ser espaciosa, antigua y por guardar los recuerdos familiares. El narrador es un hombre culto, amante de la literatura francesa e Irene es una mujer tranquila y sencilla a la que le gusta pasar el día tejiendo. Viven solos, y realizan las tareas de limpieza juntos, cooperando por igual. No trabajan, el dinero les llega de los campos que posiblemente poseen. En vez de hermanos, su relación parece más bien de una pareja o matrimonio. Su vida y sus tareas son totalmente rutinarias (se levantan temprano para limpiar, Irene teje todo el dia, etc.)

Un día, a las ocho de la noche, el protagonista escucha un ruido "impreciso y sordo" en el comedor o en la biblioteca, y, luego, en el fondo del pasillo. Cierra inmediatamente la puerta con llave y se dirige a la cocina para calentar la pava del mate. Luego, le comunica el hecho a su hermana. La nueva situación los entristece, porque en "la parte tomada" de la casa han dejado cosas que quieren mucho. A pesar de ello, poco a poco se resignan y tratan de gozar de las nuevas ventajas por ejemplo el hecho de tener que limpiar menos porque una parte de la casa estaba tomada, le deja más tiempo para tejer a Irene . Ambos viven la situación como si nada estuviera pasando, no se sienten asustados, se toman la apropiación de la casa por lo desconocido como algo normal e irremediable.

Pero una noche, el narrador siente sed y se dirige a la cocina para beber agua. De pronto, oye un nuevo ruido, pero no puede precisar de dónde procede. Irene también lo oye. La mujer reconoce que han tomado también esa parte de la casa. Salen corriendo a la calle, huyendo de la casa….Irene suelta el tejido sin mirarlo, ambos tienen solo lo puesto, son las once de la noche….pero a pesar de tener lástima, cierran bien la puerta de entrada y tiran la llave en la alcantarilla para que nadie pueda entrar o robar la casa…estando así tomada. Así ambos hermanos abandonan la casa.

Carta a una señorita en Paris: La historia se basa en una carta que el narrador y personaje principal le escribe a su amiga llamada Andree, que se encuentra en París mientras él cuidaba su departamento.  El personaje describe detalladamente el departamento, el cual estaba perfectamente ordenado a tal extremo que siente vergüenza y temor de mover o tocar cualquier elemento de la misma. El motivo de la carta se debe a un problema que atraviesa el personaje: “vomita conejos”. Esta situación no es extraña para el protagonista ya que este hecho le había ocurrido varias veces, hasta incluso en su casa tenía un espacio con alimentos para los conejitos en su balcón. Sin embargo, al mudarse comienza a vomitar conejos cada uno o dos días y no sabe que hacer con ellos ni como esconderlos de la mucama del departamento de Andree llamada Sara. Los encierra en el armario del dormitorio durante el día y los deja salir durante la noche.

Al principio son hermosos y tranquilos por lo cual es imposible matarlos, pero con el tiempo se convierten en seres incontrolables que rompen todo a su alrededor. El narrador hace todo lo posible por limpiar y reparar lo que los animales rompían. Mientras eran solo diez conejos, el protagonista sentía que podía controlar la situación a costa de su esfuerzo, pero cuando vomita el conejo número once, la realidad lo sobrepasa y decide darle final al martirio que afligía a su vida. En la carta que le deja en el departamento manifiesta su decisión final: acabar con su vida y la de los once conejos.

1. Darle a cada texto una explicación lógica de la situación fantástica planteada.

Si bien en la literatura fantástica se presenta una situación cotidiana, común y las circunstancias que rodean al personaje parecen no tener ninguna diferencia a las que rodean nuestra vida, siempre podemos percibir algo extraño, algo diferente que no podemos precisar Una vez que esto sucede, el hecho fantástico que amenaza al personaje, no tiene explicación racional que tranquilice ni al personaje ni al lector. Así, lo fantástico es aceptado naturalmente como parte de la historia sin cuestionamientos, por eso es tan difícil encontrarle una explicación lógica. Sin embargo, podríamos pensar que:

• En “Casa tomada”  los personajes se caracterizan por la pasividad absoluta, no tienen curiosidad, no tienen inquietudes, más allá de los hobbies que son más bien pasatiempos, no tienen ambiciones, ni sueños, casi podríamos decir que están tan muertos como sus ancestros, aún cuando sigan moviéndose. Son guardianes de un museo que a nadie le interesa, sólo a ellos, y del que no se pueden desprender porque son parte de él. Ellos son silenciosos y la casa va a empezar a hablar, aunque ellos no puedan percibir exactamente lo que dice.  La casa sirve como un cómplice que resguarda ese “matrimonio de hermanos”, un matrimonio también silencioso como la casa. El incesto podría ser la causa de la expulsión de los protagonistas, quienes fueron movidos o empujados a salir de un lugar cómodo hacia el verdadero mundo. El aislamiento les daba protección pero los privaba de la libertad. Por eso, los espíritus de sus antepasados los expulsan para que comiencen a vivir con plenitud.
• En “Carta a una señorita en Paris” todas las cosas y objetos de la casa que el protagonista no puede tocar lo oprimen. Ese conflicto interno le provoca la reacción de vomitar conejos. Estos animales parecen una especie de vacuna contra el orden que tanto le molesta al personaje ya que gozan de la libertad que él ansia. Ellos no son prudentes, no tienen conciencia del valor del entorno, tocan con libertad lo prohibido, son felices mientras el protagonista vive en la desdicha, inconforme y paranoico. Se van multiplicando cada vez más para “atacar” al orden: juegan con los objetos, libros, etc. Se puede decir que los conejos alteran no solo el orden sino el tiempo ya que cambien el día por la noche, creando un nuevo mundo interior. El protagonista se integra a la vida de los conejos, se queda con ellos, se adapta a sus horarios, los alimenta y cuida. Todo esto, sumado al miedo que lo dominaba hace que el conflicto interno aumente hasta tal punto que decide tirarse del balcón. Los conejos no logran curar al protagonista, pero lo llevaron a buscar la salvación a través de la muerte, donde siente que encontraría la paz que deseaba.

1. Buscar los orígenes del relato fantástico.

El cuento fantástico nace entre los siglos XVIII y XIX sobre el mismo terreno que la especulación filosófica: su tema es la relación entre la realidad del mundo que habitamos y conocemos a través de la percepción, y la realidad del mundo del pensamiento que habita en nosotros y nos dirige. El problema de la realidad de lo que se ve: caras extraordinarias que tal vez son alucinaciones proyectadas por nuestra mente; cosas corrientes que tal vez esconden bajo la apariencia más banal una segunda naturaleza inquietante, misteriosa, terrible, es la esencia de la literatura fantástica.

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