Ensayo El Laberinto de la soledad, Octavio Paz .1950

El mexicano oculto en sí mismo, una característica que ha trascendido

Número de palabras: 1106

En la obra ‘El laberinto de la Soledad’, escrita por Octavio Paz en 1950, se habla de las características más notorias del mexicano de la década. Todo esto desde la perspectiva del autor. En los primeros cuatro ensayos de esta obra, se pueden ver varias ideas un tanto profundas acerca de su forma de ver al mexicano de la época; pero, una de las que más me impactó fue la idea de que el mexicano que se oculta en sí mismo y de sí mismo, haciendo referencia a muchos momentos del este en los que sale a relucir su teoría de que el mexicano se esconde detrás de esa “máscara”, como menciona Paz en el segundo ensayo titulado ‘Máscaras mexicanas’.

                En el presente se presentará una comparación entre la actitud del mexicano que se oculta en sí mismo y de sí mismo de la época de Paz, con la actitud de este en el presente. Todo basándonos en las opiniones propias del autor Paz que menciona en los capítulos de su obra titulados ‘Máscaras mexicanas; Todos santos, día de muertos e Hijos de la Malinche’

                Es importante mencionar que el mexicano tiene acciones bastante características que lo hacen incomparable de otras culturas. Esto hace que sea más sencillo analizar su comportamiento, además de que es una actitud bastante común en él; con esto me refiero a que no hay bastantes cambios de actitud en él. En ‘Máscaras mexicanas’, Paz menciona directamente la manera de actuar del mexicano “el mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de lo demás. Lejos también de sí mismo” (Paz, 2010, p.32), con esto el autor hace una evidente referencia a que el mexicano se esconde, tanto de los otros, como de sí mismo. Una paradoja muy curiosa que se puede identificar es que este mexicano está ahí, sin en realidad estar ahí; siempre fingiendo, nadie lo conoce realmente, ni siquiera se conoce a él mismo.

                Máscaras mexicanas es uno de los capítulos que abordan este tema de forma mucho más profunda que todos los demás, haciendo un énfasis inconfundible en la actitud del varón; aunque se hacen ciertas menciones a figura femenina en cierta forma, pero a esta no la atacan, más bien se habla de ella como un ser que en estos tiempos en los que vivimos se le podría llamar ‘seguro de sí’, un ser que no necesita de una máscara para vivir. Pero ¿qué tan cierto es esto?, tanto en el pasado, como en el presente, se ha intentado ocultar los sentimientos, actuando indiferente ante la vida, aunque en realidad es lo que más le importa, como podemos ver en el segundo capítulo de este libro “Nuestra cólera no se nutre nada más por el temor a ser utilizados por nuestros confidentes[…], sino por la vergüenza de haber renunciado a nuestra soledad.” poniendo como excusa que al actuar de esa forma nos vuelve más fuertes, más valientes y más seguros, pero en realidad nos vuelve más débiles, más temerosos y además nos vuelve más irrespetuosos.  

                Todos santos, día de muerto hace una mención a las fiestas, las cuales son bastante famosas en la cultura mexicana. Es curioso que el intento del mexicano de ocultarse constantemente sea por mucho todo lo contrario a la actitud de la gente en las fiestas. En las fiestas estos beben y al disfrutar estos momentos dejan salir su verdadero ser, sus secretos, tal y como menciona Paz en capítulo “En estas ceremonias –nacionales, locales, gremiales o familiares– el mexicano se abre al exterior” (Paz, 2010, p. 53), tremenda la contradicción que hay entre los pensamientos y las acciones en la cultura de la república; aunque en este capítulo se puede ver que el mexicano se quita esa ‘máscara imaginaria’, en realidad lo único que hace es cambiar de máscara, deja de ocultar algunos aspectos de él mismo, pero oculta otros y algunos solo no deja que salgan, así que en realidad no es él mismo en ningún momento.

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