Ensayo "sueño De Una Noche De Verano"
Enviado por melyvitte • 30 de Marzo de 2014 • 2.941 Palabras (12 Páginas) • 1.451 Visitas
Sueño de un anoche de verano
Melissa Vitte Ríos
Sueño de una noche de verano Midsummer Nigt´s Dream es una obra publicada en mil quinientos noventa y cinco, escrita para el aniversario de Thomas Berkeley y Elizabeth Carey, siendo el primero miembro del parlamento de Gloucestershire.
Género de dicha obra es el Dramático, por su finalidad de representación escénica, su argumento es desarrollado mediante la acción y el lenguaje directo de los personajes, diálogo. Se representan por igual los conflictos de la vida de los seres humanos por medio de los personajes que representan, conciben y desarrollan un acontecimiento dentro de un espacio y tiempo determinado.
BOTTOM.- Señores, ¿estamos reunidos todos?
QUINCIO.- Sí, sí; y he aquí un sitio maravillosamente
apropiado a nuestro ensayo. Este pedazo cubierto
de verdura será nuestro proscenio: este matorral de espino blanco, nuestro sitio tras de bastidores; y accionaremos ni más ni menos que en presencia del duque.
BOTTOM.- Pedro Quincio.
QUINCIO.- ¿Qué dices, bravo Bottom?
El sub género de la obra es la comedia pues se presentan conflictos amables, donde resaltan los aspectos placenteros, festivos y humorísticos, cuyo desenlace termina siendo feliz. Este género y subgénero se actualizan en este momento, porque es una novela que habla de amor, de una “parodia de amor”, son situaciones de ensueño, en esta suceden cosas inverosímiles, cambios y trasformaciones sin explicación para la razón; pero siendo frecuentes en los sueños. La aglomeración y el desplazamiento propios del mundo onírico encuentran, en la lógica teatral del dramaturgo, una justificación: la magia. Así, una mula puede fundirse en la imagen de un hombre; y el amor puede cambiar de sujeto y de objeto continuamente
Probablemente el autor escribió esta obra para probar que existe la tranquilidad en el amor, aunque en un mundo que no es real, imaginario, donde un amor puede no ser bien aprobado pero es el amor verdadero capaz de lograrse buscando la felicidad absoluta, un amor curioso, inalcanzable que al fin y al cabo puede serlo.
Los finales de las comedias son, por lo general, festivos y satisfactorios. Debe tenerse en cuenta que el lenguaje vulgar y de doble sentido, así como la magnitud de diversos puntos de vista, los cambios de suerte y el trastorno de las identidades, aportan un ingrediente que no puede faltar y que suele estar seguido de sorprendentes coincidencias. La parodia del sexo, el papel del disfraz y el poder mágico de la naturaleza para reparar los daños y heridas ocasionados por una sociedad corrupta y sedienta de codicia son elementos trascendentes de del autor.
La obra puede clasificarse como renacentista ya que surgió entre el siglo XVI y XVII, movimiento cultural y artístico, su nombre apunta a un re-nacer de la cultura clásica grecolatina; supuso una nueva visión del mundo y de la persona, se caracteriza por tener un redescubrimiento de lo clásico y una revaloración del ser humano, de su inteligencia y de su cuerpo. En esta época aparece el primer siglo de oro con sus características de admiración por la antigüedad, exaltación de la belleza y bondad humana.
La historia central que quedará en la memoria e identificará a esta pieza en el futuro. A pesar de estar tan perfectamente fundidas las líneas de acción, hay una que sostiene a todas las demás: las desventuras amorosas de cuatro jóvenes atenienses: Hermia, Helena, Demetrio y Lisandro. Tras ordenar el material argumental en una estructura, el resultado es el siguiente: existen cuatro líneas de acción, con sus propios personajes:
Línea 1. La boda de Teseo e Hipólita. Sirve de marco temporal: cuatro días sería el tiempo de la acción que termina en el Acto V con el matrimonio de todas las parejas y con la fiesta correspondiente en la que se representa la obra de los rústicos. Y también se enmarca espacialmente: la acción empieza y concluye en el palacio ducal.
Línea 2. Los enredos amorosos de los cuatro jóvenes atenienses.
Línea 3.Los preparativos de los artesanos actores que ensayan la tragedia de Píramo y Tisbe para la boda.
Línea 4. La discordia matrimonial entre el rey y la reina de las hadas, acompañados por sus séquitos; y Puck, el duende travieso. Como nexos de unión entre estos bloques de acciones diferentes, Shakespeare emplea las figuras de Teseo, Puck, Oberón y Botom.
Las acciones se desarrollan en espacios cerrados y abiertos simétricamente dispuestos con el bosque como foco central. Esta estructura sólida y bien articulada contiene adecuadamente materiales oníricos y líricos a los que, el talento dramático de Shakespeare equilibra y otorga dramatismo.
Por su edad y por sus características, es posible organizar a los personajes de otra manera, formando también cuatro grupos:
• Los mortales adultos dotados de autoridad, grupo constituido por Teseo, Hipólita y Egeo.
• Los mortales jóvenes, que son Hermia, Helena, Demetrio y Lisandro, los jóvenes atenienses.
• Los mortales rústicos: Cuinz, Botom, Hut, Snaut, Snag y Starveling.
• Los seres del mundo feérico: Oberón, Titania, Puck, duendes y hadas.
Teseo y Egeo representan la autoridad patriarcal. Ambos imponen su voluntad sobre el mundo de los jóvenes y, en particular, sobre la mujer. El dominio del varón es subrayado por el hecho de que el matrimonio de Teseo es consecuencia de la derrota de Hipólita, reina de las guerreras amazonas. A pesar de las protestas de racionalidad que esgrimen Egeo y Teseo, sus imposiciones suelen mostrarse caprichosas, arbitrarias e irracionales. Hipólita, en cambio, encarna una visión menos prepotente de la adultez, capaz de preguntarse por la vida como misterio y aceptar su falta de certidumbres. Corresponde a una visión admirativa del autor hacia la mujer en esta primera parte de su dramaturgia. Sus heroínas de comedia se muestran siempre amplias, inteligentes, sagaces, creativas y generadoras de armonía en un mundo que los varones intentan dominar y ordenar.
Para no desentonar con la atmósfera de belleza lírica de las hadas, los jóvenes atenienses están construidos con trazos suaves y delicados. Son soñadores, sentimentales, juguetones y absurdos. El amor se presenta en ellos como producto del contacto visual. Puede brotar, suspenderse convertirse. Lo mismo sucede con la poción mágica de las hadas que, exprimida en los ojos de un durmiente, lo obliga a enamorarse de lo primero que ve. Poco distingue a los jóvenes atenienses de las hadas y muy poco los diferencia entre sí. Mucho se le ha criticado a Shakespeare esta indefinición al delinear a los enamorados, pero es probable que haya sido intencional.
Un tratamiento
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