Ensayos del libro: “ECOLOGIA, ESPIRITUALIDAD Y CONOCIMIENTO”

UNIVERSIDA AUTÓNOMA DE ZACATECAS.[pic 1]

Unida de Ciencias de la Tierra.

Licenciatura en ciencias ambientales.

Ecología II.

Ensayos del libro:

“ECOLOGIA, ESPIRITUALIDAD Y

CONOCIMIENTO”

Profesor: Santiago Valle Rodríguez.

Alumno: Emiliano Pérez Robles.

Octubre 2015, Zacatecas, Zacatecas

El libro, se podría decir, tiene varias vertientes o temas que se pueden englobar en su título, nos sumerge en los hechos mundiales sobre cómo el hombre actúa y ha actuado ante la naturaleza, que es nuestra única fuente de vida.

Nos traslada un poco al eco social y político, y lo que estos han hecho por la humanidad, y por consecuencia ante la naturaleza. ¿Se han obtenido las condiciones idóneas de bienestar? El libro comienza por ahí, haciéndonos preguntas para evaluar nuestro entorno y a quienes están en él. Las desgracias no se limitan a los contornos humanos, sino van más allá hasta lo mero natural, y según las estadísticas, fenómenos naturales de gran poder han surgido en gran número en los últimos tiempos a comparación con la antigüedad, clara señal de que algo está sucediendo en nuestro planeta. Y es que los humanos hemos perdido el control a nivel mundial sobre los fenómenos y desastres naturales, que van desde los incendios, hasta los huracanes.

La humanidad ha conseguido apoderarse de los recursos naturales, hacerlos suyos y sacarles el máximo aprovechamiento. Esto ha desequilibrado el ambiente natural y ha hecho que sucedan fenómenos que de otra forma no existirían. Y todo esto ha encaminado a ciertas personas a crear una alternativa llamada utopía sustentable.

La sustentabilidad nos debería aportar una conciencia humana sobre lo que nos rodea. Se ganaría la conciencia de que es necesario refrenar acciones destructoras que hemos practicado desde años pasados y enfocar nuestras ideas en proyectos colectivos. No podía orillar a tener una conciencia de especie, que no es otra cosa más que una adquisición tras actos de conciencia, en un proceso grupal de reflexión y autocrítica. Por el contrario, lo que busca el hombre es conseguir, de forma individual, las ganancias de sus obras, descartando la visión de la conciencia como partícipe de un mundo donde viven miles de especies.

El humano se puede dar cuenta de quién es de diversos métodos; estos sirve para que se de cuenta de que es una unidad y que no controla al mundo, el mundo lo controla a él. Puede viajar al pasado y darse cuenta cómo se ha evolucionado, como la adaptación nos ha dotado de inteligencia que deberíamos usar. Darnos cuenta de que si somos la especie con más inteligencia y razonamiento es por algo, no sólo para aprovecharnos de los individuos débiles que nada pueden hacer en nuestra contra. Deberíamos ser los protectores del mundo.

El humano ha dividido su razonamiento en tres esferas bien definidas, aunque cada una tiene sus huecos y fallas: la política, social y espiritual, siendo esta última una de las menos utilizadas o a las que se les da menso importancia, ya que se cree que el significado del ser humano se enfrasca en lo político-social.

La diversidad que tenemos en nuestro planeta, no sólo de especies, sino que dentro de la misma humanidad, es un tema que la actual sociedad industrial tiene apartado. Sin embargo es ahí donde debe residir el respeto entre lo que es la sociedad, dentro de la diversidad está el claro ejemplo de que explotar los recursos, y el hecho de ir más allá como unidad social es de hecho un pequeño acto suicida para la sociedad industrial.

Al ingresar en el campo de la autosuficiencia ambiental, podremos discernir que conseguir este punto en nuestras vidas nos traería grandes ventajas a la misma: se aprovecharían los recursos sin desperdiciarlos, se disminuirían contaminantes y basura, dejaríamos de explotar a la madre naturaleza sin tentarnos el corazón; los productores estarían seguros de su trabajo, y la distribución entre la sociedad sería equitativa. La sociedad industrial debería caer en la cuenta de incluir todas las partes de una sociedad social donde influya el bien natural. Y la sociedad justa sería el filo de esta pirámide de acciones. Sería una lucha enorme contra las potencias mercantiles que están ancladas a nuestra sociedad, es decir velar por la pobreza reinante en nuestro mundo a través de toda esa riqueza acumulada.

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