La Abogacia

LA ABOGACÍA

En los orígenes de la abogacía, ubicados 3500 años antes de Jesucristo en la legendaria Sumeria, quien desempeñaba una actividad relacionada con las leyes y los actos jurídicos de tal época se le llamaba escriba público, persona que trasladado a la actualidad vendría a ser el abogado notario, esto bajo el Código de Hammurabi. En la India encontramos dos personajes mencionados en el Manava Darma Sastra, los que respondían al calificativo de asesor y consejero experimentado, estos debían ser conocedores de de las leyes y procedimientos judiciales. En la Biblia existieron dos personajes, los que se mencionana bajo el nombre de mediadores e intercesores. En la Grecia antigua existió un personaje denominado Synagor, esta persona asesoraba y asistía jurídicamente a otro en el areópago. En la Roma de los Césares tiempo antes que al conocedor de leyes y procedimientos judiciales se le llamara advocatus. En la cultura mexica, existió un personaje llamado tepantlato, voz que según la etimología náhuatl, esta compuesta por el vocablo tepan, que significa sobre alguno, y tlatoa, el que habla bien; por consiguiente se llega al conocimiento de que el significado del vocablo completo es “el que habla bien por otros”.

Requisitos para ejercer la profesión.

En Grecia, en las leyes de Solón destacan las siguientes disposiciones: ser ciudadano libre, no haber sido infamado por la comisión de una falta o delito, no haber atentado contra la patria, no tener un comercio escandaloso o contrario al pudor, no haber sido visto en lugares de corrupción, no haber dilapidado su fortuna en caso de haberla heredado. Las mujeres por razón de su sexo estaban excluidas de la profesión de la Abogacía.

En Roma la edad para que la persona fuera autorizada para ejercer la abogacía se encontraba fijada en los diecisiete años, las personas infamadas no podían ejercer, se deberían realizar estudios de leyes por espacio de cinco años.

En España y México los requisitos que se señalaban para el ejercicio de la abogacía eran: tener la edad de diecisiete años cumplidos, quien pretendiera ejercer la abogacía debía de acreditar estudios universitarios en Leyes, además cubrir, por espacio de cuatro años una pasantía en el despacho de algún abogado legalmente establecido, periodo de tiempo que una vez lograda la independencia de México se redujo a tres años; la comprobación de haber aprobado los estudios de Derecho, la presentación de un examen ante la Real Academia, al igual que la presentación de un examen ante el Ilustre Colegio de Abogados de México

El abogado en México.

El establecimiento de la Real y Pontificia Universidad de México indudablemente fue una medida positiva, ya que las luces del conocimiento de Europa se trasladó a México, y es así como un doce de julio del año 1553 en la recién establecida Universidad, el Licenciado Fray Bartolomé Frías y Albornoz, dictó la primera catedra de Derecho en América. Con lo que México se convirtió en la cuna de estudios de Derecho en Toda América.

La mujer abogada en México.

En la Gracia, las mujeres por razón de su sexo no podían ejercer la abogacía.

En Roma, en un principio no se siguió la norma establecida en Grecia. En el foro sobresalieron por sus intervenciones oratorias jurídicas, las que se les reconocía por los pretores y jurisconsultos de la época, dos mujeres

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