La vida el tiempo y la muerte. Marcelino Cereijido
Enviado por Adriel Lemus • 18 de Agosto de 2018 • Reseña • 3.018 Palabras (13 Páginas) • 271 Visitas
Universidad de Guadalajara[pic 1]
Adriel Arafat Aguilar Lemus |
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| La vida, el tiempo y la muerte |
Marcelino Cereijido
Nació en 1933 en Buenos Aires, Argentina. Tiene doble nacionalidad, argentino-mexicano. Las profesiones que tiene son bastantes ya que es doctor en ciencias médicas, fisiología celular y molecular de interacciones celulares, escritor, divulgador científico y es profesor en el Instituto Politécnico Nacional.
El Dr. Cereijido ha escrito más de trescientos artículos científicos. Debido a la dictadura que hubo en Argentina, debió emigrar a estados unidos y luego a México. Ha colaborado con instituciones como la Unesco y le han otorgado aproximadamente 4 premios y distinciones a lo largo de su carrera.
Fanny Blanck-Cereijido
Esposa del Dr. Cereijido, y al igual que su esposo, ella tiene doble nacionalidad, argentino-mexicano. Se graduó en medicina en la Universidad de Buenos Aires y realizó su posgrado en Estados Unidos. La Dra. Blanck es miembro actualmente de la Asociación Psicoanalítica de México. Junto con su esposo han escrito, “La muerte y sus ventajas” y “La vida, el tiempo y la muerte”
Capítulo 1. La emergencia de la vida.
En este capítulo nos habla de cómo los biólogos buscaban explicar la vida, rechazando cualquier participación divina y siguiendo el camino de la ciencia donde se podría decir que descubrieron la evolución, pero no exactamente de una forma correcta, ya que obtuvieron ese resultado pero no podían explicar el cómo, ni el porqué de la vida, por lo cual recurrieron a los físicos, pero ellos estaban ocupados en el desarrollo de la termodinámica. Los físicos descubrieron que con el estudio de la termodinámica no se limitaba solamente a las maquinas, sino que también podrían descubrir los procesos naturales. Gracias a este descubrimiento, los biólogos entendieron que si iban a dar explicaciones físicas de la vida debían de utilizar los principios termodinámicos. Los físicos decían que todo el universo tiende al caos. Los biólogos (evolucionistas) al dar un enfoque físico a la vida, propusieron que la materia se había ido ordenado de repente para ir formando las células, y de ahí los organismos, las neuronas hasta llegar a los seres humanos. Gracias a las leyes de la termodinámica y a las investigaciones que hicieron por mucho tiempo se podría decir que la vida “aprendió a recibir la energía del electrón por la radiación solar”-Cereijido, Blanck-Cereijido, (1988). Página 23. Y esto provoco una serie de eventos que causaron una complejidad que siempre aparecen en nuevas estructuras y nuevos procesos. Esta secuencia tomo la forma de niveles sucesivos, uno de los niveles más alto es el mental. La evolución esta apurada, ya que en un abrir y cerrar de ojos se pasa del huevo fecundado hasta el cadáver de este mismo. “Los organismos tenemos una vida efímera porque las enzimas, los aparatos circulatorios y las neuronas nos aceleran, y la muerte nos quita de en medio. La evolución nos dotó de un cerebro que cree que el tiempo fluye” -Cereijido, Blanck-Cereijido, (1988). Página 24
Capítulo 2. La emergencia de la idea del tiempo
El ser humano suele afirmar que todas nuestras facultades mentales salieron de repente, cuando los humanos aparecieron en la Tierra, ignoran que nuestro cerebro es el producto de la evolución. Los animales son capaces de establecer relaciones con el tiempo, por ejemplo, si sacas a tu perro al baño a las 9:00 a.m. y lo vuelves a sacar a las 9:00 p.m. su organismo se ha cronometrado para responder de una manera programada en esos lapsos de tiempo. En la etapa pre biológica, que se ve en el capítulo anterior, ya existían los procesos cíclicos como día/noche, verano/invierno, etc. Esos ciclos establecieron ciertas conductas en los organismos, y los seres que lograron adaptarse tuvieron mayor ventaja evolutiva “Los organismos están equipados con osciladores periódicos de frecuencias variadas, que se articulan y sincronizan con el medio para funcionar satisfactoriamente”-Cereijido, Blanck-Cereijido, (1988). Página 31. Con otras palabras, cuando la naturaleza desarrollo al hombre lo equipo con un mecanismo autosincronizable. Pero a diferencia de lo que vemos y escuchamos, con los ojos y los oídos, no se sabe con qué percibimos el tiempo. El estímulo con el que percibimos el tiempo podría venir de dos fuentes: experiencia interna y/o externa. El ser que tuviera la habilidad de saber el concepto de tiempo y de ver la realidad con causas y efectos, tenía más posibilidades de sobrevivir. “El hombre tuvo la obsesión de la casualidad y su mente generó modelos explicativos” -Cereijido, Blanck-Cereijido, (1988). Página 35. La idea del tiempo que hoy en día tiene un adulto, no es espontanea, no surgió de la nada, sino que fue desarrollándose y evolucionando a lo largo de la historia.
Capítulo 3. La mente y el tiempo.
En este capítulo se adentra más en conceptos psicoanalíticos que en conceptos físicos o biológicos. Aquí nos dice que puede que nosotros creamos el tiempo, es decir que el tiempo solo venga siendo una idea de nuestra mente. En la mente existen al menos dos niveles: a) consciente: en este nivel es donde se utiliza la razón, se hacen compromisos, damos justificaciones y excusas. b) inconsciente: se guarda la información diversa sobre hechos y emociones; es carente de lógica, no hay “sentido común”, es donde están nuestros recuerdos. Un ejemplo del consciente seria cuando prestamos atención a un asunto, tenemos una idea o algo parecido. Y del inconsciente seria donde está toda la información que no necesitamos en ese momento, como fechas, apuros, canciones, comidas, etc. Freud (1915). Laplanche y Lelarre (1961), nos dicen que el inconsciente aparece en el niño cuando empieza a utilizar el lenguaje. El psicoanálisis dice que en el inconsciente, el tiempo no existe. El significado de nuestros recuerdos se modifica mediante las nuevas experiencias, esto produce un efecto al cual Freud llamo “resignificación”. Solo el consciente necesita de un tiempo que fluya linealmente, desde el pasado hacia el futuro.
Capítulo 4. La adquisición de la temporalidad en el hombre
“El tiempo madura todas las cosas. Ningún hombre nace sabio”-Miguel de Cervantes.
“Nosotros no recordamos días, sino momentos”- Cesare Pavese.
Las personas sienten que su vida pasa cómo en un tiempo del sentido común, es decir que fluye en una línea recta, del pasado al presente y de ahí al futuro, sabiendo la noción de irreversibilidad, duración y otros conceptos, pero el niño, al nacer, no sabe de qué trata todo eso y conforme pasan los años va profundizando en ese conocimiento mediante de las costumbres en su entorno, las normas y leyes. Para generar la noción de temporalidad en el niño, se debe realizar en la hora que se le da el alimento, ya que son necesidades que incrementan a medida que es más el tiempo que se lleva en calmarlas. Los momentos en los que se tarda en darle de comer, van poniéndolo en la realidad. La falta de satisfacción llevan al niño a las alucinaciones y al pensamiento, el pensamiento se va formando mediante las palabras. Así que Lacan (1957), dice que el ser humano se va construyendo a través de las palabras que le son mencionadas. En un principio, el tiempo del bebé no tiene límite, está compuesto solo por instantes divididos. En este capítulo nos habla también de las afirmaciones de Jean Piaget, una de sus afirmaciones son sobre las relaciones causales (prueba y error) que vendría siendo en términos temporales: causa antes, efecto después. También nos dice que el tiempo para el niño es igual a la duración psicológica de sus actos y va estableciendo una relación con el mundo exterior. La temporalidad del adulto no es espontanea, se adquiere tras los años por las experiencias de perdida, y está ligada al habla y al pensar y hacer; el tiempo del adulto son sus propias ideas, vivencias, actitudes que están relacionadas con él.
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