Los Tres Estados De Bienestar
Enviado por wendynes • 17 de Abril de 2013 • 2.081 Palabras (9 Páginas) • 695 Visitas
LOS TRES MUNDOS DEL ESTADO DEL BIENESTAR
Se plantea una diferenciación de los estados del bienestar, a partir de análisis históricos, culturales, económicos y políticos; enmarcados en un estudio del “bienestar social”, en su producción y distribución, a lo largo de las transformaciones históricas que ha sufrido, con el objetivo de hacer una reconceptualización del concepto de Estado de Bienestar a partir de estudios que no se limiten a definirlo según sus “gastos” y demostrando que no todos son del mismo tipo. El estado del bienestar, en un concepto general, es aquel que se preocupa por garantizar la producción y distribución del bienestar social, a través de una serie de “políticas sociales”, que pretenden proveer ciertos servicios y garantías que permitan satisfacer las necesidades de la sociedad.
Teniendo en cuenta que el concepto de bienestar social ha estado presente en diferentes momentos históricos (al menos como conceptos similares) y que la “ampliación de los derechos sociales” comúnmente ha sido la esencia de la política social, se hace un análisis más detallado de los cambios sufridos por el bienestar social dentro del sistema capitalista, analizando una característica particular de este: la mercantilización del sujeto, de sus necesidades humanas y su fuerza de trabajo. Esta mercantilización provoco que el bienestar social empezara a depender de la capacidad monetaria; de aquí surgen gran parte de las problemáticas a resolver, a través del bienestar social, dentro de este sistema. Se propone como solución para el bienestar social dentro del capitalismo, evaluar los derechos sociales analizando su utilidad en la desmercantilización, permitiendo que los “niveles de vida” de la gente sean independientes del mercado (que los derechos sociales disminuyan el “status” de los ciudadanos como "mercancías").
Las características históricas de los Estados han influido en los enfoques de sus sistemas de bienestar social, que se han desarrollado de diferentes formas. El autor identifica tres modelos del Estado de Bienestar: conservador, liberal y “socialdemócrata"; cada uno de ellos definido con su propia lógica de organización, estratificación e integración social; originados a partir de distintos momentos históricos y con contextos diferentes, que dan pie a un desarrollo cualitativamente diferente del bienestar social.
Se aclara que la sociedad “precapitalista” no carecía por completo de la “mercantilización”, prueba de ello es la producción de la agricultura feudal de cultivos comerciales y el interés en la producción e intercambio de mercancías por parte de las ciudades medievales; además la economía contenía una lógica de recaudo de impuestos que, a su vez, exigía la venta de mercancías; sin embargo aun no se desarrollaba una mercantilización como tal del trabajo.
Se plantea a la “tradición conservadora” como la primera en oponerse a la mercantilización del trabajo, debido a que el avance del liberalismo, de la democracia y del capitalismo podía destruir las instituciones sobre las que se basaban su poder y sus privilegios; se opuso rotundamente al principio de mercantilizar a las personas, declarándolo como moralmente degradante y socialmente corruptor. Esta tradición se oponía a la mercantilización, pues el trabajo como mercancía afectaba, por ejemplo, el control laboral, feudal o absolutista, debido a que la empresa capitalista ofrecía ciertos beneficios sociales aparte del salario, además de una noción de libertad llamativa aunque mentirosa.
Dentro de las posturas del “conservadurismo” (posturas “precapitalistas”) se distinguen tres posturas en materia de tratar el problema de la mercantilización, (que para el conservadurismo resulta antagónico). La primera es la “feudal”, el bienestar social en esta época se enfocaba en garantizar ciertos derechos sociales, aunque (como en todas las posturas del conservadurismo) condicionados a la moral, a la lealtad o a la convención, el autor nos brinda un ejemplo de cómo se asumía el bienestar social desde esta postura, con el “paternalismo” (el “amo” asume la responsabilidad de resolverle ciertos problemas a su trabajador, a cambio de sus servicios).
La segunda postura es la corporativista (de gremios y asociaciones de artesanos o trabajadores de un mismo oficio), que consistía en asociaciones fraternas de la clase trabajadora, que ofrecían ciertos servicios y protección a sus miembros, a través de la monopolización del ingreso, la afiliación, los precios y la producción; además combinando el salario y el bienestar social, ocupándose de los miembros incapacitados, de las viudas y de los huérfanos. Se plantea esta postura como una de las primeras y más frecuentes respuestas a la mercantilización, pues pretende integrar al individuo dentro de una “entidad orgánica”, protegiéndolo de la individualización y de la competitividad del mercado.
Y la tercera es la estatista que tenia como fundamento los derechos sociales (como el seguro social) y a través de ellos pretendía la integración social, la conservación de la autoridad, la batalla contra el socialismo y la oposición al individualismo y al liberalismo. De esta postura surge el principio del "socialismo monárquico", un modelo absolutista de compromiso paternalista y autoritario para la protección social de sus súbditos. Los ejemplos históricos más definidos fueron los regímenes de Alemania bajo Bismarck y de Austria bajo Von Taaffe.
LA RESPUESTA LIBERAL A LOS DILEMAS DE LA MERCANTILIZACIÓN
Se analiza como la lógica del liberalismo aquella que concibe al mercado como “emancipatorio”, pues promueve la laboriosidad y la confianza en uno mismo. Para los liberales, si el mercado es libre y se autorregula, permite que todo el que quiera trabajar trabaje y, por consiguiente, pueda asegurar su propio bienestar (asumiendo que todos los individuos son capaces de participar en el mercado, incluyendo lisiados, ciegos, viejos, etc.), además asumen los problemas sociales como la pobreza o el desamparo, como resultado de errores y falencias “de previsión y de ahorro“de los individuos.
El autor explica como las nuevas “leyes para pobres” eran una política social encaminada a plantear como el “eje de la existencia de una persona” su salario y el mercado. En este contexto, el bienestar social se define como “la voluntad de alguien para alquilar la fuerza de trabajo de alguien mas”. Ciertamente el modelo liberal no niega cualquier forma de protección social, sin embargo cree en la autorregulación del mercado, y por eso su desmercantilización es débil. Ello demuestra que la seguridad social en un país no es necesariamente la prueba que hay una desmercantilización,
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