Plan de Lectura de Tanto Gusto

“Tanto Gusto” de Fernando Savater

1. ¿Qué?

1. El sexo en particular ha adquirido una característica muy tabú en la sociedad.

1. ¿Por Qué?

1. Se ven a los temas relacionados con el sexo con màs miedo que a los temas de violencia.
2. El sexo forma parte de nuestro desarrollo humano y es completamente natural, el desdén que se tiene por él no resulta normal
3. La abstinencia está sobrevalorada en la sociedad

1. ¿Para Que?

1. La violencia, romper las leyes, y actos similares han sido valoradas en nuestra sociedad como menos “malas” que el sexo, y resulta más facil hablar de estos hecho inhumanos, que hablar de una de las cosas más humanas que existen, el sexo.
2. Ya que el sexo forma parte de nuestras necesidades como humanos, al igual que el comer o las necesidades planteadas por los psicólogos, no resulta natural el hecho que este mismo sea visto de manera completamente distinto, hasta de manera más bestial que los otros.
3. En la historia, la abstinencia se ha visto como algo que lleva a un desarrollo superior sobre aquellos que no se abstienen, se ve como superiores a aquellos que ignoran un deseo completamente humano y natural, ya que este brinda placer.

1. ¿Para Que?

1. “Puedes estar seguro de que su «inmoralidad» no ha consistido en saltarse un semáforo en rojo, (...) Lo más probable es que el salido de Fulanito se dedicase a palmear con rudo aprecio el trasero de las mejores jamonas que se fueran cruzando en su camino…”
2. “Cuando la gente habla de «moral» y sobre todo de «inmoralidad», el ochenta por ciento de las veces —y seguro que me quedo corto— el sermón trata de algo referente al sexo.”
3. La MPAA no puede tener valores, solo cuenta granos, o tetillas, o palabras de cuatro letras (Roger Erbert, 2000, “Ugly Reality in Movie Ratings”

1. “En el sexo, de por sí, no hay nada más «inmoral» que en la comida o en los paseos por el campo…”

1. “Todo puede llegar a sentar mal o servir para hacer el mal, pero nada es malo sólo por el hecho de que le dé gusto hacerlo.”
2. “No sólo es que «tenemos» un cuerpo, como suele decirse (casi con resignación), sino que somos un cuerpo, sin cuya satisfacción y bienestar no hay vida buena que valga. El que se avergüenza de las capacidades gozosas de su cuerpo es tan bobo como el que se avergüenza de haberse aprendido la tabla de multiplicar.”

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