RESUMEN DE ATENCION AL RECIEN NACIDO Y ADOLESCENCIA
Enviado por jlm41004 • 18 de Noviembre de 2013 • 5.891 Palabras (24 Páginas) • 523 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
GUANARE. ESTADO PORTUGUESA
PEDIATRIA I
DRA. DELIA LAVADO
GUANARE, OCTUBRE 2013
Recién Nacido
Un neonato o recién nacido es un bebe que tiene 27 días o menos desde su nacimiento, bien sea por parto o por cesárea. La definición de este período es importante porque representa una etapa muy corta de la vida; sin embargo, en ella suceden cambios muy rápidos que pueden derivar en consecuencias importantes para el resto de la vida del recién nacido. El término se ajusta a nacidos pretérmino, a término o pasados los 9 meses del embarazo.
Durante los primeros 30 días de vida, se pueden descubrir la mayoría de los defectos congénitos y genéticos. No todas las anomalías genéticas se manifiestan por su clínica en el momento del nacimiento, pero con el manejo adecuado, se pueden descubrir, prevenir y tratar gran parte de las enfermedades del nuevo ser humano.
El recién nacido puede presentar aspectos muy diferentes atendiendo a numerosos factores propios, de su madre o del periodo gestacional. Por otra parte, existen numerosos fenómenos transicionales, derivados de la adaptación del neonato al nuevo entorno en el que se desenvuelve. Este hecho conlleva una serie de cambios, la mayoría predecibles, que establecen la norma del desarrollo y crecimiento infantil y que tienden a señalar la aparición de signos patológicos.
Aspecto Normal
Durante las primeras semanas, la mayor parte del tiempo el bebé tenderá a mantener los puños apretados, los codos, caderas y rodillas flexionadas, y brazos y piernas replegados sobre la parte anterior del cuerpo. Esta postura se perece bastante a la posición fetal que mantuvo durante los últimos meses de embarazo. Los bebés que nacen prematuramente pueden presentar algunas diferencias en lo que se refiere a la postura, aspecto, actividad y comportamiento en comparación con los recién nacidos a término.
Color: El color de la piel de un bebé puede variar mucho, dependiendo de la edad, la raza o grupo étnico, la temperatura y si el bebé está o no está llorando. El color de la piel de los bebés a menudo cambia con el ambiente y la salud.
Cuando un bebé nace, la piel es de un color rojo oscuro a púrpura. Cuando el bebé comienza a respirar, cambia a color rojo. Este enrojecimiento normalmente comienza a desaparecer el primer día. Las manos y los pies pueden presentar un color azulado durante varios días. Ésta es una respuesta normal a la circulación sanguínea inmadura del bebé. Sin embargo, una coloración azul en otras partes del cuerpo no es normal.
Algunos recién nacidos desarrollan una coloración amarillenta denominada ictericia. Esta puede ser una respuesta normal a la eliminación que hace el cuerpo del exceso de glóbulos rojos. No obstante, puede estar indicando un trastorno más grave, especialmente si el color amarillento aparece el primer día y luego empeora. En general, la ictericia se puede apreciar presionando suavemente la frente o el tórax del bebé y observando cómo vuelve el color. Es probable que se requieran pruebas de laboratorio para evaluar la ictericia.
Cabeza: La cabeza de un bebé nacido por parto vaginal a menudo presenta algún grado de deformidad o moldeamiento, que es cuando los huesos del cráneo del bebé se deforman y se superponen parcialmente, haciendo que la parte superior de la cabeza del bebé tenga una forma alargada, abombada, ovalada o, incluso, “apepinada”. Este aspecto, que a veces puede resultar chocante, irá desapareciendo a lo largo de los primeros días de vida, a medida que los huesos del cráneo del bebé se vayan redondeando. La cabeza de los bebés que nacen por cesárea o de nalgas (con las nalgas o los pies primero) generalmente no presenta moldeamiento.
Fontanelas: Debido a la separación existente entre los huesos que conforman el cráneo del bebé, se podrá palpar dos fontanelas, también conocidas como “puntos blandos o deprimidos”, en la parte superior de la cabeza del bebé. El de mayor tamaño, ubicado en la parte frontal de la cabeza, tiene forma de diamante y suele medir entre 2,5 y 7,5 cm de ancho. En la parte posterior de la cabeza los bebés tienen otra fontanela, de menor tamaño y en forma de triángulo.
Caput: Además de tener forma alargada u ovalada, la cabeza de un recién nacido puede tener una o varias protuberancias provocadas por el traumatismo del parto. Conocido como caput succedaneum o “tumor del parto”, se trata de una zona circular del cuero cabelludo hinchada y amoratada que generalmente se encuentra en la parte posterior de la cabeza, que es la que primero se abre paso por el canal del parto. Suele remitir en unos pocos días.
Cefalohematoma: es una masa de sangre que se ha filtrado bajo la membrana protectora que recubre uno de los huesos del cráneo. Generalmente está provocado por la presión que ejerce la cabeza del bebé contra los huesos pelvianos de la madre al atravesar el canal del parto. El edema se limita a un lado de la cabeza del bebé y, a diferencia del “tumor del parto”, puede tardar una o dos semanas en desaparecer. La rotura de las células sanguíneas del cefalohematoma puede determinar que el bebé presente una ictericia más pronunciada durante la primera semana de vida.
Unto sebáceo: Es una sustancia blanca, oleosa, tipo queso que recubre la piel de muchos bebés después del parto. Se forma por las secreciones de las glándulas sebáceas del bebé protegiendo su piel cuando se encuentra dentro del líquido amniótico durante el embarazo. El unto sebáceo puede no presentarse en algunos bebés que nacen a término (luego de las 41 semanas de embarazo). No es necesario quitarlo y generalmente se absorbe en la piel.
Lanugo: Es el vello suave y fino que cubre el cuerpo de un bebé, especialmente en los hombros, la espalda, la frente y las mejillas. Es más visible en los bebés prematuros, pero habitualmente no se ve en los bebés nacidos a finales del embarazo.
Acné miliar: El acné miliar son manchas duras, blancas y diminutas que parecen granos y aparecen en la nariz del recién nacido. También pueden aparecer en el mentón y la frente. El acné miliar se forma por las glándulas sebáceas y desaparece por sí solo. Cuando esto ocurre en la boca y las encías de un bebé, se llaman perlas de Epstein.
Marcas de la cigüeña: Son pequeñas manchas rosadas o rojas que se encuentran a menudo en los párpados, entre los ojos, en el labio superior y en la parte posterior del cuello de un bebé. El nombre viene de las marcas
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