TIEMPOS DIFICILES DE CHARLES DICKENS
Enviado por Betiana251 • 8 de Marzo de 2017 • Monografía • 9.566 Palabras (39 Páginas) • 465 Visitas
Índice
- Introducción _ 2
- Marco teórico _ 3
- Contextualización y análisis de la obra _ 12
- Tiempos difíciles y su relación con otras obras del S. XIX 27
- Conclusiones 29
- Bibliografía 31
Introducción
El presente trabajo constituye el informe final de la cátedra de Teoría Literaria II del profesorado de Lengua y literatura y tiene como objetivo realizar un análisis de una de las obras literarias más representativas del siglo XIX: Tiempos difíciles, de Charles Dickens.
La hipótesis de lectura a partir de la cual se llevará a cabo el análisis, sostiene que Tiempos Difíciles constituye una crítica social de la Inglaterra victoriana, a través de la cual se cuestionan, principalmente, dos aspectos característicos de la misma: la pedagogía utilitarista en las escuelas y las condiciones infrahumanas en las que vivía la clase obrera.
Con este objetivo se presentará, en primera instancia, un marco teórico que dé cuenta de las concepciones adoptadas para realizar el análisis de la obra literaria, cuyas fuentes son: El problema de los géneros discursivos de Mijaíl Bajtín y El discurso en la vida y el discurso en la poesía, de Valentín Voloshinov. Seguidamente se hará una contextualización histórica de la obra y se expondrán aquellos discursos sociales que la anteceden en la compleja “cadena de enunciados”, para luego realizar el análisis y corroboración de la hipótesis de lectura.
Por último, se establecerá una relación entre esta novela y otra del mismo siglo, para dar cuenta del estrecho vínculo que existe entre las obras artísticas y el contexto sociohistórico en el que se producen, tal como lo plantea Bajtin. La obra escogida para establecer dicha relación es Memorias del subsuelo, de Fiodor Dostoievski.
Marco teórico
El problema de los géneros discursivos
- Planteamiento del problema y definición de los géneros discursivos
Mijaíl Bajtín ha desarrollado los principales supuestos de una teoría literaria de corriente marxista, siguiendo en sintonía con los estudios formalistas, de cuya crítica parte.
Bajtín insiste en la necesidad de considerar la naturaleza del enunciado y, en este sentido, plantea que hay tantos enunciados y, por ende, tantos usos de la lengua, como esferas de la actividad humana existen. Es decir que en cada ámbito de la vida social, es posible diferenciar unos “tipos relativamente estables de enunciados” y éstos constituyen lo que Bajtín denomina Géneros discursivos.
Cada género discursivo se caracteriza por tener un contenido temático, un estilo y una composición determinada y cada uno de estos tres elementos están determinados por la esfera de la actividad humana en la que estos “tipos relativamente estables” de enunciados son producidos. Ahora bien, Bajtín afirma que hay tantos campos de la actividad humana, tantos ámbitos en los que circula el lenguaje, que la variedad de géneros discursivos es extremadamente heterogénea y compleja y es, en esta heterogeneidad y complejidad, donde se hace necesario comprender la naturaleza del enunciado.
Este autor realiza entonces una distinción entre los géneros discursivos primarios (simples) y los secundarios (complejos). Los primarios son aquellos que se producen en la cotidianeidad, guardando una relación directa con la realidad. Un ejemplo de éstos pueden ser las réplicas de un diálogo o una carta. En cambio, los secundarios, son producidos en condiciones más complejas de la comunicación cultural, o sea, en esferas de la actividad humana más desarrolladas y más organizadas; las novelas, los dramas, las investigaciones científicas, son algunos ejemplos.
Por otra parte, el autor explica que los géneros discursivos secundarios o complejos, absorben y transforman una variedad de géneros primarios o simples, provocando que éstos pierdan su relación inmediata con la realidad. Así, por ejemplo, una novela puede incluir réplicas de diálogos cotidianos y estos diálogos participan de la realidad sólo a través de la novela, como un acontecimiento artístico y no como un hecho cotidiano.
Bajtín asegura que el considerar la correlación entre los géneros primarios y los secundarios, así como el proceso de la formación histórica de ambos, ayuda a comprender la naturaleza del enunciado y la importante relación entre el lenguaje y la ideología o visión del mundo.
Lo que Bajtín sostiene y, en lo que insiste entonces, es en que ninguna investigación lingüística, debe seguir ignorando esta naturaleza compleja y heterogénea del enunciado. En palabras suyas:
“El menosprecio de la naturaleza del enunciado y la indiferencia frente a los detalles de los aspectos genéricos del discurso llevan, en cualquier esfera de la investigación lingüística, al formalismo y a una abstracción excesiva, desvirtúan el carácter histórico de la investigación, debilitan el vínculo del lenguaje con la vida. Porque el lenguaje participa en la vida a través de los enunciados concretos que lo realizan, así como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados. “[1]
De este modo, Bajtín plantea una relación indisoluble entre el lenguaje y el contexto social donde se producen los enunciados. Esta idea se sintetiza en la siguiente cita del autor:
“Los enunciados y sus tipos, es decir, los géneros discursivos, son correas de transmisión entre la historia de la sociedad y la historia de la lengua”[2]
Por último, teniendo en cuenta el carácter histórico de los géneros discursivos, y en lo que a la lengua literaria respecta, Bajtín sostiene que ésta se va desarrollando en cada época acudiendo tanto a géneros secundarios como literarios, periodísticos o científicos, como a los primarios: diálogos íntimos, cotidianos, familiares, etc.
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