Taller De Medios Y Recursos

Evaluación Institucional.

Ander Egg

Que, como y cuando hay que evaluar

La evaluación es una tarea que todos, de alguna manera, realizamos cotidianamente en la vida; evaluamos los resultados de nuestra acción.

En el término en su acepción amplia encontramos definiciones como la de la Real Academia Española, evaluar es “señalar el valor de una cosa”.

Definición genérica de uno de los principales autores en materia de investigación evaluativa Scriven, el evaluar es un “proceso por el cual estimamos el mérito o valor de algo”.

Como una primera aproximación podemos decir que evaluar es una forma de estimar, apreciar, calcular. En última instancia es siempre un juicio de valor acerca de algo.

Dentro de la practica educativa, la evaluación es un instrumento y es parte del proceso de enseñanza/aprendizaje; es imprescindible para poder verificar en qué medida se han conseguido (o no), los objetivos educativos previstos. Para el docente, es un instrumento para evaluar su propia intervención educativa y reajustar, las programaciones y actividades subsiguientes.

Desde el marco de la propuesta constructiva, el modelo curricular concibe la evaluación como una actividad sistemática y continua, que tiene un carácter instrumental, cuyos propósitos principales son:

• Ser un instrumento que ayude al crecimiento personal de los educados, a través de la ayuda y orientación que debe proporcionar, dentro del proceso de aprendizaje.

• Valorar el rendimiento del educado, en torno a sus progresos con respecto a si mismo y no en relación con los aprendizajes que se proponen en el currículum.

• Detectar las dificultades de aprendizaje y los fallos que existen en el modo de enseñar y de los procedimientos pedagógicos utilizados, de cara a mejorar el proceso educativo.

• Como consecuencia de todo lo anterior, corregir, modificar o confirmar el mismo currículum y los procedimientos y estrategias pedagógicas utilizadas.

Todo esto supone que la evaluación va más allá de evaluar el aprendizaje. O sea: además del educando, hay que evaluar al educador y el mismo proyecto curricular.

LA EVALUACION ES: parte del proceso de enseñanza/aprendizaje y tiene un carácter:

• Formativo: que ayuda al proceso de aprendizaje y que tiene un valor pedagógico.

• Continuo: no se limita al momento del examen.

• Integral: en cuanto comprende e integra lo conceptual, lo procedimental y lo actitudinal.

• Sistemático: se realiza de acuerdo con un plan y criterios preestablecidos.

• Orientador: del alumno en su proceso de aprendizaje y del propio educador en lo que a su capacidad de enseñar se refiere.

¿Qué pasa con la forma tradicional de evaluar?

En la mayoría de los centros educativos, a lo que a evaluación se refieren, encontramos que la forma más habitual de hacerlo se centra y representa en “EXAMEN o EXAMENES” que los alumnos deben pasar. Estos se utilizan para aprobar o reprobar el aprovechamiento de los alumnos. Esto ha permitido que la evaluación se transforme en un instrumento de refuerzo, como ejercicio arbitrario del poder. Por otra parte la forma tradicional de evaluar a sido también un factor de discriminación y selección social que margina, excluye y condena al fracaso escolar, a una cierta cantidad de alumnos.

Como consecuencia de la forma de evaluar se producen distorsiones en el proceso educativo. El docente se transforma más en un juez que en un maestro; con frecuencia remite más que estimula. Durante el examen el estudiante aparece como un interrogado en un proceso en el que hay que encontrar lo que no sabe. Es más un acusado que un discípulo al que se ayuda y acompaña en la aventura de aprender.

En algunos centros educativos, entre exámenes parciales, recuperaciones y finales, puede llegarse a una situación en que cada alumno pase más de 50 evaluaciones anuales. Por otra parte, las formas tradicionales de evaluación transforman los periodos de exámenes en un tiempo de tenciones, nerviosismos, colitis y fobias, hasta el punto de convertirse en una especie de tortura psicopedagógica, que llega a producir trastornos psicosomáticos, pérdida de apetito, insomnio, depresión, ansiedad.

Evaluación, autoestima e imagen de si mismo

El modo tradicional de evaluar, en algunas ocasiones, influye negativamente en la autoestima de los propios alumnos, en la imagen que tienen de si mismos. No es extraño que se produzcan cuadros depresivos, desequilibrios psicológicos y hasta intentos de suicidios, como consecuencia de que el niño o el adolescente no puede soportar su fracaso, sobre todo ante sus padres, cuando estos exigen notas brillantes y ser siempre un alumno destacado.

La abundancia de exámenes termina por dominar una parte importante de la vida de algunas instituciones educativas y por desgastar al profesorado realizando este tipo de tareas que, en el fondo, lo transforman en una criba para seleccionar y para dar resultado de evaluaciones que solo sirven para decir si el alumno aprobó o no una asignatura.

Que hacer para estudiar con aprovechamiento

• Lo primero que hay que cuidar es el estado físico. Exceso de comida o comidas pesadas, mucho alcohol y tabaco, no ayudan a estudiar con rendimiento, cuando se esta estudiando para los exámenes hay que dormir bien y hacer ejercicio físico. No es importante la cantidad de tiempo que estoy con los libros para estudiar, si no el tiempo en el que el estudio me rinde efectivamente.

• Hay que tener un rincón para estudiar, sin ignorar la situación de niños y adolescentes de familias pobres que no disponen de una casa, uno siempre tiene posibilidad de hacerse un rinconcito en una biblioteca del barrio, en un lugar del patio. Y si se puede tener el rincón, este debe reunir condiciones como: aireación, iluminación adecuada, silencio y evitar la distracción.

• En el tiempo para estudiar hay que estudiar: estudiar con otros ayudan a repasar o reforzar conocimientos, para tener una mejor compresión de algunos temas. Pero no es recomendable estudiar siempre con otros.

• Dejar de lado las ideas parasitas.

• Saber hacer esquemas, resúmenes, síntesis, subrayar y distinguir las ideas principales.

• Estudiar temas y asignaturas con tiempo suficiente para que se pueda “digerir” hay que memorizar de manera comprensiva y encontrar significado y funcionalidad lo que se estudia.

• Hay que tener confianza en uno mismo y saber que estudia para algo que sirve al propio desarrollo personal.

¿Qué hay que evaluar?

Algunos pedagogos en respuesta, hablan de las “categorías de objetivos o resultados”

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