Vivision de los vencidos

El libro recopila varios testimonios por parte de los indígenas que cuentan los eventos que sucedieron en Tenochtitlan, Tlatelolco, Tezcoco, Chalco y Tlaxcala, principalmente, a la llegada de los conquistadores. Se muestran los engaños, las batallas, las enfermedades, el dolor al ver pueblos masacrados, entre otras diferentes situaciones. Esta es la historia de la Conquista a partir de varios puntos de vista, donde también ayuda a tener una visión más general de esta; la obra sigue un orden cronológico, desde los presagios a la llegada de los españoles, hasta la caída y destrucción del pueblo de Tenochtitlan.

Inicia narrando los ocho presagios funestos, tales como son: una espiga de fuego en el cielo que cuando se mostraba causaba alboroto, la casa de Huitzilopochtli ardió en llamas por su propia cuenta, el templo de Xiuhtecuhtli resulta herido por un rayo, cayó un fuego dividido en tres partes causando nuevamente un gran alboroto, el viento haciendo hervir el agua de una laguna, el lamento de una mujer, que Motecuhzoma viera el cielo y las estrellas en un pájaro, y la aparición de muchas personas deformes; y ocho prodigios, los cuales los mexicas afirmaron ver, estos eventos tomaron lugar aproximadamente 10 años antes de la llegada de los españoles.

Continua con un Motecuhzoma asustado por los presagios, y toma la decisión de mandar a llamar a sabios y hechiceros para saber si ocurriría un desastre, estos no le pudieron dar repuesta; pero solamente un hombre del pueblo si había visto algo. Este le dijo que vio una torres grandes flotando en el mar (golfo de México) y en seguido de eso, Motecuhzoma mandó a alguien a comprobar lo que había escuchado, estas personas fueron hasta el lugar donde el hombre dijo que estaban esos cerros y vieron ahí que todo era cierto. Inmediatamente deciden ir a contarle todo a Motecuhzoma, le describieron que estaban a orillas del mar, pescando con red y cañas; que cuando terminaron de pescar, subieron en pequeñas canoas que los llevaron a las torres y subían a ellas. También contaron que usaban unos sacos colorados, y colores varios; en la cabeza traían unos paños colorados, “… y las carnes de ellos muy blancas, más que nuestras carnes, excepto que todos los más tienen barba larga y el cabello hasta la oreja les da.” ; esto preocupa a Motecuhzoma.

Posteriormente, Motecuhzoma decide mandar nuevamente a su gente a vigilar mientras que él tiene una junta con otros príncipes, al momento de estar conversando, este se da cuenta de que el llegado puede ser el príncipe Quetzalcóatl. Llamó a más gente y los mandó a cumplir los preparativos para recibir a Quetzalcóatl, tales como joyas, escudos, ropa, alimentos, entre otros. Estando ya listos los preparativos, Motecuhzoma les dice: “Id, no os demoréis. Haced acatamiento a nuestro señor el dios. Decidle: “Nos envía acá tu lugarteniente Motecuhzoma. He aquí lo que te da en agasajo al llegar a tu morada de México”.” Pero en realidad los llegados resultaron ser los españoles. Cortés los recibe y decide asustar a los mexicas atando a estos de pies y cuello, disparan el cañón grande y caen desmayados por el susto; los despiertan y les dicen que pensaban que los mexicas eran muy machos. Es ahí que reciben espadas y escudos para contender unos entre otros, los mexicas se niegan dado que si Motecuhzoma se entera podría enfadarse. Los dejan ir y estos se disponen a regresar, llegando cuentan todo lo que vieron y lo que les hicieron, que visten todo de hierro, con cabello amarillo, son fuertes y grandes, y que montan venados enormes.

Dado esto, Motecuhzoma se asusta y manda a toda clase de magos, hechiceros, hombres inhumanos, guerreros, valientes e incluso cautivos para que se hicieran sacrificios, con el fin de asustar a los españoles y se fueran, pero todo fue en vano ya que nada los atemorizaba. Dado este resultado, Motecuhzoma toma la decisión de huir, pero se arrepiente y decide ver que es lo que pasará.

En el capítulo quinto los mensajeros de Motecuhzoma seguían intentando parar a los españoles, pero no tuvieron ningún resultado; los españoles siguen avanzando con la ayuda de Tlacochcálcatl, un hombre de Cempoalla que también sabia hablar náhuatl. Al llegar a tierras tlaxcaltecas, los otomíes se defendieron y resultaron vencidos; así es como eligen aliarse a los españoles y los guían ahora. Dado que estos eran enemigos de la gente de Cholula, le empiezan a meter “cizaña” a los españoles para así poder atacarlos. Llegando a Cholula, empieza la batalla y dado que los cholultecas no tenían grandes armas se convirtió en una masacre en tan solo un momento, causando así la matanza de Cholula. “No más con perfidia fueron muertos, no más como ciegos murieron, no más sin saberlo murieron.”

Continua con los españoles con un grupo más agrandado siguen su camino a Tenochtitlan, cuando llegan a las faldas del Popocatépetl

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