Your lie about me
Enviado por alittlelou • 23 de Mayo de 2019 • Ensayo • 1.766 Palabras (8 Páginas) • 221 Visitas
Capítulo 1.
Un prodigio del piano, tocando la Sonata No. 14 a la perfección, un niño de apenas 8 años, con unos ágiles dedos dignos de apreciar, todos mirándolos con la emoción brotando por los poros. Un pequeño niño que siempre ha dejado que hablar.
-Actualidad-
Sentado en la sala de música, con los cascos puestos y una agradable canción, observando al piano para poder iniciar su “intento” de una perfecta melodía; pero, una pelota de baseball golpea contra su cabeza y cae tendido en el suelo.
Liam entra corriendo a la sala. - ¡Louis, Louis!, ¡Lo lamento! - Lo levanta y empieza a revisarle la cabeza viendo que sólo era un golpe.
-¡Pero qué hiciste, tonto!, ¡Hace poco arreglaron la ventana que nuevamente tú arruinaste!- Louis empieza a temblar preocupado por lo que acababa de hacer su mejor amigo de la infancia.
-¿Eh?, sólo ha sido un poco, ya lo arreglarán, no te preocupes.- Le sonríe despreocupadamente.- Además, eso significa que soy un perfecto bateador.- Guiña un ojo mientras se le acerca.
-¡Hey, hey!, par de tórtolos!- Se acerca Zayn, un futbolista de primera y amigo de secundaria de los dos jóvenes.- Vecinos, amigos de la infancia, ¿Puedo ir a su boda?
-¡No vamos a casarnos, idiota!- Gritan al unísono, fingiendo enojo.
Luego de una hora de castigo por esa ventana rota, salen los tres amigos juntos de su aula.
-Ugh, ¿cómo puede ser posible que pongan a ese edificio en medio del camino de mi gran tiro?, ¡y además ponerme un castigo por ello.- Liam guarda sus cosas en su casillero mientras Louis y Zayn repiten la acción.
-Pero si eso significa que los chicos pueden verme jugar, no me importa, eh.- Zayn ríe subiendo su ego.
-Lo que tú digas, bombón.- Camina Liam delante de ellos.- ¿Iremos a comer juntos?
-Llevo haciendo de niñero desde muy pequeño, así que estoy acostumbrado.- Sonríe apenado el mayor.- Rompió un puente colgante durante una excursión; me empujó de un trampolín a diez metros de altura, pensé que iba a morir.
Zayn suelta una carcajada codeando a Liam mientras éste frunce el ceño y voltea la cara enojado.
-A pesar de que soy hijo único es como si tuviera un hermano pequeño.- Sonríe mostrando los pequeños pliegues al costado de sus ojos.
Suena el móvil de Zayn, y éste grita emocionado.- ¡Es mi cita de hoy, debo irme!- Sale corriendo mientras se despide.
-¿Es el cuarto de la semana?- Pregunta Liam con cierta expresión de incomodidad.
-El quinto, pero él es un buen chico, no te preocupes.
-Hum.- Mira hacia el atardecer mientras camina del lado de Louis.- ¿Y qué hay de ti, Louis?, es decir, ¿te gusta alguien?
-Qué dices, tonto.- Muerde su mejilla internamente en un acto de nerviosismo.- Claro que no.
-Cuando estás enamorado ves todo colorido, como si el blanco y negro perdieran su lugar en nuestra mente.- Sonríe hacia su amigo.
-Nunca nadie se enamoraría de mí.- Dice apenado, bajando la cabeza.
-¡Eso es muy deprimente, ni siquiera te brillan los ojos!- Apunta hacia Louis fingiendo enojo.
-¿Para qué deberían brillarme?, no tiene sentido.- Hace una mueca de molestia.- Pero a ti, Liam, si te brillan, seguro tú- Hace una pausa desviando la mirada hacia el suelo.- Ves todo colorido.
*A diferencia de los míos.*
En cuanto lo conocí, mi vida cambió. Lo que veía, lo que escuchaba, lo que sentía, tenía sentido, tenía color.
Sin embargo, yo veo todo en blanco y negro, como en la partitura, como el teclado.
Porque en la primavera de mi onceavo cumpleaños, dejé de poder tocar el piano.
-¡Louis, Louis!- Entra Liam corriendo totalmente desesperado.- ¿estás libre mañana, no?
-Hey, no lo decidas por mí.- Sigue anotando en su cuaderno.
-Entonces, ¿Tienes planes?- Louis hace un puchero.- Lo sabía. Un compañero de clase me pidió que le presentara a Zayn, así que decidimos salir los cuatro juntos. Así no sentiré que estoy sobrando. Además, él toca música clásica.
Los ojos de Louis brillaron al escuchar la última oración.
-Tú tocas el piano, será bueno que tengan un tema de conversación.
-Yo.- continúa con sus escritos.- dejé el piano. Hace dos años no toco.
-¡Mentiroso!, ayer estuviste tocando en la sala de música.
-Era para un trabajo.- Rueda los ojos y balbucea imitando la voz de Liam.
-A mí me parece que intentas aferrarte a él desesperadamente. Lucías mejor cuando tocabas el piano.
Era el sueño de mi madre, quería que fuera el mejor pianista para así recorrer todo el mundo. me enseñaba durante horas y días seguidos cada nota de la partitura para hacer una presentación perfecta. Me golpeaba y gritaba, no me perdonaba nada aunque llorase.
Actuarás en Europa en mi reemplazo.- Lo señaló Jay, su madre, con su vieja y dura vara, mientras estaba sentada en su silla de ruedas frente a su hijo.
-Si eso te hace feliz, si así te mejoras, me esforzaré.- Sollozó y limpió su húmeda cara mientras sus pequeñas lágrimas volvían a empapar a Louis.
Pero cuando fue la presentación en Europa, mi madre murió.
Detesto el piano.
Y si aún sigo aferrándome a él, seguro es porque no tengo nada.
Sin el piano, estoy vacío. Sólo un desagradable eco dentro de mí, logrando destruirme de a pocos.
** Sábado**
-Llega tarde, ¿por qué jamás respeta lo de cinco minutos antes?- Suspira Louis frustrado, lleva más de diez minutos esperando a que sus amigos lleguen.
Voltea observando en diferentes direcciones buscando algo en qué distraerse, pero se encuentra con algo muy peculiar. Una mochila y algunos zapatos estando colgado en un árbol. Y, oh, es de un chico.
Se oye una melódica a lo lejos, sorprendentemente la tocan muy bien. Se acerca hacia donde se oye la dulce melódica.
Todo cobró color.
Un dulce chico de rizos, unos preciosos ojos verdes como esmeraldas, unas piernas larguísimas y su perfecto cabello moviéndose como si ya hubiera sido ensayado, era alto pero dulce, sumamente dulce.
...