En la sala de urgencias de un hospital Lucía se encuentra con Felipe, un novio del pasado que está internado.
Enviado por cecco • 10 de Noviembre de 2016 • Reseña • 1.758 Palabras (8 Páginas) • 244 Visitas
Ficha técnica.
México, 2013, 100 min.
D: Isabel Muñoz Cota. G: Isabel Muñoz Cota y Claudia Sainte-Luce. F en C: Miguel Ángel García. M: Tomás Barreiro. E: Ana Laura Castro y Francisco X. Rivera. Con: Maricela Peñalosa (Lucía), Flavio Medina (Felipe), Mauricio Isaac (Bruno), Verónica Langer (Verónica), Juan Carlos Colombo (Alfonso). CP: Centro de Capacitación Cinematográfica, FOPROCINE. Prod: Henner Hofmann, Liliana Pardo y Karla Bukantz.
En la sala de urgencias de un hospital Lucía se encuentra con Felipe, un novio del pasado que está internado. Sin proponérselo terminará cuidándolo durante días, cerrando así una historia pendiente. A partir de esta sencilla premisa, la directora Isabel Muñoz construye un drama cotidiano donde los recuerdos afloran inevitablemente en esta pareja que aún tiene heridas por sanar. El peso de la historia recae en los dos protagonistas: ella como una mujer frágil dispuesta a sacrificar todo por amor; él, un hombre fracasado, incapaz de sentir empatía por nadie.
Argumento de la película.
Inicialmente no se tiene explicación o contexto de los personajes; solo que tenían aproximadamente 12 años sin verse, dando a suponer que tuvieron una ruptura difícil. Ahora, inesperadamente se vuelven a cruzar sus caminos, por una coincidencia casi imposible; cuando atienden a su amigo Bruno (Mauricio Isaac) en la sala de urgencias, Lucía logra escuchar que están atendiendo a Felipe de una emergencia médica relacionada a su insuficiencia renal.
Durante el inicio del filme, la cámara sigue íntimamente a Lucía, para dar una adaptación e identificación con la sencilla vida de la protagonista y de cómo llega al paradero de Felipe; incluyendo el sentimiento de incertidumbre que tiene ella respecto a él, dado al largo lapso de tiempo que tenían sin verse.
La primera vez que conocemos a Felipe, da un concepto al espectador de alguien seguro de sí mismo, agradable y un poco insistente con ella, aparentemente lo mismo es transmitido a Lucía, pareciendo que solo es alguien que enfrenta una salud algo grave por la edad y un deseo de volver a restaurar alguna relación con la mujer que acaba de volver a su vida. El concepto positivo que se tiene de él cambia bruscamente en la segunda vez que aparece en pantalla, sufriendo una violenta crisis nerviosa en el hospital, la cual sorprendentemente se controla con el regreso de Lucía al lugar, confirmando un estrecho lazo y aprecio que se tienen mutuamente.
Después de ese cambio, Lucía logra notar la fría y distante relación que tiene Felipe con Verónica (Verónica Langer), su madre, de su ausencia en estos tiempos difíciles y de lo dañado que ha estado él en todos esos años sin verse.
Calmada la situación, Lucía vuelve a tratar al conflictivo hombre; quien ya había cambiado de manera extrema su actitud, al tono amigable y seguro con el que se conoce al personaje. Surge una escena que revive instantáneamente la confianza y cariño que se tenían, solamente jugando y divirtiéndose. La diversión se interrumpe cuando el doctor de Felipe le solicita a Lucía que autorice la diálisis que requiere su amigo y de lo útil que puede ser la presencia de ella para los tratamientos; ya que sus riñones están tan dañados que no aceptarían la anestesia, evitando la cooperación para ser operado el paciente.
Lucía apenas tiene un día con Felipe y ya dejo atrás demasiadas responsabilidades, dejándose llevar fácilmente por el aprecio que tiene hacia él. Rompe diferentes reglas del hospital solo para satisfacerlo: permitirle fumar en su habitación o durmiendo en la misma cama; fastidiando cada vez más a las enfermeras, que son las verdaderas víctimas del descontrol que provoca la inmadura actitud de la pareja.
Cuando Felipe comparte la cama con Lucía para dormir juntos, surge una escena íntima, pacífica y de dependencia, por el instinto protector de Lucía al abrazar de esa manera a Felipe, quien transmite ser alguien frágil que necesita amor.
Llega el momento que Felipe se vuelve progresivamente más controlador, obsesivo, infantil y violento. El ritmo de la película se acelera frenéticamente cuando Felipe entra en descontrol momentos antes de su operación, impidiendo la realización de ésta; Lucía se da cuenta de lo peligroso que es, por lo destrozada que queda la habitación y el pánico de las enfermeras.
Es tanta la presión que lleva encima Lucía, que descuida su vida personal y laboral, preocupa demasiado a su hermano, llego a tener diversas oportunidades de irse sin cargar con la responsabilidad de abandonarlo; es evidente para ese momento que su relación es una dependencia y obsesión peligrosa para ella, olvida que hay toda una vida afuera de ese hospital.
No tiene más alternativa ella que engañarlo, distrayéndolo con su cariño para que lo puedan atar a su cama, con lo que gana una cólera y odio de parte de él. Para despejarse de esa experiencia, vuelve a casa y descubre lo deteriorado que tiene su hogar y el desorden que ha dejado en todos esos días, cayendo en una depresión por aceptar la realidad y tiene una reveladora conversación con su amigo Bruno, donde se aclara que Felipe abandono a Lucía años atrás por negarse la oportunidad de viajar con él y lo marcada que quedo ella por esa decisión. Inevitablemente vuelve al hospital a confrontarlo, a cerrar esa relación, a seguir sufriendo o esperar algún cambio.
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