Mosquetones de seguridad

MOSQUETONES DE SEGURIDAD

Manuel Otero Martín

INDICE

1. Introducción.

2. Características comunes.

3. Materiales.

3.1. Aluminio 7075.

3.2. Níquel.

4. Proceso de fabricación de un mosquetón.

5. Pruebas y normas de seguridad de un mosquetón.

Características comunes

La resistencia de los mosquetones de seguridad vienen dadas en KiloNewtons (KN) en vez de en kilogramos (kg). Un Newton es una medida de fuerza equivalente a la fuerza que habría que realizar a 1 kg de masa para acelerar 1m/s.

Longitudinalmente y cerrado entre 20 y 35 KN.

Transversalmente y cerrado entre 6y 10 KN.

Longitudinalmente y abierto entre 6 y 10 KN.

Depende principalmente de la forma y del grosor del mosquetón. Aparte, claro está, de los mosquetones de acero diseñado para su exigencia de grandes cargas. Todos los mosquetones de seguridad se componen de las siguientes partes:

Un gatillo articulado que posibilita la entrada de la cuerda.

Un sistema de seguridad que imposibilita su apertura involuntaria.

Unas zonas diseñadas para el paso de la cuerda o el anclaje.

Dos zonas de información:

Una donde se informa de las características del mosquetón

Otra donde marca la normativa que cumple

Los fabricantes indican una serie de recomendaciones genéricas para todos los mosquetones:

Periódicamente realizar una inspección visual de los mosquetones y ante la más mínima duda deshacerse del material. Los fabricantes entienden, y con razón, que el escalador debe conocer perfectamente el historial del material con el que se juega la vida.

Es responsabilidad del usuario asegurarse de entender el uso de todos los materiales de escalada.

Proceso de fabricación de un mosquetón.

Para fabricar mosquetones que sean a la vez fuertes y livianos se utilizan largas barras utilizadas en la fabricación de las alas de los aviones comerciales.

Es una aleación de dos metales: aluminio y zinc. Juntos son más livianos y fuertes que cualquier otro metal puro. El aluminio es naturalmente liviano y flexible, mientras que el zinc aporta la resistencia. Una vez formados los mosquetones esta aleación se puede tratar con calor para aumentar notablemente su resistencia.

En un principio, el aluminio sin tratar es maleable y suave, por lo que las varas se pueden cortar fácilmente en piezas de 25 cm. y se las puede curvar alrededor de un molde que da al aluminio la forma curva del mosquetón. Esa curvatura fortalece al mosquetón porque concentra todo el peso sobre el lado derecho y lo aleja del lado curvo más débil que es donde se abre y se cierra la traba del mosquetón.

Una vez doblado el aluminio, las piezas curvas se colocan en un horno que las calienta a 426 ºC, pero este proceso no es el tratamiento con calor para hacerlos más resistentes,

se aplica para ablandar el aluminio y poder darle la forma final al mosquetón.

Una vez que el material alcanza la consistencia adecuada, un par de pinzas robóticas sacan las piezas calientes del horno y las colocan dentro de una poderosa prensa que utiliza un molde hidráulico para estampar las cuñas y los accesorios de la traba en el aluminio. El molde se calienta a 426 grados, igual que el aluminio por lo que el material se mantiene lo suficientemente caliente y blando como para adaptarse de forma pareja al molde. Se necesitan más de

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