CASO LA QUEQUITA

CASO LA QUEQUITA

Los esposos Vásquez, propietarios del restaurante tradicional La Quequita de la ciudad de Arequipa, están pensando en cómo el negocio familiar de 39 años puede acomodarse a las nuevas tendencias del mercado gastronómico de Arequipa y al constante crecimiento de este sector. Actualmente el negocio está en una etapa de crecimiento y consolidación.

La Quequita

La Quequita es un restaurante campestre arequipeño, ubicado en la avenida Arancota, una zona conocida por albergar diferentes restaurantes campestres, tradicionales y picanterías locales. El producto estrella es el chicharrón de chancho, pero también ofrece una gran variedad de platos peruanos. La administración del negocio está a cargo de la familia Vásquez. Desde hace quince años la gerencia general se encuentra a cargo del señor Sergio Vásquez, quien comparte las decisiones importantes de la empresa con su esposa Angélica D. de Vásquez. Ciertamente se trata de un negocio familiar que tiene más de 35 años de existencia.

Primeros años

Fue Estela Salas, madre de doña Angélica D., quién empezó en el negocio de la comida, allá por los años cincuenta. Ella creó el restaurante “La Estelita” que fue el negocio que sirvió de inspiración para la creación de “La Quequita”.

La Estelita nación en los años 50s a pocas cuadras de donde se ubica actualmente La Quequita. Desde sus inicios brindó una gran variedad de platos, de los cuales el chicharrón de chancho fue el más popular. Con el pasar de los años doña Angélica D., hija de doña Estela, fue aprendiendo las recetas y la manera de cómo funcionaba el pequeño restaurante.

La historia empezó cuando Angélica contrajo matrimonio con Sergio Vásquez. Con la experiencia de ella uy las ganas de emprendimiento de él, es que en 1976 fundad un restaurante al que llaman La Quequita, deciden ubicarlo a pocos metros del negocio de la madre de Angélica. El nuevo local, que a su vez fue la casa de la familia, tendría al chicharrón de chancho como plato principal.  

Durante los primeros meses los platos que ofrecían se vendían para ser llevados y no consumidos en el mismo local. Fue una mesa y una sombrilla los primeros activos de la empresa.  

La gran acogida que tuvo en sus inicios exigió que los esposos Vásquez decidieran implementar mesas en el local que tenían. Así es que, el negocio pasó de vender solo el producto a brindar también el servicio de alimentación. Ahí permaneció por 27 años, en los cuales logró posicionar su marca en el mercado arequipeño.

Consolidación

Es en el año 2003 que Sergio y Angélica deciden tomar quizás, la decisión más importante para la empresa familiar. Ellos compran un terreno de 1500 m2 a media cuadra del local en donde estuvieron cerca de 27 años. Ese espacio servirá para mudar a un recinto más grande, junto a ello ofrecer servicios adicionales al de la comida.

La Quequita pasó de ser un restaurante común a ser uno campestre, sin dejar de lado el plato que los hizo famosos, el chicharrón de chancho. El nuevo establecimiento no solo ofrecía comida, también adicionó un espacio para que orquestas y grupos de música del medio local ofrecieran presentaciones para los comensales del restaurante. Además apertura un ambiente para el estacionamiento de vehículos de sus clientes.

Sumado a ello, los esposos Vásquez decidieron integrarse verticalmente hacia atrás. Pues ingresaron también al negocio de la crianza de cerdos, con el fin de autoabastecerse de su insumo principal. Sin embargo, la carne que produce esta granja no cubre los requerimientos de abastecimiento de La Quequita, por lo cual también cuenta con dos proveedores de este insumo.

Es así, que la marca de La Quequita queda posicionada en el mercado de restaurantes campestres de Arequipa y se consolida como una de las principales chicharronerías de la ciudad. Sin embargo, así como el negocio de los Vásquez iba creciendo, también otros restaurantes, con el mismo concepto de atención, visualizaban un incremento de sus ventas. Este es el caso de su principal competidor, “La Cecilia”, que en los últimos años observó crecimiento y acogida similar. Ambos restaurantes son los de mayor acogida en la zona de Arancota.

La propuesta de hoy

La consolidación del negocio familiar hizo que doña Angélica y esposo, gerente general, aproximaran mejor la razón de ser de su empresa y definir concretamente el perfil del cliente al cual se dirige La Quequita.

Es así que define a La Quequita a un restaurante que tiene como fin poder mostrar a los peruanos y sobre todo a los arequipeños una cocina cuya filosofía es la de recuperar, revalorar y perseverar las expresiones culinarias de nuestros antepasados, llevándolos a un ambiente agradable y de comodidad, haciéndolos sentir como en casa.

De igual forma, en el restaurante se puede encontrar diversidad de platos, tanto tradicionales y propios de la ciudad, como también otros platos peruanos. Se mantiene la línea de estos productos para cumplir con el fin de revalorar la comida regional y nacional.

Se sabe, además, que los clientes habituales y potenciales esperan algunos beneficios de este tipo de negocio:

• Ambiente cómodo (buena ventilación, espacio), agradable (luz, limpieza, decoración, espectáculos o música y show en vivo) y seguro (que tenga estacionamiento y personal de vigilancia).
• Comida sabrosa, bien servida en cuanto a la cantidad sin perder su calidad y su precio justo.
• Que se encuentre disponible todos los productos ofrecidos en la carta.
• Personal del local capacitado, tanto para una buena atención como para la elaboración eficiente de los platos, para evitar tiempos de espera prolongados.
• Que el personal que atiende a los clientes posea una vestimenta adecuada, buena disposición para la atención y entrega rápida y sin errores del producto.

Para estas exigencias el cliente al cual está enfocado, La Quequita ofrece un paquete de productos y servicios que buscan satisfacer las necesidades y deseos de sus comensales.

Paquete de producto y servicio

Como parte esencial, se cuenta con la diversidad de platos ofrecidos en la carta, incluyendo entradas, almuerzos, menús, piqueos, postres. De la misma manera con las bebidas ofrecidas en la carta, incluyendo tanto alcohólicas (anisado, vino, pisco y cerveza) como no alcohólicas (gaseosas, chicha, limonada).

Adicionalmente, como apoyo se cuenta con un local debidamente acomodado, que incluye decoración, ventilación, espacio, limpieza, entretenimiento para lograr la preferencia de los consumidores.

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