CASO PRACTICO VIDRIOS PLANOS S.A

CASO PRÁCTICO

CASO DE VIDRIOS PLANOS S.A

Vidrios plano S.A. Inicio actividades en 1973 con el objetivo principal de fabricar vidrios para construcciones civiles. Su dirección estaba constituida por Serapio Justino director presidente, Arlindo Bastos director superintendente, Saulo da Silva director tesorero y Carlos Alves contador. Después de constituida la sociedad, se fundó la primera filial en Sao Paulo, de cuya gerencia general se encargó Palmiro de Oliveira. De modo, la sociedad se convirtió en distribuidora de vidrios planos. Después instalo en la filial u área industrial donde se fabricaba las láminas (se pulían, se biselaban, se perforaban y se grababan los vidrios). Allí fue contratado, debido a la creación del área industrial, un técnico industrial especializado en el ramo de vidrios, subordinado al gerente general de la filial.

Esta empresa es una sociedad familiar de capital cerrado. El director presidente tiene respaldo del poder accionario, pero los demás directores solo fueron nombrados por el presidente. Serapio Justino siempre ha tenido éxito en sus negocios.

El número de filiales no tardo en aumentar y, en un periodo de 20 años, sus ramificaciones llegaron a casi todas las capitales. Todas las filiales seguían las normas de la primera: eran administradas por un gerente general y se dejaba toda la responsabilidad y se dejaba toda la responsabilidad del área industrial a un técnico industrial subordinado al primero. La empresa creció mucho y se convirtió en la mayor distribuidora de vidrios planos del país.

Serapio Justino, por imposición de los amigos y gracias a su popularidad, ingreso a la vida pública y fue nombrado ministro de Hacienda a finales de la década de 1980. A pesar de sus múltiples ocupaciones en la vida pública, continúo ocupando la presidencia de la empresa. Decidió nombrar como director vicepresidente a Arlindo Bastos, director superintendente, formado en economía. De este modo, Bastos paso a dirigir la empresa y, en el cargo que había desempeñado, nombro a Carlos Alves.

Debido a las relaciones de Serapio Justino, todas las grandes obras de construcción civil, así como todas las licitaciones públicas, eran obtenidas por Vidrios Planos S. A., sacando del mercado a los competidores directos y obligándolos a fusionarse con la empresa o cerrar el negocio.

Con el transcurso del tiempo, Serapio Justino acumulo inmensa fortuna y, por capricho personal, construyo en Sao Paulo instalaciones más modernas adonde traslado la oficina principal de la empresa. Esta construcción provoco la descapitalización de la compañía y marco el comienzo de las dificultades. Además de Vidrios Planos S. A. Serapio Justino había constituido más de dos decenas de empresas inmobiliarias, agrícolas, de fabricación de asfalto para carreteras, pecuarias, etc. En todas esas nuevas sociedades, Vidrios Planos siempre aparecía como una de las accionistas mayoritarias, pues Serapio no quería por intereses personales que su nombre figurara en la relación de accionistas de sus empresas, sino que apareciese el nombre de la relación de la persona jurídica de Vidrios Planos S. A.

Recientemente la empresa hizo su primer préstamo de capital, pues hasta entonces Vidrios Planos se había caracterizado por mantener sus fondos en los bancos para ganar intereses. La empresa comenzó a sentir el peso de sus responsabilidades y carecía de la asesoría práctica administrativa y comercial de su presidente. En la misma situación se hallaban las demás empresas del grupo. Dado que Vidrios Planos era la mayor accionista de aqueas, Arlindo Bastos se vio obligado a prestarles ayuda financiera para         que cumplieran sus compromisos. Esto acelero la descapitalización y debieron conseguirse más y más prestaos para cubrir los diversos compromisos de la empresa, llegando incluso a pedir préstamos para pagar otros préstamos.

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