Casa-Hogar Galaxia “¿Un camino a la esperanza?”
Enviado por Amairani1464 • 30 de Abril de 2017 • Ensayo • 5.430 Palabras (22 Páginas) • 1.248 Visitas
Casa-Hogar Galaxia “¿Un camino a la esperanza?”[1]
Jesús Carlos Reza Trosino
Gilberto Roca, esa fría tarde de invierno, se sintió realmente consternado ante el panorama que enfrentaría en los siguientes meses de su vida. Recientemente había sido contratado para dirigir la casa-hogar Galaxia, orfanato para niñas de escasos recursos y/o abandonadas que necesitaban protección, afecto y dirección, en tanto no cumplieran la mayoría de edad, para que pudieran integrarse a una vida social y altamente competitiva. El orfanato dependía orgánicamente de la Junta Nacional de Altruistas Anónimos (JUNAA) y podía albergar en sus instalaciones a una población de hasta 240 menores de 4 a 18 años de edad.
El abanico de asuntos por tratar en la casa-hogar era vasto y variado. Destacaban problemas tales como: carencia de agua, precaria organización del trabajo, procesos y procedimientos obsoletos y de lenta aplicación, salarios del personal bajos y otros de menor importancia. Sin embargo, un asunto toral por resolver, consistía en mejorar los perfiles deficientes y de baja profesionalización, que manifestaban los trabajadores administrativos y técnicos que atendían las necesidades básicas de la población que vivía en la casa-hogar; asimismo, era imprescindible atender con efectividad el mantenimiento y aseo de las instalaciones, las labores de limpieza personal de las menores, su alimentación, la organización de sus horarios de trabajo educativo, de los recesos, de la diversión y el descanso que las menores requerían para desarrollarse integralmente, acorde con sus edades y con sus necesidades cognitivas, afectivas y psicomotrices y, por ende, en la atención de todos su requerimientos básicos de higiene y seguridad, de afecto y de desarrollo personal e intelectual.
Con los años, los deficientes procesos de reclutamiento y selección del personal, el nepotismo, el amiguismo, el sindicato, las mafias familiares y de afiliación afectiva o profesional y otros factores, fueron generando una plantilla de personal, además de numerosa, ineficiente e intocable debido a algunas prerrogativas y prestaciones sindicales y de administraciones anteriores demasiado complacientes.
La capacitación del personal se antojaba como un tema importante para intentar resolver parte de la problemática expuesta, la cual parecía difícil de abordar.
Necesidades que cubre una casa-hogar para huérfanos o desamparados.
Gilberto sabía muy bien los motivos por los cuales se instalaban las casas hogar en muchos de los países del mundo, había estudiado el asunto con profundidad y también había tenido anteriores experiencias en el campo del maltrato a los niños. Estaba consciente que, uno de los principales problemas que sufren los menores es la tortura y los malos tratos. Aunque en el ámbito internacional se han establecido los derechos y obligaciones de los menores de 18 años, en algunos países aún se practica el maltrato y tortura a los niños. Los adultos abusando de su fuerza lastiman, vejan, violan, golpean y manipulan psicológicamente a los menores. Los niños de la calle no están excluidos, incluso las autoridades los acosan, atrapan y golpean. Esto es un crimen que por regla general queda impune.
Gilberto, también tenía en sus manos la Declaración Universal de Derechos Humanos la cual fue adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas que acota en su resolución 217 A (III), del 10 de diciembre de 1948, en sus considerandos y artículos, la protección a que todo ser humano tiene derecho y enfatiza la que tienen los niños. Con cuidado, leyó uno de los párrafos que dice al texto: “Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad; y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias”. El resto del articulado habla también sobre los derechos a la libertad, a la vida, al reconocimiento de personalidad jurídica, entre otros, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
De acuerdo con estos principios de aplicación universal, era evidente, dados los hechos que encontró Gilberto en la casa-hogar Galaxia, que era imprescindible tomar medidas correctivas para beneficiar a las menores que se encontraban internas en el orfanato.
Antecedentes de la casa-hogar Galaxia.
En diciembre de 1987, se inauguró casa-hogar Galaxia, en un terreno de cuatro hectáreas, ubicado en Milpa Alta. La casa contaba con cinco dormitorios con 12 habitaciones cada uno. El total de habitaciones era de 60 y en ellas podían albergarse 4 niñas por cada una, lo que hacía que la capacidad total fuera para 240 menores. Se contaba también con espacios para las oficinas, los comedores, talleres, aulas para la enseñanza y lugares de diversión al aire libre. Se contaba con juegos mecánicos y un enorme salón de usos múltiples para el desarrollo de diversas actividades culturales y recreativas.
La casa-hogar Galaxia, dependía de la Dirección Global de Protección Infantil, de la JUNAA, que entre sus funciones principales estaba administrar con efectividad diversos albergues para el cuidado de niños, niñas, indigentes, adultos mayores, personas con retrasos mentales y desamparados.
Durante 20 años distintas directoras orientaron el trabajo hacia lo que consideraban apropiado para las menores, con el afán de lograr su desarrollo integral. Sin embargo, los avances en la atención básica y su cuidado no eran significativos, a pesar de que la plantilla de personal creció exponencialmente, debido a la falta de preparación, la ineficiencia y las actitudes negativas de los trabajadores.
Gilberto Roca fue el último Director de la Organización, quien rompió con los paradigmas anteriores, primero por tratarse de una persona del sexo masculino. Los directores que le antecedieron habían sido mujeres y la condición masculina de Gilberto escandalizaba a algunos trabajadores de la casa-hogar, quienes, de manera oculta, cuchicheaban y pronosticaban su rotundo fracaso como Director. Roca estuvo en su puesto más de tres años, hasta finales del año 2007, cuando la casa-hogar cerró sus puertas, a pesar de los esfuerzos que se hicieron para mejorar las condiciones profesionales y actitudinales de los trabajadores, teniendo que canalizar a las beneficiarias a otros modelos de atención con mejores posibilidades de desarrollo para ellas.
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