Caso Coaniquem

1. ANTECEDENTES DE LA ORGANIZACIÓN

Coaniquem es una corporación sin fines de lucro dedicada a la rehabilitación de niños quemados, con más de 20 años de atención. Presidida hasta la fecha por el Dr. Jorge Rojas, quien en los años 70, conmovido por un niño que con un 68% de su cuerpo quemado sobrevivió a la intervención realizada en el hospital Roberto del Río. El 19 de abril 1979 el Doc. Rojas crea una corporación sin fines de lucro que entrega atención y rehabilitación gratis a todos los niños del país. A pesar que todo la documentación legal se encontraba lista el 8 de agosto 1980, recién dos años posteriores comenzó a operar. En el año 1982, la empresa ESSO, perteneciente a Exxon Móvil, corporación global, con experiencia del trabajo con corporaciones en el extranjero realizó una donación que les permitió construir 100 metros cuadrado, destinados a crear una clínica de tratamientos ambulatorios.

Hoy el desafío es la construcción de un edificio de 5.000 m2, en la parte norte del puerto de Antofagasta. Donde ya existían instalaciones de la corporación, sin embargo eran muy modestas. Había una historia de enfrentar la adversidad en la institución desde sus inicios. Esta corporación sin fines de lucro mantenía una atención completamente gratuita, por lo que las familias que se encontraban en condición de pagar por la atención otorgada realizaban donaciones, que les permitía internamente compensar los costos incurridos.

Tras diversas gestiones ya en el año 2001 habían crecido 4350 metros 2, uno de los trabajos destacados es con Zegers DDB Needham compañía de publicidad, que creo campañas publicitarias orientadas en la prevención de quemaduras.

Así como también la alianza realizada con empresas Cristalerías Chile S.A. en la campaña de reciclamiento de vidrio, estos ingresos sirvieron para financiar” Casabierta” que acogía a las familias que vivían fuera de Santiago.

Además de la creación de alianzas con las empresas de transporte aéreo y terrestre Lan chile, tur bus, que consistía en 120 viajes gratuitos para el traslado de los niños y un familiar en el centro de rehabilitación en Santiago.

Durante el año 1990 el Doc. Rojas fue invitado a participar como socio de Rotary Club y durante los años 2003-2004 fue el presidente electo de la institución, donde como miembro planeó una alianza internacional de Rotary Internacional y coaniquem, una organización que jugó un rol clave en los planes de expansión de coaniquem desde entonces la creación de un programa Rotary – Qeen, dirigido hacia los niños de américa Latinoamérica cobra interés en Rojas.

Como parte de la Misión de coaniquem incluían entrenamiento a profesionales de la salud, ya en el 2001 muchos equipos de hospitales vecinos se capacitaron en las instalaciones de Coaniquen Santiago.

En el año 1991, fue creada una fundación separada de coaniquem para la obtención de recursos, con el fin de invertir y distribuir los ingresos entre la corporación.

Durante el año 2001, coaniquem había entregado atención médica a más de 5.000 niños chilenos y 119 extranjeros.

Tras las diferentes gestiones realizadas, el directorio de la corporación estimaba que los pacientes locales no aumentarían, ya que habría sido aprobada la ley en 1998, que declara ilegal la venta de fuegos artificiales.

Ante el éxito alcanzado, en el año 1999 una segunda fundación Coaniquem Burn Center Aird For Children Fundación BCF. La que contaba con una oficina en Washington DC. Y nueve consejos asesores creados en diferentes ciudades principales, fue creada en EE.UU. para obtener fondos de filántropos americanos y donaciones de corporativas en cualquier parte del mundo. La obtención de los recursos por esta nueva fundación, serán para apoyar la construcción de nuevas instalaciones en el norte de Chile.

La idea de expandir las instalaciones en Antofagasta, era pensando en la atención de niños de los países vecinos. Considerando una ubicación geo política estratégica, ya que el gobierno pensaba la construcción de un mega puerto. Considerando también la conectividad terrestre del norte del país, era importante ya que se estaban construyendo carreteras que unían con los países vecinos y el acceso a Antofagasta sería expedito.

Uno de los antecedentes relevantes a considerar es que de los países vecinos, ninguno contaba con instalaciones adecuadas para la rehabilitación de niños quemados, a pesar que 45 mil niños en Latinoamérica sufrían de quemaduras severas que requerían de atención, por lo tanto ICTBC recibía jóvenes pacientes latinoamericanos y el caribe.

La ampliación de las instalaciones en el norte de Chile requerían de una inversión total de $ 4 millones aprox. el plan de construcción incluía cuatro etapas las que estaban proyectadas para estar lista 2003, continuando las siguientes etapas en los años 2004, 2005 y 2006, y mientras la decisión era tomada sobre el centro internacional, la mayoría de pacientes internacionales se atendían en Santiago.

El convenio de cooperación establecido con Rotary Club y los consulados servían de enlaces entre pacientes extranjeros y coaniquem, los rotarios manejaban los costos de transportes de los pacientes y trasladaban al paciente y su familia al llegar a Santiago donde recibían hospedaje y alimentación en casabierta, donde además los pacientes recibían apoyo pedagógico.

Cada una de las corporaciones Coaniquem, Fundación Coaniquem y fundación Coaniquem BCF, tenían sus directorios presididos por el Dr. Rojas.

2. PRESENTACIÓN DEL PROBLEMA

El problema central según la exposición del caso es la expansión del centro existente de la corporación Coaniquem en la Región de Antofagasta, ya que las instalaciones actuales no las consideraban adecuadas.

La necesidad de convencer al directorio de la corporación, para que apoyaran la expansión de la institución en Antofagasta, Ante las opiniones del encargado del centro de coaniquem de Santiago, era que había una capacidad de 50% de camas por lo que les permita ingresar pacientes extranjeros en Santiago, y que además era accesible al aeropuerto de Santiago y que esta decisión consideraban no aconsejable ya que agotaría los recursos de la institución.

El proyecto había sido muy publicitado en Antofagasta, por lo que la comunidad tendría grandes expectativas del mejoramiento que se pensaba realizar.

Algunos ejecutivos afirmaban que no era razonable continuar sin el apoyo del gobierno y por otro lado el gobierno se había retractado con la oferta de inversión, y sólo mantendría la oferta de la entrega de un terreno.

La organización no tenía los recursos necesarios para expandir y cubrir los costos operacionales, estos implicaban un aumento sustancial

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