Caso RAMÓN ROMAN
Enviado por Zheng Ni • 9 de Enero de 2019 • Apuntes • 2.475 Palabras (10 Páginas) • 451 Visitas
Ramón Román es el director general de una pequeña empresa farmacéutica llamada Laboratorios ZYNTEX, que se encuentra en crecimiento y expansión debido al éxito obtenido con los productos lanzados al mercado. La sede central se encuentra en la capital de La Rioja, Logroño, donde también se localizan el proceso productivo de los medicamentos y el laboratorio de investigación y desarrollo.
En los últimos cinco años han conseguido comercializar dos nuevos productos, de bastante éxito, un antidepresivo y otro, indicado para el tratamiento de la hipertensi6n. Se encuentra en avanzado proceso de desarrollo un nuevo fármaco indicado para la reducción del colesterol.
Los laboratorios ZYNTEX disponen de una eficiente red comercial y la distribución de sus productos.
Ramón Román era en su juventud una persona especialmente interesada por la música, durante toda su infancia y adolescencia tomaba clases de guitarra al salir del colegio. Su objetivo era montar un grupo y ganarse la vida como rúnico profesional. Así, que sopeso la idea de continuar los estudios musicales o estudiar administración de empresas, que como le decía su padre: "siempre te puede servir para ganarte la vida, mejor que con la guitarra".
Después de dudarlo mucho abandono la idea de la música y opto par la licenciatura en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Complutense de Madrid.
Cuando tuvo que elegir se especializó en el ámbito comercial, aunque dudo bastante si elegir la especialidad en finanzas.
Eran los principios de los años ochenta y empezaba la famosa movida madrileña, con lo cual empezaron a aparecer grupos musicales por doquier, así que Ramón compaginaba los estudios con las actividades musicales de los Mutantes del Rock, grupo que había conseguido montar con otros cuatro compañeros de la facultad, tres chicos (la batería, dos bajos) y una chica que actuaba como cantante.
El grupo consiguió actuar en algunos bares de moda, pero a duras penas pudieron costearse los gastos (cambiar de equipo, alquiler sala de ensayos, ...), Ramón ponía copas en un bar de Malasaña, del que salía no antes de las tres de la mañana.
Esta vida poco centrada en el estudio hizo que sus calificaciones, sin ser malas, siempre aprobaba en junio, no le permitieran obtener notas brillantes, como indicaba su potencial. No obstante, el hecho de tratar con clientes de todo tipo le fue desarrollando su interés y sus dotes comerciales.
Cuando en cuarto se dio cuenta que el talento de su grupo no era el adecuado para triunfar en el panorama musical español, cambio de empleo, dejando el puesto de camarero por el de comercial (visitador médico para una importante multinacional farmacéutica) compaginando esta actividad con los estudios, pasa a matricularse en el grupo de tarde durante los dos últimos años, Ramón se empezó a implicar en las actividades estudiantiles, ya que fue delegado de clase y colaboro con la Asociación de Estudiantes de Económicas, organizando actividades culturales y musicales en el campus de Somosaguas. Como estas actividades, además de la laboral por las mañanas, exigían un gran compromiso tanto de esfuerzo como de tiempo, sus calificaciones no mejoraron.
Al acabar los estudios, el mercado de trabajo no era especialmente prometedor, es más, la multinacional farmacéutica para la que trabajaba se había fusionado con otra compañía inglesa, formando un gigante del sector, que había hecho que su puesto de trabajo hubiera desaparecido, gracias a la generación de sinergias. Lo que llevo a Ramón a matricularse en el recién Máster en Administración y Dirección de Empresas del ICADE, dirigido en aquel entonces por el autor del caso.
Ramón había ahorrado suficiente dinero para costearse el programa académico, pero como era una persona muy activa que necesitaba sentirse muy ocupada, volvía a compaginar estudios y trabajo, esta vez solo los fines de semana y cuando se programaba algún evento (cosa bastante habitual) en otro bar de moda de la noche madrileña.
Durante la realización del MBA, despertó el interés de varios de sus profesores, llegando a tener una relación muy cercana y estrecha con el profesor de marketing estratégico que le ofreció un puesto de trabajo en el departamento de planificación de mercados para los sistemas de red de Telefónica. Al año se le nombro encargado de equipo, en un proyecto temporal de investigación de mercados, con otras cinco personas a su cargo. Era un equipo transnacional, donde cada uno de los miembros dependían de Ramón per reportaban directamente a los responsables de sus unidades funcionales respectivas. "Era un trabajo desafiante y un verdadero reto, no tenía autoridad formal, pero era el responsable de que el proyecto saliera adelante".
Como la gestión del equipo fue todo un éxito, Ramón fue elegido para entrar en un "Programa 2000 de Personas Clave", grupo que la empresa consideraba que podrían ser los directivos en el cambio de milenio. A Ramón se le asigno un mentor de la organización y conto con un programa de coaching y desarrollo de liderazgo impartido por una importante consultora. Convirtiéndose en dos años en Gerente de Proyecto y tres años más tarde, después de haber pasado 15 meses en las oficinas de Londres, en Gerente de Operaciones.
En febrero de 1995, recibió la llamada de un head hunter que le propuso la dirección general de Laboratorios ZYNTEX, le había referenciado un amigo y antiguo compañero de los tiempos de visitador médico y a pesar de que al principio el cliente era reacio a contratar a alguien que no estuviera en el sector, después de dos entrevistas se disiparon todas las dudas. ZYNTEX iniciaba un proceso de profesionalizaci6n de la dirección, hasta el memento los cargos directivos habían sido familiares del fundador de la empresa; y por otro, un fuerte crecimiento tanto de sus ventas actuales como de los proyectos de expansión futuros.
En el proceso de selección, la mejor carta que jugo Ramón fue su filosofía sobre cómo se debía tratar al personal "Hay que ser honesto y decir siempre la verdad, aunque en ocasiones pueda doler". "Hay que hacer que todo el mundo ame su trabajo, que le guste asumir retos y responsabilidades y que se comprometa". A Ramón le sorprendió la diversidad de nacionalidades que existía en ZYNTEX, a pesar de ser una empresa familiar y estar ubicada en Logroño. A pesar de contar solo con 50 empleados, Ramón considera que es un grupo bastante diverso; también le llamo la atención que hubiera más mujeres que hombres en la plantilla. Con respecto a su carrera profesional, Ramón se confiesa como "una persona que quiere aprender y desarrollarse, hacer cosas nuevas, trabajar duro y disfrutar con lo que hago, pasármelo bien".
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