DEL LIBRO HASTA UN PUEBLO DE DEMONIOS

DEL LIBRO HASTA UN PUEBLO DE DEMONIOS

CAPITULO IV

MISERIA DEL INDIVIDUALISMO

RESUMEN

Las solas técnicas no son suficientes, es necesario una ética a la altura de una razón cordial humana, que tenga el atractivo suficiente para invitar a actuar según un principio de justicia y solidaridad.

El individualismo en nuestro país se presenta como doctrina ética oficial, sea el individualismo lerdo o el ilustrado, que solo busca llevar la fiesta en paz, pero en realidad lo que se debe hacer es interesarse por los seres queridos y por aquellos que resultan importantes.

El individuo lerdo   trata abiertamente de acaparar todos los bienes posibles lo que puede producir rechazo social. El individuo inteligente o ilustrado es más inteligente y no solo consigue beneficios materiales si no que incluya ventajas intangibles, como la tranquilidad, la autoestima y el buen nombre social. Si los seres humanos carecemos de la capacidad de apreciar, más allá de la propia convivencia, aquello que es por si solo valioso, entonces los grandes desafíos de justicia quedan lejos de nuestras posibilidades.

El mundo puede contemplarse desde un punto de vista miope, porque existen otros puntos de vista que lo pueden ver desde otra perspectiva, como el sufrimiento el dolor, la alegría o la esperanza de otros y no solo para mí , sin estas miradas amplias el mundo justo quedaría solo en discursos; esta es una de las razones por las que el sector social es indispensable cuando trabaja en serio para que la sociedad cumpla con los deberes de justicia, porque son lo que al comparar la miseria y el gozo son pioneros en la tarea de recordar que se debe hacer.

Cierto que el individualismo inteligente es mejor, porque hasta un conjunto de seres sin ninguna sensibilidad moral se percataría de que es racional sacrificar algunos deseos, con tal de conseguir construcciones estables que a todos beneficien.  Pero es más racional vivir en una sociedad tranquila que conflictiva, aunque sea necesario rebajar las propias aspiraciones.

Percatarse de colaborar en un mundo más ordenado es un primer paso no solo en el mundo de las personas, sino en el de las organizaciones inteligentes. Cuando una organización se percata de que es más viable, cuanto más integrados estén en ella sus miembros, cuanto mayor confianza despierte al público, cuanto menos afán de destruirla tenga las organizaciones competidoras, será racional para ellas apostar por la ética. Y este es un primer paso e importante de la ética pública.

¿QUE ES EL INDIVIDUALISMO?

Por individuo viene a entenderse aquel tipo de sujeto humano, que además de ser una unidad separable dentro de su especie, considera que su libertad, entendida como independencia repecto de los demás, es el valor supremo de la organización social y política, y no aprecia las relaciones sociales sino en la medida en que le benefician. No es de extrañar que el individualismo, como modo de organización, se entienda como “aquel tipo de sistema filosófico que considera al individuo como fundamento  y fin de todas las leyes y relaciones morales y políticas” de donde surge una tendencia a entenderlo como “aislamiento y egoísmo de cada cual”.

Sin duda el individualismo, como propuesta moral de organización social y política ha ganado muchos puntos en los últimos tiempos con el fracaso de lo modelos colectivistas y estatistas, pues ignorar a los hombres y mujeres concretos en nombre de presuntos “todos” sociales como estatales o nacionales, significa ignorar las primeras letras del alfabeto antropológico y cometer, a la vez, un pecado de lesa majestad contra la realidad.

El individualismo moderno en sus diferentes versiones, nace para responder a una pregunta, que el común de la gente incluidos los intelectuales, suele tener ¿Por qué debo actuar siguiente unas determinadas normas en aquellas ocasiones en que no deseo hacerlo?, durante las edades antigua y media existió una gran identificación entre cada individuo y su comodidad, por que las personas entendían que la buena marcha de si comodidad coincidían con su propio bien. En el mundo moderno se introduce la sospecha de que los intereses de un individuo pueden no coincidir con las de su comunidad y en tal caso ¿Porque debe obedecer a la norma? En nuestras sociedades, entran en conflicto interese individuales y grupales y parece difícil ir más allá.

El individualismo como doctrina ética, jurídica y política, es un intento de respuesta a una pregunta ¿porque debo?, y viene ligado desde los orígenes a la “teoría de los intereses”. Desde la antigüedad los seres humanos se percatan de que para vivir bien es posible dejarse llevar por todas las pasiones que le induce a obrar, el individuo lerdo apenas tiene noticia de cosa tan obvia como que dejarse llevar por las pasiones sin orden alguno no lleva a ningún punto por que ignora que la inteligencia humana es, como mínimo, ordenadora. Pero la persona inteligente empieza la idea de un “principio de la pasión compensadora”. Lo inteligente es descubrir que pasiones llevan a lograr una vida más tranquila y feliz y cuáles no. Pero el gran problema estriba entonces como es obvio en discernir que pasiones han de domar a las restantes ni cuales deben ser domadas, y en este contexto nace la noción, tan productiva más tarde, de “interés”.

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