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IMPOSICIÓN A LAS VENTAS


Enviado por   •  29 de Octubre de 2015  •  Resumen  •  1.514 Palabras (7 Páginas)  •  165 Visitas

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IMPOSICIÓN A LAS VENTAS

CAPITULO 6

Los “impuestos a las ventas” son tributos cuyo rasgo común es que se generan como consecuencia de una operación de venta de un bien o servicio. Suelen denominarse también impuestos al consumo, pero esta denominación –aunque identificadora –es poco rigurosa para descubrir la experiencia real.

Existen muchos impuestos a las ventas que gravan sólo el consumo, pero que por defectos de construcción o por actitud deliberada también incluyen insumos de empresas, por lo general en forma parcial. Es decir que no sólo a los consumos sino también a los insumos.

  1. Antecedentes

La primera clase de impuesto a las ventas que apareció fue el impuesto al comercio exterior, que en la actualidad tiende a desaparecer para dar lugar al aumento del comercio internacional. Respecto a los impuestos internos a las ventas el origen al siglo XVII.

Los que se suelen llamar “específicos” y los “generales”. Impuestos específicos son aquellos que gravan ciertos productos expresamente mencionados. Impuestos generales son aquellos que gravan en principio todos los bienes y servicios.

  1. La experiencia actual
  1. Impuestos específicos

Los impuestos específicos son los más antiguos de los impuestos a las ventas.

  1. El second best

A partir de la década de 1970, la división neta entre impuestos con carga excedente y los que no la tienen se ha relativizado.

  1. La distribución del ingreso

Como se ha señalado, existe alguna experiencia internacional en la utilización de gravámenes específicos con el objetivo de distribución el ingreso. Se trata de gravar más intensamente los productos de consumo “de lujo”, y el resultado es un impuesto a los consumos específicos que abarca una gran cantidad de productos. Decidir lo que constituye o no un producto de lujo es una cuestión subjetiva. Lo que es un lujo para ciertas personas es una necesidad para otras. Deberían reemplazarse la noción de bienes de lujo por la de bienes superiores, que como señala la microeconomía, son aquellos con elasticidad-ingreso –elasticidad-ingreso, no precio. Por el contrario, los bienes inferiores son aquellos con elasticidad-ingreso inferior a la unidad.

Existe una propuesta de esquematizar este criterio. Se trata de elaborar un sistema de impuestos específicos cuyas tasas sean proporcionales a la elasticidad-ingreso de los bienes.

  1. El principio del beneficio

Cuyo objetivo original era precisamente ese. Pagar la construcción y mantenimiento de los caminos con la recaudación de ese impuesto implica imputar el costo de los caminos a quienes los usan.

  1. Los impuestos a la contaminación

Es la conservación del medio ambiente, al aumentar el costo de su utilización mediante impuestos a insumos cuya utilización implique contaminación del ambiente.

Los impuestos a la utilización de ciertos envases de bajo nivel de degradación es otro caso, para proteger la capacidad de almacenar basura.

Todos los tributos –salvo la capitación- son en alguna medida distorsivos, o sea que presentan un triángulo de Harberger positivo.

Los tributos –generalmente específicos- que se refieren al ambiente implican, si están bien definidos, un aumento de la eficiencia en el sistema de precios, anteriormente distorsionado por las externalidades que implican la contaminación ambiental.

  1. Impuestos generales acumulativos de etapa múltiple

Según la historia oficial más difundida, el primer impuesto general a las ventas fue establecido en Alemania durante la República de Weimar, en 1927. Este gravamen se pegaba sobre el volumen total de las ventas cada empresa sin descuentos de ninguna clase, salvo, en ocasiones, algunos de carácter formal.

Este impuesto general a las ventas era de etapa múltiple y acumulativo o, como se suele decir, en cascada.

El tributo es mencionado en forma crítica por Adam Smith, quien cita a un economista español, Gerónimo Ustariz. Señala que tenía una tasa de nada menos que el 14%, muy alta para un impuesto acumulativo, y que causó la rutina de las colonias españolas.

La gran difusión de los impuestos generales a las ventas por todo el mundo durante la década de 1930 se originó en la experiencia alemana de los años veinte, aunque por lo común no se repitió el error germano de hacerlos acumulativos.

El problema consiste en que, dado que las empresas pagan el impuesto de etapas anteriores contenido en sus compras y luego fijan su margen de utilidad sobre ese costo, la incidencia en los contribuyente que compran sus productos no es solamente la del impuesto, sino del impuesto más el margen de la utilidad de todas las etapas anteriores.

En primer lugar, no es una cuestión de eficiencia económica sino de distribución del ingreso, es decir que si las empresas ganan más dinero del que hubieran ganado en ausencia del impuesto –cosa que algunas personas pueden mirar mal, porque suponen que las empresas vendedoras son más ricas-, eso concentra el ingreso.

Hay un segundo problema, que es la suposición implícita de que las empresas fijan el precio que quieren, es decir que existe mark up.

  1. Impuestos generales de etapa única

A partir de los años treinta, muchos países adoptaron impuestos generales de etapa única, para obviar los problemas señalados desde largo tiempo atrás con respecto a los impuestos de etapa múltiple.

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