Impuestos Ecologicos

Impuesto ecológico “verde”

“ El impuesto grava la contaminación de algo que tiene impacto negativo sobre el medio”

La población mundial aumenta sin detenimiento y el efecto sobre el planeta se refleja de manera radical en el medio ambiente. Crear conciencia para que tanto consumidores como productores cambien de comportamiento hacia un uso de recursos más eco-eficientes es el objetivo final de los impuestos verdes.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico Ocde se refiere al “Impuesto Ecológico” como una exacción que grava la contaminación generada cuya base imponible es una unidad física (o un sustituto de la misma) de algo que tiene un impacto negativo probado sobre el medio ambiente.

En China se han implantado algunos tipos de impuesto ecológico, cabe resaltar el que grava los palillos de madera, establecido con la finalidad de salvaguardar los bosques ya que se estima un consumo anual de 45 millardos de pares de palillos que requieren la tala de unos 25 millones de árboles.

En México, para alentar el uso de energías verdes, el Gobierno Federal propone la aplicación de un impuesto sobre cada tonelada de emisiones de carbono que se genere en cualquier sector. De esta forma entre Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pagarían cerca de 10,850 millones de pesos en impuesto verde que calcula un gravamen de 70.68 pesos por tonelada de dióxido de carbono (CO2) emitido a la atmósfera. Del monto mencionado, 75% correspondería a la CFE y 25%, a Pemex.

Uno de los mayores peligros de los impuestos ambientales es que se utilice la etiqueta verde para introducir tributos que en realidad tienen una finalidad recaudatoria. Su importe debe resultar proporcional a la contaminación producida. Por ello, cuando la cantidad a pagar no responde a criterios ambientales el efecto benefactor para el medio ambiente del impuesto es nulo.

En este sentido, encontramos la tasa de la basura introducida por el Ayuntamiento de Madrid en España con una pretendida finalidad ecológica, pues el impuesto no se paga en función de la cantidad de residuos que generen las viviendas sino en función de su valor catastral, por lo que se le podría reconocer, a lo sumo, una función social pero no una finalidad ambiental basada en el principio “quien contamina paga”.

Según el Índice KPMG de Impuesto Verde, (Green Tax Index); existen 21 naciones que buscan contrarrestar el daño, los gobiernos tratan de bajar emisiones de carbono, reducir y reciclar los residuos, fomentar el uso eficiente de los recursos de agua, energía y materiales y promover la innovación verde. De acuerdo con el indicador realizado por Kpmg International, red global de firmas que provee servicios de auditoría, impuestos y asesoría, Japón, Reino Unido, Francia, Corea del Sur y China se destacan porque usan sus sistemas tributarios para responder a los retos globales.

En Venezuela la introducción de impuestos ecológicos podría ser un proceso lento, sin embargo, esta no deberá ser una razón para evitarlos siempre que se orienten en el incentivo del uso consciente de los recursos del medio ambiente.

 Acerca del Índice KPMG de Impuesto Ecológico (“verde”)

KPMG exploró la forma en que los gobiernos usan sus sistemas tributarios para responder a los retos globales, incluyendo seguridad energética, escasez de agua y recursos, contaminación y cambio climático. El Índice KPMG de Impuesto Ecológico (“verde”) atribuye calificaciones a todas las penalizaciones e incentivos fiscales que se identificaron y analiza los incentivos y penalizaciones del impuesto “verde” en 21 de las principales economías, centrándose en los principales ámbitos tales como: eficiencia energética, eficiencia hídrica, emisiones de carbono, innovación ecológica y edificios ecológicos. Si bien este análisis no es absoluto, sirve para tener una visión de los gobiernos que cuentan con los sistemas de impuestos e incentivos ecológicos más activos y desarrollados.

El Índice KPMG de Impuesto Ecológico (“verde”) se centra en las 21 principales economías del mundo, que KPMG International considera que albergan gran parte de la actividad de inversión empresarial. El Índice KPMG de Impuesto Ecológico (“verde”) atribuye calificaciones a todas las penalizaciones e incentivos fiscales que se identificaron, de acuerdo con un valor defendible y el potencial para influenciar el comportamiento. La puntuación requirió de discreción y juicio, por lo que las calificaciones deberán tomarse como indicativo, si bien no es absoluto, sirve para tener una visión de los gobiernos que cuentan con los sistemas de impuestos e incentivos ecológicos más activos y desarrollados.

KPMG identifica a los países más activos en el uso de impuestos ecológicos

• EU, Japón, Reino Unido, Francia, Corea del Sur y China lideran el Índice KPMG de Impuesto Ecológico (“verde”)

• EU tiene el primer lugar del ranking, lo cual obedece principalmente a su extenso programa de incentivos fiscales

• Economías emergentes como Brasil, México y Rusia imponen menos penalizaciones del impuesto ecológico

Estados Unidos (EU), Japón, Reino Unido, Francia, Corea del Sur y China fueron nombrados como los países más activos en el uso de impuestos como herramienta para impulsar el comportamiento empresarial sustentable y alcanzar los objetivos de la política ecológica (“verde”). Así lo indica el Índice KPMG de Impuesto Ecológico (“verde”) realizado por KPMG International, red global de firmas profesionales que proveen servicios de Auditoría, Impuestos y Asesoría.

En la Cumbre Fiscal Asia-Pacífico 2013 de KPMG realizada en Shanghai, China, se exploró la forma en que los gobiernos usan sus sistemas tributarios para responder a los retos globales, incluyendo seguridad energética, escasez de agua y recursos, contaminación y cambio climático.

El Índice KPMG de Impuesto Ecológico (“verde”) atribuye calificaciones a todas las penalizaciones e incentivos fiscales que se identificaron y analiza los incentivos y penalizaciones del impuesto “verde” en 21 de las principales economías, centrándose en los principales ámbitos tales como: eficiencia energética, eficiencia hídrica, emisiones de carbono, innovación ecológica y edificios ecológicos.

Este instrumento pretende crear conciencia entre las empresas acerca del cambiante y complejo entorno global en cuanto a iniciativas y penalizaciones ecológicas, y exhorta a los directores de impuestos y a los jefes de sustentabilidad a trabajar conjuntamente para integrar las consideraciones del impuesto

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