Los incentivos y el liderazgo como variables independientes en las organizaciones.
Enviado por vareladaniel • 30 de Abril de 2016 • Ensayo • 1.564 Palabras (7 Páginas) • 459 Visitas
Los incentivos y el liderazgo como variables independientes en las organizaciones
Daniel Felipe Varela Benítez
Organizaciones
Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas
A lo largo del curso de organizaciones este semestre nos hemos introducido en el estudio de estas como ciencias sociales y todo lo que se pueda aprender de ellas como materia de estudio y resaltando temas como lo son su diseño, crisis organizacionales, tipos de organizaciones, teorías, eficiencia, ciclo de vida de éstas, incentivos y liderazgo. Este ensayo se centra especialmente a responder una pregunta guía que hace alusión a estos dos últimos temas la cual dice así: Cómo los incentivos y el liderazgo influencian el proceso de toma de decisiones en una organización?
Como punto de partida se puede tomar la conceptualización de las dos variables de la pregunta, incentivos y liderazgo. A pesar de ser elementos objetivos, ambos son vistos en la literatura académica desde diversas perspectivas en diferentes tiempos de la historia lo que las hace difíciles de definir pero aún más de estudiar, sumado a esto el grado de dificultad aumenta con el tiempo pues las organizaciones son cambiantes al igual que algunas variables que encontramos en ellas como lo son las tecnologías, los individuos y los mercados.
Por una parte tenemos los incentivos, los cuales se podrían definir como la promesa de una compensación por realizar cierta acción que desea quien ofrece el incentivo (Laffont y Mortimer, 2002.)
Las primeras apreciaciones y estudios que se tienen de los incentivos en la historia se remontan a la Antigua Grecia donde los incentivos eran debatidos dentro de un marco de ética y moral pues el laburo se ofrecía bajo dos fuertes normas, el de satisfacer las necesidades del empleado y el de castigar como método de amenaza. [1]
Más adelante en las civilizaciones chinas antes de Cristo, los incentivos empezaron a surgir de una manera intangible. Se decía que no había necesidad de mayor incentivo que una buena organización jerárquica que motivara a la imitación laboral y el buen trabajo y comportamiento. Un punto más divergente respecto a los anteriores hacia enfásis al incentivo por medio de la competencia y a la ves de merecimiento al plantear que el pago por pieza debe ser individual (Taylor, 1976) o remunerar al empleado a través de asegurar una continuidad dentro de la organización o un ascenso en el empleo (Gibbons, 2005)
Adam Smith retrató muy bien la falta de incentivos a través de la historia al concluir "Los salarios del trabajo dependen del contrato que se celebra entre estas dos partes, cuyos intereses de ningún modo son idénticos. El trabajador desea recibir cuanto más sea posible y los patronos dar cuanto menos sea posible" (Smith, 1776, lib. 1, cap. 8, 110).
Teniendo ya como base estas referencias históricas acerca de los incentivos, se podría decir que los incentivos se podrían clasificar o categorizar como intrínsecos o extrínsecos. Independientemente de la categoría los incentivos suponen un mayor grado de compromiso con lo organización pues se incrementa la expectativa laboral en cuanto a resultados y por ende una remuneración pues el incentivo es un ofrecimiento de algo valioso que puede tener o no un equivalente en dinero, para influir en la persona y alterar el curso de su acción (Grant, 2006, 29.)
Por otra parte está la acción de liderar y todo lo que esta implica. El liderazgo se encuentra más ligado a conceptos como la conducción y el direccionamiento de personal dentro de la organización, este con el fin de lograr los objetivos mediante un trabajo colectivo, conformado por el cumplimiento de unos objetivos y logros, por parte del líder y sus subordinados.
El liderazgo es una condición humana por lo que su estudio se podrían ver desde una serie de estudios psicológicos de la personalidad que determinan y definen los distintos tipos de liderazgo. Estos se podrían clasificar en teorías que “caracterizan la adaptación de cada individuo ante las situaciones que se le presentan en la vida” (Mischel , 1988).
La síntesis de estas teorías resumen bien el ejercicio de liderar el cual implica poder y comunicación, los cuales pueden variar y aplicarse desde distintos modos y combinaciones.
Teoría de los rasgos: La conducta del líder se determina sobre rasgos generalizados, es decir cualidades básicas propias.
Motivacion directiva: La necesidad de tener un alto grado de motivación para ser líder, su compromiso e interés no solo por cumplir sino por transmitir a sus subordinados o colaboradores.
Ejercicio del poder: Esta teoría puede ser vista como la suma de dos tipos de poder, el personal y el laboral, o del puesto. Este producto conjuga ambos valores de tipo intrínseco y extrínseco, dándole este segundo la legitimidad al ejercicio.
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