Pequeño Cerdo Capitalista

Pequeño Cerdo Capitalista

¿Alguna vez te has preguntado cómo funcionan las tarjetas de crédito, los créditos hipotecarios o los créditos automotrices? ¿Te has puesto a pensar que pasa con tu dinero cuando pagas tus deudas a tiempo? ¿Has observado que con una buena administración puede hacer grandes cosas con tu dinero?

En la actualidad vivimos en un mundo globalizado en el que el capitalismo es lo que impera, por ello es que lo más importante es el consumir, comprar y comprar y siempre querer más. Sin embargo, esto implica ciertas cuestiones para las que no hemos sido educados y que puede ser la clave en nuestras finanzas. Un ejemplo de esto es el tener el dinero suficiente para adquirir las cosas que deseamos, ahorrar para lograr un sueño que se convierte en nuestra meta y que una vez que lo hayamos logrado no nos veamos endeudados.

Un punto importante para que nos esforcemos a la hora de ahorrar, es siempre tener una meta a la cual queremos llegar, para que eso nos sirva como estímulo para seguir adelante y no dejar a medias cada uno de los intentos que hagamos. Además a la larga esto se nos hace costumbre y poco a poco podremos ponernos metas más altas y que nos den mayor satisfacción.

Pero para lograr este asunto del ahorro, es relevante que conozcamos el estado de nuestras finanzas y para ello debemos de saber cuánto es lo que obtenemos como ingreso y en qué lo gastamos, sin perder de vista los pequeños piquitos, que a la larga a veces salen más caros, y que siempre, por pensar que son pequeños e insignificantes, no los tomamos en cuenta; esto es a lo que llamamos el “gasto hormiga”.

Una forma muy fácil de saber el estado de nuestras finanzas es hacer un presupuesto, adecuándolo a nuestras necesidades; en él debemos de considerar todos nuestros gastos fijos y los que sólo son pasajeros, así como nuestros ingresos, pero sobretodo tomar en cuenta una parte para ahorrar por si se nos atraviesa algún imprevisto.

En dado caso de que esto nos llegara a suceder siempre es importante tener un fondo de emergencia el cual podamos utilizar sin el remordimiento de que se desajuste nuestro presupuesto y suframos las consecuencias a fin de mes por ya no tener dinero para pagar algún servicio o para comprar alguna otra cosa que ya habíamos planeado.

El “Pequeño Cerdo Capitalista” nos dice que nuestras deudas no son culpa de nuestro banco o de las inversiones que podemos hacer con nuestro dinero. Y claro que nuestras deudas no son culpa de nuestro banco, es por nuestra falta de organización y de planeación.

Comúnmente los bancos son las instituciones que “nos hacen la vida complicada” porque se la pasan cobrándonos interés sobre interés, pero si recibiéramos una buena educación financiera, sabríamos que existen ciertas formas para que esto no nos ocurra, o en caso de que nos ocurra que no nos provoque dolores de cabeza.

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