¡SÉ FELIZ EN EL TRABAJO!

¡SÉ FELIZ EN EL TRABAJO¡

La felicidad es algo que forma parte de nosotros como un factor indispensable para saber si una persona está bien o no, es por esto que es importante establecer la felicidad en el modo de vivir de cada persona pero siempre se ha de tener en cuenta que nunca se vivirá una felicidad absoluta y duradera. En este ensayo hablaré sobre la existencia de la felicidad laboral y la importancia de la  relación felicidad- trabajo, para muchos esta relación es imposible, pero me niego a aceptarlo, como dice Margarita Álvarez: “me niego a pensar que puedas aguantar amargado un tercio de tu vida, que son las ocho horas, en el mejor de los casos, pasas en el trabajo (…)” (como se cita en Quílez, 2015)

Hoy en día el empleado está tan sumergido en su trabajo que le dedica todo su tiempo, no me refiero a estar solamente en oficina sino  que incluso en casa está pendiente del trabajo para esto no hay mejor ayuda que la tecnología lo cual lo convierte en un “workaholic”.Los workaholics son, según Fernández (2016) , “trabajadores extremos, para quienes el trabajo es una prioridad frente a las relaciones sociales o la propia salud” ,pero  esto no significa ser un trabajador de alto rendimiento pues trae consigo el estrés y la ineficacia en el trabajo, tomando como referencia investigaciones  de la Universidad de Stanford (como se cita en Fernández,2016) “la productividad decae después de 50 horas de trabajo y cae en picado tras 55”.                                                                                                                                

Si una persona se siente mal en su clima laboral, lo más lógico es que busque otro empleo para mayor comodidad porque el fin del hombre es  su felicidad así que es ilógico que resista mucho tiempo en un lugar que no considera suyo, no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista. En este caso se aplica los principios que rigen a los happyshifters.  Monte Ventosa, presidenta de la fundación Truthmark y fundadora de la corriente happyshifting, nos define a los happyshifters como  “personas que llaman a las cosas por su nombre, optimistas, que se plantean que quieren ser y hacer el resto de su vida (…) deciden transformar sus empresas y el mercado laboral. El objetivo es ser feliz (…)” (como se cita en Mengíbar, 2013).Si lo analizamos un happyshifter se convierte en pieza clave dentro de su empresa para optimizar su realidad.

Es necesario mejorar  las condiciones de trabajo pues pueden llegar a afectar la salud, física y psicológica. “La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce que el entorno laboral puede ser un agente capaz de deteriorar la salud de las personas durante el desempeño de su trabajo” (Monte, 2005, pp.19).Si el empleado tiene trabajo excesivo puede traer consecuencias catastróficas como los casos presentados por el Diario Expansión de España en el periódico electrónico Gestión (2017):

Ichimo Oshima, de 24 años, llevaba 17 meses sin tener un solo día libre en el trabajo, y solía dormir apenas un par de horas por noche. Su suicidio, en 1991, se considera la primera muerte atribuida oficialmente al trabajo excesivo en Japón (…) el suicidio de Matsuri Takahashi, empleada de Detsu, la principal agencia de publicidad nipona, que obligó a Takahashi a unas extenuantes jornadas laborales de hasta 20 horas diarias  (…) Otro caso dramático con consecuencias fue el del becario de Bank of America en Londres, Moritz Erhardt, quien falleció en el 2013 al sufrir un ataque epiléptico tras 72 horas seguidas de trabajo en el banco

Si analizamos desde la perspectiva de ganancia para las empresas podríamos plantear que la felicidad del trabajador se reflejaría en un aumento de la productividad, según Bless (2017) “cuando las empresas se preocupan por la felicidad de sus trabajadores, la productividad de las empresas incrementa un 31%”.

En el mundo globalizado, donde existen un sinnúmero de empresas y por consecuencia la competencia es mayor, lo que se necesita es un incremento en la productividad, muchos la relacionan con exprimir al trabajador hasta sacarle la última gota de energía, pero un empleado más feliz es más productivo. No hay que confundir mayor felicidad con mayor salario, como nos recalca Fernández (2017): “el salario más que una motivación, se considera ya un básico… y ahora es el tiempo libre y la autogestión de éste, uno de los factores que incentivan la motivación, por encima de la retribución o ascensos”.

A raíz de lo mostrado anteriormente la cultura de trabajo busco un nuevo modelo, uno en donde las organizaciones al mismo tiempo que satisfacen las necesidades del trabajador se mantienen en el mercado. Entendieron la lógica de:

Las necesidades biológicas deben ser satisfechas bajo cualquier sistema de organización. Una cultura que no aporta al grupo la capacidad de proveerse de los medios indispensables para satisfacer las necesidades básicas se autodestruirá como cultura o bien destruirá al grupo o la organización en sí (Gonzáles, 2007, pp.127).

Se logra la felicidad laboral con un balance entre lo que aporta el trabajador y la empresa para crear un ambiente satisfactorio y lograr mejores resultados, si el trabajador da todo su esfuerzo en bien de su centro de labor y no recibe reconocimiento alguno entonces su motivación caerá y renunciará; por otro lado si la empresa brinda muchos beneficios al trabajador y este no da resultados positivos, terminará por despedirlo. Esto concuerda con la teoría bifactorial:  

Frederick Herzberg crea la teoría bifactorial basándose en la pirámide de las necesidades de Maslow. Según sus estudios la felicidad laboral se obtiene por dos factores: los de mantenimiento y los de motivación. El primero guarda relación con las necesidades básicas que aporta la empresa como el sueldo o el seguro, mientras que el segundo factor radica en la persona, midiéndose por la productividad que para ella misma representa en la empresa (Arias, 2010).

Ahora pues bien sabemos que la felicidad depende de  cada uno y es la forma de ver la vida que tiene cada persona por lo que si  eres infeliz en el trabajo lo primero que debes cambiar es tu forma de pensar sobre él y tratar de enfocarte en lo positivo. “La responsabilidad final de la felicidad sigue siendo personal” (Fernández, 2015).

El logro de la felicidad laboral queda en manos de las empresas, las cuales deben: “Facilitar horarios flexibles, ajustar las tareas al tiempo disponible, favorecer la implicación y el autodesarrollo laboral, [impartir] cursos de mejora de recursos profesionales y cursos de gestión del tiempo y del estrés” (Mata, 2016).

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