Tarjeta De Crédito
Enviado por alondracitlalli • 5 de Febrero de 2014 • 4.758 Palabras (20 Páginas) • 327 Visitas
I. Introducción
Como dato curioso citaremos la historia que nos relata Díaz Bravo en su libro Títulos y Operaciones de Crédito, en la cual nos podemos dar cuenta cual fue la necesidad por la cual surgen las tarjetas y a partir de que idea, y como en muchas cosas Estados Unidos se lleva el punto de partida.
Cierto día de 1950 un tal Frank McNamara, al concluir su almuerzo con unos clientes en un restaurante de Manhattan, New York, encontró que no llevaba consigo el efectivo suficiente para cubrir el importe del consumo, lo que le obligó a solicitar telefónicamente que le fuera enviado, como ocurrió.
Ello, sin embargo, le hizo pensar en la posibilidad de extender la aplicación de las tarjetas que, desde 1920, habían venido expidiendo algunos hoteles, tiendas departamentales y empresas ferrocarrileras, como constancia del crédito abierto a favor de los mismos, según constancia en las citadas tarjetas, las que por tanto, eran suficientes para cargar en la cuenta de los consumidores los importes respectivos.
Legalmente asesorado, McNamara convenció a varios restaurantes de que, a cambio de un pequeño cargo, operan en la misma forma una tarjeta común y de ahí surgió la hoy famosa Diners Club en 1952.
El ejemplo fue seguido, en 1958, por otra empresa no bancaria, American Expres, posteriormente llegaron a Visa y Mastercard, que introdujeron el empleo del plástico en sus tarjetas, hoy utilizando en prácticamente todas ellas.
II. Antecedentes de la tarjeta de crédito
Los orígenes de la tarjeta de crédito los encontramos en los Estados Unidos de América del Norte, a principios del siglo XX surge como un instrumento cuya presentación permite aplazar obligaciones de pago en determinadas transacciones. La exhibición de la tarjeta acreditaba a su titular para disponer de bienes o servicios sin entrega inmediata de dinero en efectivo.
En sentido económico realizaba una función similar a la carta de orden de crédito que existía hace muchos siglos y que servía para la entrega de dinero o de determinados bienes designados en la misma. Su nacimiento se produjo como una estructura de sistema de pago.
Los primeros antecedentes de la tarjeta se remontan a 1914 en Estados Unidos.
Primero es empleada por varias cadenas de hoteles para identificar a sus clientes preferentes, en cualquier parte del país y para pagar sus cuentas.
En Estados Unidos cobra gran auge a mediados de la década de los años 20’s, siendo emitida por algunas compañías petrolíferas y grandes almacenes que las entregaban solo a sus mejores clientes para que estos adquirieran productos y lo autorizaran como medio de pago de sus compras.
Su utilización desciende en 1929 con la restricción crediticia y el aumento de la morosidad ocasionados por el desplomo de la Bolsa de Valores en octubre de ese año. A partir de 1932 llega una nueva era presidencial llevada por Roosevelt, relanzándolas como instrumento de promoción para las ventas empresariales y en 1936 inicia su extensión a otro tipo de emisores como las compañías aéreas y de ferrocarriles.
La tarjeta de crédito tuvo sus altas y bajas, ya que de nuevo decaen su uso en está ocasión por la Segunda Guerra Mundial, siendo tanto el declive que casi llegan a desaparecer, debido a ala enorme limitación de acceso al crédito y también a consecuencia de las mediadas restrictivas adoptadas por el gobierno de los Estados Unidos. Es hasta ese momento que podemos considerar, el primer peldaño de la etapa volitiva de la tarjeta de crédito.
Es cuando solo tenía un simple carácter bilateral en el cual, solo mediaba el empresario que vendía bienes o prestaba servicios, el cual facilitaba también la financiación y el cliente consumidor de los bienes. El cliente abonaba mensualmente el importe de la liquidación o bien satisfacía unas cuotas periódicas preestablecidas y no se reabría el crédito hasta que terminara de pagar lo debido.
Acabada la Segunda Guerra Mundial se lanza la utilización de las tarjetas y aparece por primera vez su uso en el carácter trilateral.
El papel del emisor se disocia del suministrador de bienes y servicios , ahora distinto del emisor. El emisor se convierte en una compañía especializada en la emisión y administración de tarjetas de una determinada marca; le entrega al titular la tarjeta abriéndole una cuneta de crédito que saldara mensualmente. Estamos ahora en la segunda etapa denominada: “La edad adulta del sistema”.
La primera empresa emisora fue Diners Club quien comienza a emitirlas en 1951, introduciéndose a España en 1954. Servía en sus inicios para pagar en una cadena de restaurantes, pronto fue extendiéndose un amplio espectro de compras, hasta que llego a admitirse para pagar todo tipo de bienes y servicios ahora no solo en el ámbito internacional (Estados Unidos) sino también en el ámbito internacional.
Surgen competidores contra esa marca los cuales se apresuraron a firmar convenios de adhesión con establecimientos suministradores de bienes y servicios. Otra compañía se lanzo a sí mismo a incorporar el nuevo sistema de operativa con tarjeta.
Amercian Express Compani, que hasta entonces solo se dedico a ser una agencia de viajes que emitía cheques de viaje para sus cliente, es ya en 1958 que crea su propia marca de tarjetas en la línea “Travel and Entertainment” (T & E). De ahí le siguió Carte Blanche 1959 llevada por la cadena hotelera Hilton.
Destaca sin embargo el gran desarrollo y empuje de American Express (parecía como si sus titulares tuvieran la necesidad de alinearse para relanzar económicamente Estados Unidos), viajando al extranjero especialmente a Europa, siendo de negocios o de vacaciones con el pretexto de utilizar su tarjeta American Express.
Al final de la década de los 50’s comienza la etapa del desarrollo del sistema, produciéndose su expansión internacional con esto llega la incorporación de los bancos a la emisión y operativa general de las tarjetas.
Es en 1951 que los bancos norteamericanos se abrieron a este mercado. El primero que emitió una tarjeta utilizable para sus clientes y otras instituciones financieras fue el Franklin National Bank Of the New York, concretamente agosto de 1991. Para 1951 ya había 26 bancos que ofrecían su tarjeta a casi 750 mil titulares, que era aceptada en más de 11 mil establecimientos comerciales.
Por falta previa de estudios de solvencia en la entrega de las tarjetas, estas atravesaron un bache durante algunos años, incluso los bancos dejaron de ofrecer el servicio
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