Aplysia californica y su relación con el aprendizaje no asociativo

Aplysia californica y su relación con el aprendizaje no asociativo[pic 1]

Kandel, es un científico que al estar  interesado en los procesos de memoria y aprendizaje se decidió por investigar estos procesos con un caracol o babosa marina gigante llamado Aplysia californica debido a que otros investigadores habían descubierto su utilidad para el estudio del sistema de señales de las células nerviosas, esto en consecuencia de que el cerebro de este animal es muy simple porque tiene solo 20 mil neuronas, relativamente pocas en comparación con otros mamíferos que cuentan con 100 millone de neuronas, además, las neuronas de la Aplysia se encuentran agrupadas en nueve ganglios y cada ganglio tiene un número pequeño de células, aunado a eso, algunas células de Aplysia están entre las más grandes del reino animal y pueden verse a simple vista, por lo que facilitó la inserción de microelectrodos para registrar su actividad eléctrica.

El aprendizaje asociativo fue estudiado en la Aplysia, este tipo de aprendizaje refiere a las conductas aprendidas que se producen como consecuencia de experiencia repetida a un único estímulo, o de dos o más estímulos que no están relacionados, es decir, el comportamiento de un sujeto se modifica únicamente por la presencia de un único estímulo, sin que esté asociado otro. Se distinguen dos tipos de aprendizaje no asociativo: por habituación, el cual consiste en la disminución de respuesta ante un estímulo debido a la repetición de este; y por sensibilización, donde hay aumento de la respuesta ante un estímulo debido a la repetición de este.

Cuando se estimula el sifón de la Aplysia, esta produce un reflejo de retraer la branquia; cuando se estimula repetidamente al sifón se va disminuyendo el reflejo de retracción, dándose así una conducta por habituación. La Aplysia fue sometida a una serie de estímulos táctiles logrando habituarse después de una repetición de 10 a 15 estímulos, no obstante, este aprendizaje era olvidado al día siguiente; en cambio, después de 4 sesiones de 10 estímulos cada una y separadas por varias horas, la habituación se seguía manifestada a lo largo de varias semanas. Con este experimento se pudo observar que la habituación provoca un cambio en la efectividad de las interacciones sinápticas entre las neuronas sensoriales y las neuronas motoras.

También se observó que la Aplysia californica posee reflejos defensivos de retirar su branquia y su sifón cuando se le aplica un estímulo potente como un choque eléctrico en la cola, mientras que un estímulo táctil en el sifón no produce retracción, no obstante, si se aplica de forma repetida el estímulo en el sifón, esto terminará por producir retracción en las branquias, convirtiéndose este en un reflejo condicionado, en otras palabras:

El estímulo aversivo en la cola activa las neuronas sensoriales que hacen sinapsis y activan a las motoneuronas que controlan la retracción de las branquias. Las neuronas que recogen la sensibilidad del sifón producen una despolarización que no alcanza el umbral de las motoneuronas, lo cual resulta en que no se llega a producir la activación. Pero si se estimula primero el sifón, y a continuación rápidamente se aplica el estímulo aversivo en la cola, la sinapsis entre la neurona del sifón y la motoneurona sufre potenciación, y en lo sucesivo la estimulación del sifón, por sí sola, produce la retracción de las branquias. (Universidad Politécnica de Catalunya BarcelonaTech, s.f.,  pp. 133)

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