EL CUIDADOR NO FORMAL
Enviado por Gerardo Fenoll Castelló • 1 de Noviembre de 2016 • Apuntes • 1.594 Palabras (7 Páginas) • 417 Visitas
EL CUIDADOR NO FORMAL
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Gerardo Fenoll Castelló
1º C
Características y Necesidades de las Personas en Situación de Dependencia
Índice
Un poco de historia… ____________ pag. 3
Cuidador no formal______________ pag. 3
Efectos negativos del cuidador no formal__ pag. 4
Necesidades de los cuidadores de personas enfermas______pag. 5
Fatiga del cuidador__________________________________ pag. 5
Cuando preocuparse_________________________________ pag. 7
Factores de riesgo____________________________________ pag. 8
Aprender a cuidarse__________________________________ pag. 9
Vídeo________________________________________________ pag. 9
Webgrafía____________________________________________ pag. 10
Un poco de historia…
Tradicionalmente quien ha cuidado a los familiares ha sido siempre algún familiar, casi siempre el cuidado principalmente ha recaído en un único cuidador, en este caso suele ser mujer (85%), (en primer lugar el cuidado recae en la pareja del receptor de cuidados, después, la hija o, incluso, la nuera). Este tipo de cuidado ha sido en muchos casos la única fuente de ayuda que reciben las personas dependientes. Intervienen diferentes factores, cómo la falta de recursos económicos de la familia o del estado civil de la persona enferma, pues constituye un pilar fundamental, en contadas ocasiones se combina este tipo de cuidado con profesionales.
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Cuidador no formal
Se define cuidador no formal la prestación de cuidados de salud a personas dependientes por parte de familiares, amigos u otras personas de la red social y que no reciben retribución económica por la ayuda que ofrecen.
El Libro Blanco de la Dependencia (2005) aporta una definición más exhaustiva como “el que se presta por parientes, amigos o vecinos. Este conjunto difuso de redes suele caracterizarse por su reducido tamaño, por existir afectividad en la relación y por realizar el cuidado no de manera ocasional, sino mediante un compromiso de cierta permanencia o duración”.
El rol de cuidador se ha caracterizado por una limitación de intereses (no disponer de tiempo para cuidarse o para sí misma) que en la mayoría de los casos, al rol de ama de casa. Teniendo efectos desfavorables para la salud y la calidad de vida, en muchos casos debido a los efectos desfavorables para la salud y la calidad de vida de estas personas resulta necesario la implicación de profesionales socio-sanitarios y la movilización de redes de apoyo familiar y social.
En la mayoría de los casos la familia sigue expresando su deseo de encargarse d los cuidados, asumiendo la responsabilidad del mantenimiento y el desarrollo del dependiente que reside en el hogar.
Efectos negativos del cuidador no formal
La prestación de cuidados a un enfermo dependiente conlleva una serie de consecuencias negativas para la salud del cuidador, ya que el familiar debe de hacerse cargo del enfermo de por vida o temporalmente.
Todo esto causa pérdidas en las relaciones interpersonales y altera las rutinas, el tiempo para dedicarse a sí mismas, la organización doméstica cotidiana, los proyectos laborales y personales, así como la economía familiar.
Las mujeres suelen padecer un malestar físico y emocional en mayor medida que las mujeres. Estos tipos suelen ser cansancio, dolor de espalda, cefalea y algias musculares. Se ha constatado la presencia de problemas relacionados con la ansiedad y la depresión, así como alteraciones del sueño, apatía e irritabilidad.
Otro de los aspectos negativos son los conflictos familiares, a veces supone situaciones de vergüenza o frustración.
Los problemas laborales pueden desencadenar la pérdida del puesto de trabajo debido al absentismo o el bajo rendimiento, incluso no poder compaginar horarios, conllevando al final una pérdida de ingresos como el aumento de los gastos. Gran parte de los cuidadores no trabaja y tampoco puede plantearse encontrar un empleo, otros se han visto obligados a reducir la jornada laboral.
Se tiende a perder contactos, disminuir o abandonar actividades sociales y de ocio que el cuidador realizaba antes de dedicarse a la tarea de cuidar.
Necesidades de los cuidadores de personas enfermas
Las personas cuidadores precisan de unas necesidades especificas, ya que conlleva un desgaste físico y emocional que repercute en el estado de salud del cuidador.
Principalmente necesitan información de la patología que presenta su familiar, además del tipo de recursos para poder hacer frente a los cuidados, pues en este caso disponemos de unos recursos tanto sociales como económicos que pueden ayudar a soportar los gastos derivados de su actuación.
Una buena intervención preventiva es la de realizar sesiones formativas, grupos de apoyo donde la gente puede plasmar sus experiencias e intercambiar consejos, disponer de un descanso periódico con la creación de centros de día, para que los cuidadores informales puedan evitar el desarrollo de enfermedades crónicas, físicas o psicológicas.
Debido a que para estas personas el día suele transcurrir en una serie de rutinas al cuidado de su familiar, cómo las comidas, el aseo, el cuidado de la salud y el cuidado del hogar, conviene llevar una planificación para que se puedan organizar bien todas estas tareas rutinarias.
La prestación de cuidados no se reparte, habitualmente de forma equitativa entre los miembros de la familia, pues recae la mayor responsabilidad a una sola persona y conviene repartir el trabajo, también puede resultar muy útil establecer un listado de prioridades.
Se necesita de un apoyo económico, tanto para afrontar los cuidados, cómo de aquellas necesidades que no están cubiertas por los servicios de salud, incluso para poder adaptar la vivienda, baño y habitación.
Fatiga del cuidador
La fatiga del cuidador en la parte subjetiva consiste en la percepción del cuidador de la repercusión emocional de las demandas o de los problemas relacionados al cuidar a la persona dependiente. Otros de los problemas es la deficiente ayuda por parte de los familiares, tiempo limitado de descanso y ocio, problemas económicos, insatisfacción de las necesidades propia, conflictos familiares, pérdida de relaciones sociales, dificultades laborales, desconocimiento de la enfermedad y su manejo, problemas conyugales, sentimientos de pena, culpa, enojo, rabia, vergüenza, impotencia, soledad, inseguridad, frustración, resentimiento, alteraciones afectivas, trastorno del sueño, depresión y ansiedad.
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