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Educación no formal


Enviado por   •  3 de Junio de 2013  •  Informe  •  2.244 Palabras (9 Páginas)  •  299 Visitas

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En la Clasificación Internacional Estándar de Educación, el término “educación” es definido como “comunicación organizada y sostenida diseñada para producir aprendizaje.” Esto refleja un punto de vista institucional, el cual es restrictivo y excluye cualquier cosa hecha en una escala relativamente grande para ampliar el acceso a la educación. Es una definición que le concede poca importancia a las formas espontáneas, extra escolares, de aprendizaje.

Educación no formal (o extra escolar), que incluye todas las formas de instrucción promovidas conscientemente por el profesor y el alumno, siendo la “situación de aprendizaje” buscada por ambas partes (emisor y receptor).

Coombs y sus colaboradores propusieron una definición de educación no formal que ha sido ampliamente aceptada: “Cualquiera actividad educacional organizada fuera del sistema formal establecido ... cuyo propósito es servir a clientelas identificables y objetivas de aprendizaje”, (Coombs et al., 1973). Esta definición tiene la ventaja de establecer las características principales de la educación no formal. Consiste en actividades tales como:

– organizadas y estructuradas (de otro modo serían clasificadas como informales);

– diseñadas para un grupo meta identificable; – organizadas para lograr un conjunto específico deobjetivos de aprendizaje;

– no institucionalizadas, llevadas a cabo fuera del sistema educacional establecido y orientadas a estudiantes que no están oficialmente matriculados en la escuela (aún si en algunos casos el aprendizaje tiene lugar en un establecimiento escolar).

Educación formal (escolar), que se diferencia de la educación no formal en que es impartida en instituciones (escuelas) por docentes con contratos permanentes dentro del marco de un currículo determinado. Este tipo de educación se caracteriza por su uniformidad y una cierta rigidez, con estructuras verticales y horizontales (clases agrupadas por edad y ciclos jerárquicos) y criterios de admisión de aplicación universal. Esta educación se diseña para ser universal, secuencial, estandarizada e institucionalizada y garantizar una cierta medida de continuidad (al menos para aquellos que no son excluidos del sistema).

La frontera entre la educación formal y la no formal no siempre está claramente establecida y no existe un consenso real sobre la diferencia entre ambos subsistemas: se dan aspectos no formales en las estructuras de aprendizaje formal, tales como el uso de no profesionales como profesores, enseñanza a distancia, la participación de los padres o miembros de la comunidad en el proceso educativo o en la administración escolar, la incorporación de trabajo productivo a la escuela y otros de esa índole.

Del mismo modo, se han realizado experimentos fuera de la escuela usando distintos métodos y a diferentes velocidades que las usadas en escuelas tradicionales, pero cuyo objetivo es enseñar el mismo currículo que el empleado en el sector formal. Esta interrelación, lejos de ser dañina, puede ser altamente beneficiosa cuando ambos lados pueden tomar ideas “prestadas” del otro. En este artículo, los términos educación no formal y aprendizaje extra escolar se emplean indistintamente, con el mismo significado, en el entendimiento que el concepto puede ser aplicado igualmente a adultos que a niños y cubre todas las situaciones posibles de aprendizaje y auto instrucción, con una forma más o menos estructurada y ubicada en el borde o fuera del sistema escolar aun si tales actividades se llevan a cabo en edificios escolares del sistema formal). No obstante, cualquiera sea la terminología usada, la compleja relación entre la educación formal y la no formal subsiste y todavía no hay una definición clara e inequívoca de ambos conceptos.

La aparición del concepto de educación no formal

El concepto de educación no formal emergió hace unos 30 años, aunque la preocupación que lo originó existía desde mucho antes. Fue en los años 1960 y particularmente en los 1970, que se centró más atención en la educación no formal. Estudios e investigaciones en la materia abundan, aunque la literatura tiende a concentrarse en la educación de adultos y especialmente en la educación permanente, en vez de en enfoques innovadores fuera del sistema de educación formal diseñados para darle acceso al aprendizaje a niños que no lo tienen.

Para un mejor entendimiento de la aparición del sector no formal, debe tenerse presente algunas observaciones.

La escuela ya no es el único lugar donde ocurre el aprendizaje y ya no puede pretender asumir por sí sola la función educacional en la sociedad. Más aún, el aprendizaje involucra tal variedad de factores que es imposible concebirlo dentro de los confines de un sistema único organizado y supervisado por una autoridad central. La educación ya no es la exclusiva responsabilidad de consejos nacionales de educación, sino que también de otros servicios e instituciones, incluyendo aquellas activas en el campo del desarrollo.

Educación y aprendizaje ya no son considerados como sinónimos de “escolaridad,” aun cuando muchos padres continúan equiparando educación con escuela obsesionados con el diploma que la escuela se presume que otorga como un pasaporte al empleo, que ahora es cada vez más hipotético. El igualar aprendizaje con la educación formal permanece firmemente anclado en la mente de muchos padres, pero como ellos han sido forzados a reconocer el fracaso del sistema en el que han puesto todas sus esperanzas, su insatisfacción con –y su crítica de– los sistemas de educación existentes se ha transformado en una fuerte marea y objeto de serias preocupaciones.

Para empezar, fueron las carencias y deficiencias del sistema escolar tradicional las que gatillaron el creciente interés en formas de educación extra escolares que actúen como suplemento o aun sustituto, de la escolaridad formal.

Este interés es comprensible dadas las ventajas que la educación no formal puede ofrecer al desarrollo socioeconómico y/o socio cultural, particularmente cuando se enfrenta con el desilucionador desempeño de un sistema escolar cuyo componente educativo –académicamente ambicioso– no es ni práctico ni específico; no tiene relevancia en la vida diaria de los alumnos y sus costos son altos, lo que limita su expansión. Son estas limitaciones cuantitativas y las deficiencias cualitativas de la educación formal las que han hecho buscar soluciones en actividades fuera de la escuela (Furter, 1984, p. 5).

Influenciada por el concepto de educación permanente la extensión de estos enfoques a la educación proporciona marcos de referencia, capacitando la toma de decisiones a largo plazo que van a diversificar las funciones, tareas y contribuciones de los sistemas educativos,

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