VIOLENCIA ENTRE PARES ESCOLARES (BULLYING) Y SU ABORDAJE ATRAVÉS DE LA MEDIACIÓN ESCOLAR Y LOS SISTEMAS DE CONVIVENCIA
Enviado por Alejandro Santiago Dzib • 18 de Septiembre de 2021 • Ensayo • 1.321 Palabras (6 Páginas) • 133 Visitas
VIOLENCIA ENTRE PARES ESCOLARES (BULLYING) Y SU ABORDAJE ATRAVÉS DE LA MEDIACIÓN ESCOLAR Y LOS SISTEMAS DE CONVIVENCIA.
El análisis que se presenta sobre el bullying que existe en gran medida en los centros escolares venezolanos, resulta alarmante, puesto que los actores educativos carecen de un buen abordaje en mediación y una carente estructuración en el sistema de convivencia. Es preocupante la necesidad que se tiene para el manejo de herramientas de mediación; y que a partir de la reflexión “son el camino para la intervención, participación y solución de conflictos que llevarán a la paz en los contextos escolares”.
No solo en Venezuela, sino en todo el mundo el tema de la violencia entre pares resulta alarmante para toda la sociedad en general y de manera particular en los centros escolares, lugar donde regularmente este fenómeno tiene sus inicios; pero lo más grave no son los problemas psicológicos o físicos que se generan en las victimas que sufren de estos tipos de agresiones, sino la carente capacidad para el manejo de situación que llevo al problema final. Regularmente cuando una situación de este tipo llega a niveles gigantescos el arrepentimiento del “hubiera” no es una opción, el buscar culpables para deslindarnos de la culpa resulta más fácil; que asumir el error y aceptar que todos como comunidad escolar somos los causantes en menor o mayor medida de la violencia que se vive.
Como actores de la educación, lo primero que se nos viene a la mente ante una acusación de “violencia”, son los golpes; sin embargo tenemos que tener en cuenta que las agresiones más representativas en las aulas son las psicológicas, que están orilladas a la comunicación agresiva (insultar, hablar mal, poner apodos o sobrenombres), la cual, aun sin dejar heridas físicas crea en el victimario problemas de autoconfianza, inseguridad y temor; los cuales más adelante pueden convertirse en un problema mayor, como pueden ser crear personas manipuladas e incomprendidas, con desamparo o depresión y en casos más extremos podríamos estar creando victimarios con incapacidad para aceptar normas los cuales en un futuro serán personas adultas “responsables” de la sociedad y no solo pasarán por una “escuela” sino por varias en las que en su mayoría NO son frenados. Esta situación debe ser atendida por docentes, padres de familia y directivos desde las primeras señales que presente un alumno en la escuela, en conjunto con los organismos correspondientes que cuidan los intereses de los niños y adolescentes; pero lamentablemente siempre hay impunidad dejando pasar el problema generación tras generación.
A raíz de esta impunidad, sabemos que en diferentes lugares del mundo se crearon leyes que ayudan a la resolución de problemas de violencia estudiantil, sin embargo existe una mala interpretación de la ley, principalmente en los victimarios quienes ante una sanción “tradicional” de expulsión, abogan por la violación al derecho de la educación, pero resulta controversial ya que ellos mismos están violando el derecho a la seguridad ante sus demás compañeros. Para que exista un ordenamiento que rija la vida escolar y se permita la consolidación de valores de convivencia, las normas del centro escolar deben ser contextualizadas y ser el producto de una participación de los agentes escolares; dejando muy en claro que al faltar puede llevar a sanciones, impedir la impunidad y la repetición de hechos que afecten al colectivo. Lo mencionado anteriormente no solo es trabajo de los centros escolares, puesto que también tienen que existir una modificación con los altos rangos en donde se ha perdido la revalorización a los docentes, los cuales al presentar alguna acusación de violencia, salen más afectado ellos, que el mismo victimario; lo cual ha provocado miedo e incertidumbre ante el colectivo docente para poner en practica estos ejercicios de sanción.
Hablando de bullying podemos deducir que son participes tres actores y no solo la víctima y el agresor, sino que entra uno más conocido como el observador: al conjunto de estos actores se les denomina TRIANGULO DEL BULLYING. En el caso de la víctima en esta trilogía de violencia, es aquel niño o adolescente que por sus características y sin contar con recursos físicos o psicológicos, es sometido a agresiones, persecuciones e intimidación de manera continua; lo que puede provocar en el individuo, daño en el autoestima, fracasos o dificultades escolares, niveles altos de ansiedad, fobias e inseguridad.
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