Autocontrol
Enviado por kat.vasquez • 2 de Enero de 2012 • 2.359 Palabras (10 Páginas) • 1.405 Visitas
AUTOCONTROL
(por B. Tierno, tomado de la prensa)
Hacerse a sí mismo es un valor que va tomando forma en el ser humano a medida que crece en edad y en inteligencia y se va haciendo más autónomo, más responsable y maduro. Para llevar las riendas de la propia existencia, sortear los obstáculos que surgen a cada paso, saber frenar v acelerar en el momento oportuno, conducir a velocidad prudencial, con firmeza y mesura, sin peligro para los demás, por las autopistas del mundo de hoy, la delicada máquina de nuestra persona, de nuestro yo, exige un elevado índice de autocontrol, al que sólo es posible acceder por dos vías obligadas: la del conocimiento de nosotros mismos y la del dominio y control responsable de nuestros actos. En esta ficha nos centraremos en el conocimiento de nosotros mismos, y en la siguiente, en el dominio y control de nuestros actos.
CONOCERSE A Si MISMO. El conocimiento de uno mismo es tarea de siempre Y de todas las edades, ya que nunca termina, pero nos mantiene activos, mirando hacia nuestro interior en la alentadora autocrítica que permite calibrar el potencial de nuestras posibilidades para superar las dificultades y lograr una mayor eficacia, actuando con optimismo y renovada confianza.
El conocimiento de nosotros mismos, sin dejar de ser realista y objetivo, ha de permitirnos localizar la atención en nuestras cualidades más relevantes, aquellas que nos permitan sentar las bases de una firme autoestima que nos impulse a la acción y realización de nuestros mejores deseos, de nuestros ideales. Un obstáculo que fácilmente puede surgir al mirar hacia dentro de nosotros mismos con ojos de sincera autocrítica, con justicia y sin presunción es que caigamos en la autocompasión y el desánimo al ver nuestras carencias y limitaciones y la distancia a que nos encontramos de nuestros ideales y objetivos. Pero es precisamente la toma de conciencia de lo que somos y de nuestras más preciadas y relevantes aptitudes lo que potenciará nuestro esfuerzo y disposición para la lucha, alentándonos a apuntar bien alto en la dirección segura de lo que debemos ser. El conocimiento de nosotros mismos nos permitirá averiguar lo que podemos llegar a ser sin perder la referencia y la guía de lo que debemos ser, de nuestros ideales.
AUTOANALISIS PARA EL CONOCIMIENTO DE Sí MISMO. Hemos de saber explorar nuestras posibilidades v formulamos preguntas que nos lleven a la reflexión, pero una reflexión activa y dinámica que nos sirva de acicate para mantener un esfuerzo bien orientado, perseverante y entusiasta para el perfeccionamiento de nosotros mismos v de las obras que emprendamos. Preguntas para el autoanálisis:
1. ¿Cuáles son los ideales que conforman mi deber ser, mi guía interior, mi cuadro de referencia interno, por los que merece la pena luchar durante mi existencia?
2. ¿En qué medida me esfuerzo por alcanzar esos ideales y pongo constancia y tesón, sin dejarme arrastrar por el desaliento?
3. ¿Qué estoy haciendo ahora y qué pienso hacer en adelante para aumentar el potencial de mis aptitudes y conocimientos de manera integral?
4. ¿Soy consciente de que únicamente yo soy el responsable de mis éxitos y de mis fracasos y de que la única actitud inteligente y práctica es amueblar la mente con pensamientos positivos y sembrar en el corazón y en la voluntad esperanza y confianza, incluso cuando parezca todo perdido?
5. ¿Ejerzo verdadero control y dominio sobre mis palabras y mis actos?
6. ¿He descubierto ya mis cualidades negativas, mis limitaciones, carencias y defectos? Las pondré por escrito. Sacarlas a la luz es ya el comienzo de la victoria.
7. Una vez detectadas, aisladas y controladas esas cualidades negativas ¿las analizo con calma. seguridad y confianza y establezco un plan de acción para convertirlas en positivas v servirme de su potencial, canalizándolas de la manera más razonable para que no se conviertan en un obstáculo en mi vida?
8. ¿He llegado ya a la firme convicción de que la autocompasión, el derrotismo, el hacer de todo un drama y el culpar a los otros de mis carencias y errores, son la prueba más evidente de inmadurez y de ineficiencia y el camino seguro hacia el fracaso y la neurosis?
LA MIRADA HACIA EL INTERIOR. "Los hombres de hoy día viven hacia afuera, olvidando la vida interior», dice el eminente psicólogo español José Luis Pinillos. Es imprescindible la reflexión serena de la mente, la mirada limpia y profunda que escudriñe nuestros afectos, sentimientos y actitudes, a fin de llevar la paz y el equilibrio a nuestro espíritu, proyectando nuestra existencia desde la autenticidad del más puro y noble entendimiento con nosotros mismos. La forma de ver tanto la propia realidad como la realidad de los demás dependerá de la guía interior, que sirva de punto de referencia a nuestras conductas.
La carencia de valores en el mundo de hoy obedece, sin duda, a que prácticamente todos vivimos hacia afuera y estamos olvidando el cultivo de la vida interior. Hemos perdido el instrumento más valioso para construir nuestros ideales, y es conocernos a nosotros mismos.
Dice el doctor R. Carballo que «por muy a prueba que sometan las circunstancias al hombre, la principal prueba del hombre consiste en enfrentarse consigo mismo». Nos conocemos mal porque eludimos en lo posible mirar a nuestro interior Y enfrentarnos a nuestra propia realidad. Es mas cómodo echar mano a mecanismos de defensa, a la disculpa y al autoengaño.El hombre de hoy flota a la deriva. sin convicciones, sin firmeza, sin horizontes... El gran vacío moral que le caracteriza le está llevando i convertirse en el peor enemigo de sí mismo, atenazado por la ambición, las riquezas, la fama v el afán de aparentar. Sin esa necesaria mirada. serena y profunda hacia el interior de nosotros mismos, cada vez seremos más vulnerables y fáciles de manipular mentalmente por el entorno. «Si quieres algo bueno, búscalo en ti mismo». decía Epicteto. No hay duda de cine conocerse a sí mismo conduce al hombre a convertirse en el artífice de su propia vida. Existen en cada ser humano, en estado latente, infinitas posibilidades de perfección, aptitudes y cualidades que han de ser despertadas y cultivadas al más elevado grado de perfección para que podamos hacer el mayor bien que seamos capaces de realizar. Conocernos a nosotros mismos nos lleva además a los niveles más altos de perfección a que nos es posible aspirar en esta vida. Nuestro fin. como el fin de la humanidad. en palabras de Renán, «no es la aventura, sino la perfección intelectual y moral». Ese perfeccionamiento individual que como alguien ha dicho no consiste en hacer cosas extraordinarias,
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