COMO ES LA SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
Enviado por MAURICIO19910122 • 7 de Septiembre de 2017 • Resumen • 5.569 Palabras (23 Páginas) • 286 Visitas
CAPÍTULO I
LA SIGNIFICACIÓN DE LA PRÁCTICA EDUCATIVA
La práctica reflexiva es una estrategia fundamental para el desarrollo y para la formación profesional de estudiantes y para la formación de nuevos docentes. Conceptos como lo educativo, la práctica, las acciones, la significación y la intervención educativa están presentes los espacios académicos donde los docentes sostienen procesos deliberados y de significación de su práctica, así, está significación se convierte en una estrategia de mejora del quehacer educativo. De la misma manera, permite plantear la práctica no solo como objeto de estudio, sino también como opción de cambio e innovación centrados en los procesos vividos por los docentes en el aula. La práctica es específica de cada sujeto donde su análisis involucra las creencias, saberes y valores que posee cada persona desde su formación y visión.
Desde los primeros artículos que fueron publicados, hasta las primeras experiencias sobre un cambio de práctica, es decir, se observa cómo el educador va construyendo de manera progresiva una interpretación compleja de su práctica para modificar, articular y organizar sus acciones de forma más compleja. La teoría y la práctica se van de la mano a través de las modificaciones que operan en la estructura cognitiva de los educadores. En este sentido, el significado no implica a sus específicos supuestos, saberes, creencias, valores y prefiguraciones de los haceres, en este caso referidos a los procesos educativos, es decir, dependiendo de cómo el educador signifique su práctica, es así como la realiza. Se puede decir que un sujeto siempre hará todo dentro de lo que conoce, lo que decida que es mejor. No es necesario que el sujeto le de significado a lo que realiza con la razón de su hacer.
Lo anterior indica que la significación de la práctica determina decisiones y acciones educativas con un sentido y con una intencionalidad en mayor o menor nivel de conciencia y de reflexión que se puede transformar. La persona se vuelve agente con sentido dentro de una estructura social por medio de una mediación de un proceso de conciencia, reflexión y autorregulación para comprender el estado actual de la práctica. Lo antes mencionado, indica una transformación; no implica una transformación a los sujetos, sino a los educadores, a lo que lo convierte en una condición necesaria para la transformación necesaria de la práctica, pero la pregunta nos guía ¿hacia dónde debemos transformar?
Un acercamiento a la respuesta parte de la idea que el educador tiene de lo educativo, donde la transformación se debe contener una naturaleza social, psicológica, disciplinar, o mas exactamente, en pocas palabras, debe contener sobre todo la sustancia de la educación, pero estos componentes no se puede interpretar la calidad de lo que se pretende lograr. Es decir que lo educativo debe ser comprendido y explicado por su propio cuerpo teórico. Kratochwill (1987) afirma que la educación “aparece como una forma de acción social de un educador sobre un educando con la meta de posibilitar la formación en tanto se autoformarse en el sentido de un diálogo del individuo con el mundo interno”. Esta concepción explica que la acción que es de cada ser humano en un contexto social. Es la acción conjunta de la formación humana y la compresión social. Es decir, que un cuerpo teórico se puede ubicar desde las acciones sociales o en procesos cognitivos.
Desde otra perspectiva, la adquisición de conceptos se realiza a partir de aprendizaje asistido, donde el interactuar con la sociedad, actualiza los conceptos de la zona de desarrollo potencial. A todo esto, un proceso educativo se identifica con aquellas acciones que llevan al individuo a producir un conocimiento que le permita comprender, accionar, interaccionar y transformar el medio donde en donde se desarrolla y la acción educativa propicia estos procesos dependiendo de la construcción teórica.
La educación puede definirse, desde estas posturas, como el sistema de acciones reflexivas, intencionadas y sistemáticas de autotrasformación en un contexto histórico determinado, donde la acción de la autonomía no se limita ya que ciertas condiciones del contexto hacen que, el sujeto no puede estar alejado en el proceso de su conocimientos sin conocer el contexto que lo rodea para compartir conocimientos y significados mediante la conformación de grupos de referencia, dialogando y estableciendo puntos de discrepancia para constituir grupos de discusión para lograr un objetivo en común para actuar en la comunidad. La actuación del sujeto queda definida por la interacción que tiene con los demás para identificar su papel social, en el que la educación implica propiciar un contexto histórico social.
Algunas de las coincidencias que establecen dentro de las condiciones de lo educativo son:
- Sin importar que corriente teórica se siga, el fin último de la educación, implica la trasformación del sujeto en cuanto a su entender, actuar o trasformar la realidad inmediata.
- Los procesos de interacción se propician en la comunidad donde el objetivo único es el de educar.
- Una condición no es viable sin la otra en lo educativo.
La educación es una acción transformadora del sujeto que produce conocimiento y apropiada por un sistema de interacciones humanas en un contexto histórico especifico. A todo esto, la práctica se puede entender como “acción reflexiva que puede transformar la teoría que la sigue en donde la misma teoría esta sometida al cambio como a la práctica misma donde cada una modifica y revisa continuamente a la otra” y que está articulada de acciones intencionadamente transformadoras interpretadas como tales a partir de una red conceptual que modifica a través de la relación entre teoría y la práctica. Es decir, que la práctica se constituye de acciones interpretadas que para ser consideradas educativas, necesariamente tienen que ser transformadoras ya que las acciones del sujeto determinan su existencia para transformar su realidad.
A todo esto nos da entender que la acción educativa se construye e interpreta a partir de la reflexión de la experiencia del sujeto e inherente a ello la intención se reviste de saber y sentido. La transformación del significado y las acciones mueve intencionalmente la práctica de un estado convencional a otro que implique una reorganización más compleja de sus constitutivos. La transformación del significado de la práctica educativa se genera por la operación básica de la reflexión sobre la acción. Permite recuperar, hacer consiente, evaluar y transformar la práctica y además establece las contradicciones presentes. Cuando se logra esta necesaria distancia mediante la reflexividad, el significado puede coincidir sobre la acción y propiciar la transformación tanto de los esquemas y representaciones mentales como del saber hacer.
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