Características del trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo (TOCP)
Enviado por elmita_net • 4 de Julio de 2015 • 1.836 Palabras (8 Páginas) • 194 Visitas
Definimos la personalidad como aquellas características o aspectos del individuo, relativamente estables y duraderos, que le distinguen de otras personas y le hacen único en su manera de percibir, razonar, relacionarse con su entorno y consigo mismo. Existen una infinidad de características de personalidad que en unas personas están más marcadas que en otras. Normalmente, todos tenemos muchas características de personalidad, ya que ante determinadas situaciones actuamos de forma diferente. Lo que nos hace que nos distingamos seria la intensidad de estas características.
Cuando las personas presentan estos rasgos en su manera más extrema, llegando así a afectar la conducta intensamente hasta el punto de interferir negativamente en sus vidas, estaríamos ante un trastorno de la personalidad.
Los distintos trastornos se agrupan en tres grupos diferentes basándose en el tipo de comportamiento que más destaca. La personalidad obsesivo compulsiva está clasificada en el grupo C, ya que son sujetos que se caracterizan por ansiedad, temor, muy sensibles a lo negativo, presentan dificultades a la hora de afrontar las cosas o de aprender estrategias de afrontamiento. En este grupo C también encontramos a los trastornos de personalidad de evitación y el dependiente.
La principal característica del trastorno obsesivo compulsivo de la personalidad (TOCP) es la preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control. Suelen ser muy poco flexibles en sus esquemas mentales, lo que les lleva a ser poco espontáneos. Son muy minuciosos y organizados, a la par que trabajadores. Es por eso, por lo que creen que el tiempo libre es una pérdida de tiempo, a no ser que primero hayan organizado cuidadosamente su agenda para poder aprovechar ese tiempo de ocio.
Este estilo de personalidad suele ser muy valorado en los lugares de trabajo, ya que se muestran excesivamente trabajadores, por lo que es fácil que asciendan de puesto rápidamente.
Defienden principios morales y éticos fuertemente. Es probable que muchas de las quejas que reciben los organismos al servicio del consumidor se deban a este estilo de comportamiento. No suelen cometer excesos de ningún tipo y suelen aventurarse y arriesgarse poco. Planifican, ordenan, clasifican y colocan todo lo que está a su alcance. Otra característica curiosa es que guardan una gran cantidad de objetos que, aunque sean inservibles, creen que puede llegar algún momento en que los vuelvan a utilizar.
No suelen dedicar tiempo a las relaciones interpersonales o familiares, pero sí cuidan de que sus seres queridos tengan las necesidades básicas cubiertas. Es probable que los más allegados a las personas con TOCP echen de menos una relación emocional más cercana y cálida, mayor intimidad y dedicación.
Como estas características están muy valoradas en contextos laborales, parece que no implica ningún trastorno importante, ya que se le suele restar importancia atribuyendo a la persona el adjetivo de perfeccionista. Sin embargo, la diferencia entre el estilo de personalidad perfeccionista y el TOCP estriba en la gravedad de la sintomatología que les caracteriza. Las personas con un TOCP son tan meticulosas que desembocan en conductas desadaptativas que hacen que muchos de sus comportamientos se vuelvan ineficaces e ineficientes y perturben de forma importante el funcionamiento del propio individuo en el plano laboral y personal. Cuando este perfeccionismo interfiere con la vida diaria de la persona hablamos de TOCP. La frecuente falta en estos sujetos de la capacidad para tomar decisiones rápidas, para establecer prioridades y para delegar responsabilidades. Para llevar a cabo una eficaz labor de mando se precisa una elevada flexibilidad con las normas, una capacidad para establecer prioridades y un respeto por los estilos distintos de trabajo que tengan otras personas.
Son personas con una gran autodisciplina, regidas por el intelecto y no por las emociones y suelen ser poco efusivos afectivamente. Son propensos al estrés, siendo difícil para ellos relajarse y disfrutar del placer. Tener tiempo libre sin actividades planificadas puede ponerlos más nerviosos.
En cuanto a la vida de pareja suelen ser compañeros fieles que cuidan bien a sus cónyuges, aunque son poco románticos y manifiestan poco sus emociones. Hacen buena pareja con personas de tipo histriónico, el más efusivo de los estilos de personalidad. A los obsesivo-compulsivos les atraen los histriónicos como pareja, porque les hacen sentirse más activos y vivos. Al mismo tiempo, el histriónico puede sentirse atraído por el obsesivo-compulsivo porque le proporciona la estabilidad necesaria. El obsesivo-compulsivo suele llevarse bien con los estilos antisocial, evitador, dependiente y autodestructivo. Por el contrario, no suele congeniar con las personas que tienen su mismo estilo de personalidad, ni con los individuos de estilos narcisistas, paranoides o sádicos.
A la hora de relacionarse con un tipo obsesivo-compulsivo, hay que ser flexible, permitiéndole que haga las cosas a su manera sin que ello interfiera en la vida de la otra persona. Las pocas muestras de afecto que exteriorizan estos sujetos pueden provocar desánimo en otras personas, las cuales han de tener en cuenta que es sólo una cuestión de falta de manifestación, no de baja intensidad de sentimientos. Las luchas de poder no son eficaces con los obsesivo-compulsivo, puesto que son muy hábiles para argumentar sus razones, por lo que se recomiendo escucharlos e intentar comprenderlos. El obsesivo-compulsivo se encargará de los detalles de la vida en común y de la estabilidad de la relación, siendo conveniente recordarle a menudo que son personas muy importantes para los que le rodean.
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