Caso de Estudio UVM Lomas Verdes

Cambio de actitud mediante la teoría de elaboración de riesgo de cambio de actitud: Caso de Estudio UVM Lomas Verdes

Según Allport (1935) la actitud es: “Un estado mental y neurológico de atención, organizado a través de la experiencia, y capaz de ejercer una influencia directiva o dinámica sobre la respuesta del individuo a todos los objetos y situaciones con las que está relacionado”.  Otra propuesta la da Krech y Crutchfield (1948) y la define como: “Una organización duradera de procesos motivadores, emocionales, perceptivos y cognoscitivos, en relación con el mundo en que se mueve la persona” (Parales-Quenza, 2007).  

Rodrigues (1987) resume los principales elementos incluidos en las definiciones tradicionales, presentando la siguiente definición: "una organización duradera de creencias y cogniciones en general, dotada de una carga afectiva en favor o en contra de un objeto social definido, que predispone a una acción coherente con las cogniciones y afectos relativos a dicho objeto" (Barra, 1998).

Las funciones de la actitud según Sabini (1992) se enfocan en 3 aspectos:

1. Definir y mantener los grupos
2. Establecer la propia identidad y mantención de los grupos
3. Guiar el pensamiento y la conducta

De acuerdo a Sabini (1992), debido a que las actitudes pueden ser consideradas tanto como entidades sociales y como entidades cognitivas, y que ellas vinculan la cognición individual con la participación social (Barra, 1998).

Se afirma que las actitudes tienen una determinada dirección (positiva, neutral o negativa). Y así como difieren en dirección, las actitudes difieren también en intensidad, reflejando si la evaluación, y especialmente el afecto ligado a ella, es débil o fuerte (Barra E.,1998).

¿Cómo se forman las actitudes?

Existen diversos factores que influyen y que pueden desarrollar las actitudes.

Experiencias: las experiencias pueden formar las actitudes de forma directa o indirecta. Directa cuando una vivencia se da por el individuo o indirecta por la observación o conocimiento de una experiencia.  (Robert & Donn, 2005)

Factores sociales: Los roles sociales y las normas sociales pueden tener una fuerte influencia en las actitudes. Los roles sociales se refieren a cómo se espera que las personas se comporten de una función o contexto particular. Las normas sociales implican reglas de la sociedad por lo que se consideran apropiados comportamientos.

Aprendizaje: A medida que una persona aprende acerca de un objeto actitudinal, ella construye una representación cognitiva del objeto la cual incluye información cognitiva, afectiva y conductual asociada con ese objeto.

El condicionamiento operante también se puede utilizar para influir en cómo se desarrollan las actitudes. Por ejemplo, un joven que acaba de comenzar a fumar puede recibir comentarios negativos y desaprobación social. Esta retroalimentación negativa de los que le rodean, finalmente lo lleva a desarrollar una opinión desfavorable de fumar y decide abandonar el hábito.

Por último, las personas también aprenden las actitudes mediante la observación de las personas que los rodean. Cuando alguien que usted admira grandemente propugna una actitud particular, que son más propensos a desarrollar las mismas creencias. Por ejemplo, los niños pasan una gran cantidad de tiempo a observar las actitudes de sus padres y por lo general comienzan a mostrar puntos de vista similares. (Laca, 2005)

Aprender acerca de un objeto actitudinal involucra la representación cognitiva del objeto, la composición de la actitud es a partir de:

• Información cognitiva: es lo que la persona conoce acerca del objeto actitudinal, los hechos y creencias que tiene sobre él (por ejemplo, el fumar causa daño).

• Información afectiva: cómo la persona se siente hacia el objeto, los sentimientos y emociones que provoca el objeto actitudinal (ejemplo, malestar frente al humo del cigarrillo).
• Conductual asociada con ese objeto: Y la información conductual comprende el conocimiento acerca de las interacciones pasadas, presentes o futuras de la persona con el objeto actitudinal (ejemplo, el hecho que la persona no fume).

Las actitudes sobre los objetos actitudinales surgen a partir de la variada información acumulada sobre estos, el individuo actúa como jurado que pondera el peso de las evidencias, formando actitudes que sean consistentes con la mayor parte de lo que sabe, siente y experimenta.

Las actitudes pueden diferenciarse en base a sus diferentes características, las cuales son:

• Actitud desinteresada: la persona que posee esta cualidad de moverse en la realidad, no se impacienta por el beneficio que pueda traerle tal hecho o actividad a su vida; su eje de orientación se distingue dirigido a la otra persona, con total empatía, que no pasa a considerarla una herramienta, sino una conclusión. Las cualidades necesarias para que se de este tipo de actitud, son la solicitud y aprobación, la apertura, y encontrarse en servicio disponible.
• Actitud manipuladora: se refiere a personas que no consiguen progresar por sus propios medios; por esta razón buscan a otro, lo utilizan como un instrumento, de modo que el cuidado que se le confiere, desde un principio tuvo como fin: la investigación para su propio beneficio.
• Actitud emotiva: se produce cuando las personas en cuestión, conocen de una manera más personal al individuo, por esto su trato es afectuoso, rozando la franja emocional de ambos. El afecto, el cariño, el enamoramiento, son emociones más fuertes y más íntimas o particulares, que se hallan ensambladas a una condición de generosidad.
• Actitud interesada: cuando un individuo quiere llegar a un fin determinado, y posee este tipo de actitud, lo confirmadamente factible es que se beneficie de los lazos que tiene con diferentes personas como una táctica para conseguir su objetivo.
• Actitud integradora: con ésta se pretende conseguir la unión de las personas, a través de la comunicación que se origina entre individuos, buscando con esto, concebir su universo íntimo y su bien (UNED, 2012)

Existen diferentes percepciones, sobre todo ante situaciones de índole social en las que el individuo puede tener una o varias concepciones objetivas que desarrollan la actitud generando inconsistencia en la percepción. Frente a estos casos de información inconsistente, existen algunos mecanismos que ayudan a evitar o resolver la inconsistencia (Smith & Mackie, 1995).

1) Información unilateral: podemos evitar inconsistencias interactuando mayormente con personas que compartan nuestras opiniones o, en el caso de personas nuevas, haciendo que nuestra impresión inicial prevalezca en las futuras interacciones con ellas.

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