Como Enselar A Pensar
Enviado por paolatrinidad13 • 5 de Diciembre de 2013 • 3.392 Palabras (14 Páginas) • 325 Visitas
Introducción
La mayor discusión sobre enseñar a pensar se ha enfocado en la pregunta de cómo ¿Cómo se puede enseñar a pensar? y mucha discusión se ha centrado en los méritos relativos de varias respuestas que han sido propuestas.
En un sentido, cada programa que ha sido desarrollado para realzar habilidades de pensamiento, es la respuesta de alguien a esta pregunta. Pero la pregunta de "porque", a pesar del hecho de que lógicamente precede a la pregunta de "cómo" no ha recibido tanta atención. Tal vez la razón de que no ha recibido más énfasis es que la respuesta está considerada como obvia. ¿Por qué enseñar a pensar? Porque cada uno debería saber cómo pensar y la evidencia indica que mucha gente no lo hace, así que es responsabilidad del sistema educacional hacer algo sobre eso. ¿Hay algo más que eso? Claro que hay más que eso. La respuesta no es evidente en sí misma y la reflexión en la pregunta fuerza la atención en algunas suposiciones sacadas de definiciones y consecuencias filosóficas que merecen ser discutidas.
En nuestro hogar y en la escuela, los padres de familia y maestros siempre nos dicen lo que debemos pensar pero jamás en la vida nos enseñan COMO PENSAR.
Saber que pensar es relativamente muy fácil. Nuestros padres, maestros, tutores, autores de libros, etc. cada uno es un indicador a su modo, cada cual quiere que pensemos en sus dictados, exigencias, teorías, prejuicios, etc.
Todo mundo quiere esclavizar a todo mundo, todo el mundo quiere atropellar la libertad intelectual de los demás. Nadie quiere respetar la libertad del pensamiento ajeno. Cada cual se siente juicioso, sabio, maravilloso, y quiere como es natural que los demás sean como el, que lo conviertan en su modelo, que piensen como él.
¿Cómo pensar y enseñar a pensar a lo largo de la vida para el aprendizaje de la vida personal y escolar?
Pensar, sinónimo de creer, abarcando la imaginación, incluyendo un propósito fomentando en expresión de valores, actitudes, sentimientos, creencias y aspiraciones o realizar una formación acerca de una cuestión de hecho, de un principio, o de una ley; estos nos lleva a una reflexión que impulsa a pensar, lo cual se relaciona con ideas de poder, autoridad y conducta. “El diccionario Webster, segunda edición define de diferentes maneras la palabra pensar, el primer significado es: poner en juego las facultades intelectivas, emplear la mente para llegar a conclusiones, tomar decisiones, etc; ejecutar cualquier operación mental conforme a la razón.” (pag.17, Enseñar a pensar). Se espera que los niños adopten una actitud reflexiva ante las múltiples situaciones de carácter problemático que alguna vez tendrán que enfrentar, se considera que ellos necesitan oportunidades de discutir con el maestro para escuchar sus pensamientos y opiniones, en la cual el maestro crea ejercicios especiales para la formación directa del pensamiento. El docente no tiene que enseñar a pensar a los alumnos, si no, darle oportunidades buscando estrategias para incitarlos a la reflexión cuando el niño aun no lo ha logrado. Es considerable saber, que no se puede pensar en la educación, sin tener en cuenta, como se transmite una cultura en la adaptación del ser humano a su ambiente; existiendo la transmisión genética y la transmisión cultural, los niños absorben información de lo que perciben en sus familias, en la sociedad y en la escuela, ya que debido a la cultura que tenga el niño será su educación, costumbre, religión, etc. “El aprendizaje y el pensamiento tienen lugar en un contexto social, están influenciados por la cultura y el entorno histórico e institucional en el que se inscriben (Wertsch, 1985; Brown y otros, 1989)”. El proceso de transmisión de conocimientos, normas, valores, ritos, conductas, tradiciones, etc.; es entonces lo que se denomina educación, que constituye una parte importante de la actividad social. Como señalo el sociólogo francés Durkheim. La educación consiste en la socialización metódica de la generación joven (Durkheim, 1911. Pag.71). Es ahí donde se derivan los diferentes comportamientos ante la reflexión o pensamiento, teniendo una conducta rígida, inflexible, resistencia a pensar, dependencia excesiva del maestro, dificultades para captar el significado de las cosas, falta de confianza y seguridad en sus pensamientos, impulsividad, falta de confianza extrema en el propio pensamiento, incapacidad para concentrarse o una conducta autoritaria asertiva (aferrarse a un concepto estando correcto o incorrecto) esto se da cuando el alumno no sabe manejar la información que haya aprendido o bien no sabe de qué manera usarla, en este caso, el docente puede cambiar de habito de pensar al alumno teniendo como propósito que los alumnos mismos se den cuenta de lo que son capaz, si utilizan el poder de su pensamiento y debe utilizar múltiples estrategias de enseñanza que lleve al alumno a reflexionar y entonces es seguro que trabajaran con más entusiasmo y perseverancia, la idea es que crean en lo que dicen y creer en lo que dicen. En el panorama actual de reforma educativa y perfeccionamiento del profesorado y más concretamente en el marco de técnicas facilitadoras del proceso de aprendizaje llama la atención la cantidad de referencias que se hacen al tema “estrategias de enseñar a pensar”. Aunque el profesorado en general se ha preocupado de enseñar a pensar, el momento actual presenta algunas circunstancias nuevas que influyen en la necesidad de formar mejor e informarnos acera de este tema. Necesitamos una educación que desarrolle la capacidad de pensar y la capacidad de aprender, situando en primer plano la exigencia de un aprendizaje continuo, o el aprender a aprender, como se le denomina otras veces.
Se pueden considerar las siguientes estrategias:
El profesor debe imponer su definición de la situación hablando la mayor parte del tiempo.
El docente debe ser capaz de situarse en la posición del alumno, así como también comprender sus estados mentales, capacidades y dificultades que tenga con el alumno.
Debe tener el propósito de enseñar y tomas en cuenta que el alumno no sabe aquello sobre lo que se le quiere enseñar.
El docente debe evaluar en cada momento de la tarea educativa la eficacia de su intervención y modificarla en función del desempeño del alumno.
El maestro debe guiar a los alumnos en su aprendizaje cuando perciben de un modo muy natural.
El alumno debe descubrir lo que quiere el profesor y dárselo, asumiendo que pueden tener una recompensa, en términos de notas, trabajos eventuales o paz y tranquilidad.
La conducta del maestro tiene que estar cambiando continuamente en función del desempeño que hace el alumno.
Estrategia basada en la
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