Comportamientos Clásicos De Una Relación
Enviado por amairani02 • 20 de Enero de 2014 • 2.409 Palabras (10 Páginas) • 274 Visitas
Comportamientos clásicos de una relación destructiva.
Por lo regular, la víctima mantiene todo en secreto, no dice lo que está pasando a sus amigos o familiares por vergüenza o para evitar conflictos. El agresor, por supuesto, no ejerce la violencia todo el tiempo: tiene cambios bruscos y entonces se arrepiente, pide perdón y da un trato afectuoso. Generalmente “encantador” en esa etapa, hace pensar a la víctima que todo puede cambiar. Pero no es verdad: así se arrepienta y pida perdón, irremediablemente volverá a hacerlo. Se da así un círculo llamado fase de tensión – maltrato – reconciliación. La víctima llega a confundir las agresiones con el amor y cree realmente que su agresor es sincero cuando le dice que la quiere; sin embargo, el ciclo vuelve a comenzar. A continuación se enumeran los comportamientos clásicos de una relación destructiva:
1. El agresor se adjudica el derecho de controlar la vida y la conducta de su pareja.
2. Para hacerlo feliz, la víctima renuncia a personas y actividades que eran importantes en su vida.
3. El agresor desvaloriza las opiniones, sentimientos y logros de su pareja.
4. Cuando la víctima hace algo que le disgusta al agresor, éste vocifera, manotea, amenaza o castiga con un silencio colérico.
5. La víctima, a fin de no disgustarlo, se ve obligada a tentar el terreno y ensayarlo que le diga. Vive en un miedo constante.
6. La víctima se confunde ante los bruscos cambios de su pareja que, sin manera de preverlos, van del más dulce encanto a la cólera.
7. La víctima suele sentirse perpleja, desorientada o fuera de lugar frente al otro.
8. El agresor es sumamente celoso y posesivo.
9. El agresor culpa a su pareja de todo lo que funciona mal en la relación.
Si estos comportamientos te suenan conocidos, si te identificas con ellos, es aconsejable que termines la relación cuanto antes, no importa lo terrible que parezca esta decisión, y busques ayuda. Relaciones como éstas no mejoran nunca, ni siquiera logran mantenerse en una etapa de agresión verbal: la mayoría terminan en golpes.
La alternancia entre amabilidad y maltrato mantiene viva en la víctima la esperanza de que todo cambiará. Muchas se proponen hacer que el otro cambie; creen que pueden reeducarlo y piensan que es su responsabilidad lograr que permanezca sin alterarse.
La vida cotidiana de una relación destructiva se desarrolla como un juego macabro, un intercambio de dominio y dependencia que se incrementa con el tiempo.
Tomado del libro “El amor no tiene por que doler” (como reconocer una relación destructiva) del Dr. Ernesto Lammoglia. Editorial Grijalbo
TEST: ¿ESTOY EN UNA RELACIÓN DESTRUCTIVA?
La mayoría de las relaciones destructivas pueden empezar siendo muy seductoras. La pareja nos hace sentir seguras y protegidas, pero pasando un tiempo, empieza a tornarse posesiva, controladora, celosa.
Casi siempre pensamos que es porque nos quiere mucho y que nosotras provocamos el enojo. Empezamos a ceder ante los requerimientos de la pareja y cuando menos esperamos, estamos en medio de un verdadero conflicto.
Si en este momento no nos detenemos y pedimos ayuda o nos negamos a recibirla, pasamos a otra etapa donde se empieza a instalar la manipulación, la culpa, el miedo, entre otras emociones destructivas que van minando nuestra personalidad. La personalidad del agresor, que en apariencia se le puede llamar “el más fuerte”, en realidad es “el más débil”, ya que solo una persona cobarde (lleno de miedo) se atreve a destruir a otra.
Los estudios realizados sobre esto nos dicen que 1 de cada 3 mujeres sufre violencia por parte de su pareja y 1 de cada 4 es atacada físicamente. Hasta un 50% de las mujeres que ingresan a urgencias en los hospitales han sido atacados por su pareja.
Este estudio refleja el hecho que la mayoría de las mujeres víctimas de abusos, difícilmente reconocen que su relación es enfermiza y mucho menos aceptan recibir ayuda para salvarse de tales uniones.
Muchos psicoanalistas concuerdan en que las conductas agresivas de los hombres es “aprendida” a través de todas las etapas de la vida (principalmente desde pequeños), y fomentando una supremacía relacionada con la propiedad.
Esto desarrolla en el varón un sentimiento de pertenencia, llegando a pensar que sus hermanas, hijas y esposa les pertenecen.
Una de las características que tiene una relación destructiva es que los hombres tienden a minimizar la valía de la mujer. Se empieza por humillar e insultar a su pareja llamándola “tonta”, “inútil”, “ya no me sirves como mujer”, entre miles de frases despectivas que lo único que buscan es subordinarlas y controlarlas.
...Pero, ¿Cómo podemos saber si estamos dentro de una relación destructiva?.
Enseguida describo varias pistas. Invito a valorar cada una de ellas y así descubrir si en realidad estamos viviendo una relación sana, o estamos en camino de tener una relación destructiva.
1. ¿Cómo te hace sentir tu pareja?
2. ¿Sigues tus propios principios o complaces los de él?
3. ¿Él toma en cuenta tus sugerencias (te ignora o se burla de ellas)?
4. ¿Se enoja fácilmente por cualquier comentario?
5. ¿No haces nada sin antes comunicárselo a tu pareja?
6. ¿Tienes la suficiente confianza en tí misma como para tomar cualquier decisión?
7. ¿Le tienes la suficiente confianza a él o le tienes miedo?
8. ¿Deja que te desarrolles física e intelectualmente?
9. ¿Le tienes miedo a tu pareja?
10.¿Te amenaza constantemente?
11. ¿Se pone celoso por cualquier tontería?
12. ¿Tienes una buena comunicación con él?
13.¿Deja que se diviertas con tus amigos o te prohibe cualquier contacto con ellos (sutil o abiertamente)?
14. ¿Es distante cuando le pregunta si le pasa algo?
15.¿Evita las conversaciones sobre ustedes y sobre el futuro en común?
16. ¿Te dedica tiempo de calidad?
17.¿Te sientes una persona dependiente de él?
18. ¿Te grita constantemente?
19.¿Te sientes con la capacidad de dejarlo?
20. ¿Es realmente amor lo que sientes o solo es miedo, costumbre, necesidad económica o dependencia?
Si la mayoría de las respuestas son afirmativas, evalúa con toda sinceridad si vale la pena continuar con una relación tormentosa.
Otras preguntas que deberías evaluar, pero que van enfocadas a la violencia física son:
¿Te ha rebajado o menospreciado?
¿Te menosprecia o humilla frente a otras personas?
¿Te ha insultado?
¿Se ha puesto celoso o ha sospechado de tus amistades?
¿Te
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