Depresión
Enviado por Psicomgc • 13 de Agosto de 2012 • 30.364 Palabras (122 Páginas) • 277 Visitas
¿Qué es la depresión?
La depresión es la incapacidad de construir un futuro - Rollo May
Es el infierno sobre ruedas. Emocionalmente devastadora - Un paciente de depresión mayor
Algunas personas piensan que la depresión es un estado de tristeza que puede superarse a base de fuerza de voluntad o a través de involucrarnos en actividades placenteras. Sin embargo, los que han padecido de este mal o los que lo han estudiado a profundidad saben que nada más lejos de la realidad. La depresión es una enfermedad que roba a sus víctimas la alegría, la esperanza y el deseo de vivir. Puede causar daños a numerosos órganos de nuestro cuerpo y predisponernos a otras enfermedades.
Los estudios llevados a cabo utilizando nuevas técnicas que permiten observar ciertos aspectos del funcionamiento del cerebro, que anteriormente no era posible observar y los cada vez mayores conocimientos acerca de la química cerebral, nos proporcionan un entendimiento general aunque incompleto y en muchos aspectos aún no muy bien claro de los aspectos biológicos de la depresión.
Hoy sabemos que en el cerebro de las personas deprimidas se producen una serie de cambios químicos y estructurales. También entendemos que existen factores genéticos que influyen en la probabilidad de caer en una depresión mayor y que para manifestarse en forma de un estado depresivo estos factores necesitan de ciertos factores ambientales que les sirvan de disparador. Sabemos también que existe una relación estrecha entre el estrés, y particularmente entre la forma en que diversas personas lo manejan, y la depresión. Todo esto nos indica que en el desarrollo de la depresión pueden influir uno o varios factores.
Las diversas formas de la depresión
A finales del 2007 la escritora estadounidense Daphne Merkin comenzó su más reciente batalla con la depresión. Ésta era una guerra que había comenzado a una edad muy temprana. Ya a los diez años fue hospitalizada por primera vez porque lloraba continuamente. Ahora, pasados muchos años, se encontraba en una actividad social de despedida de año cuando una serie de horribles e incontrolables pensamientos comenzaron a apoderarse de su mente: "Eres un fracaso", "una carga," "no sirves", "no vales nada". Durante varios meses trató infructuosamente de elevar su estado anímico a través de la lectura, el trabajo, un viaje de placer y su acostumbrada dosis de medicamentos. A pesar de esto su estado anímico lejos de mejorar, empeoraba cada día. Llegó a una etapa en la que meramente enfrentarse a un nuevo día le era insoportable de modo que abandonó casi todas sus actividades. Comenzó a levantarse cada vez más tarde y dejó de contestar el teléfono. Se sentía continuamente cansada y ya no podía leer porque su mente era incapaz de concentrarse siquiera en un titular del periódico, perdió el deseo de comer por lo que rebajó unas treinta libras de peso. Sus movimientos se hicieron más lentos y su voz adquirió un tono distinto más grave y monótono. Así llegó el momento en el que el suicidio parecía ser la única salida. Unos días después, incapaz de luchar contra una condición que parecía tener vida propia y que no estaba sujeta a su voluntad, ingresó a una clínica psiquiátrica.
Unos años atrás el periodista canadiense Joey Slinger tuvo uno de sus encuentros con la depresión. El primero de éstos había tenido lugar muchos años atrás, mientras cursaba estudios universitarios. Varios días antes de sus exámenes finales se encerró en su dormitorio y durante dos semanas se negó a salir de allí. Siete años después, mientras trabajaba en un periódico de la ciudad de Vancouver, sufrió otro ataque de depresión. Desconectó el timbre de los teléfonos, tanto el de su casa como el de la oficina ya que no quería escuchar cuando alguien intentaba llamarlo. Pasó muchas horas deambulando por los alrededores de un puente cercano pensando en suicidarse. Ahora, en su más reciente ataque de depresión, Slinger decidió súbitamente renunciar a su empleo como columnista humorístico en el Toronto Star, el periódico de mayor circulación de Canadá y consiguió un puesto de oficinista en una librería local. Este era un trabajo rutinario en el que ganaba mucho menos dinero que en su empleo anterior. Su nuevo trabajo era uno que requería mucho menos esfuerzo intelectual y en el cual la presión de producir con determinado límite de tiempo no existía.
Aunque estos casos son típicos, no representan la única manera en que la depresión se manifiesta. Algunas personas deprimidas se encierran, dejan de comer, rechazan ver a sus amistades, e incluso rehúsan bañarse o cambiarse de ropa. Para muchos, la vida deja de tener sentido. Las cosas que les producían placer ya no les interesan y todo adquiere una tonalidad gris, no meramente figurativa, sino incluso literal. Existen estudios que señalan que en algunas personas deprimidas ocurre una especie de embotamiento de los sentidos: los colores se perciben menos brillantes, el sabor de la comidas casi se pierde y los sonidos de la música pierden su esplendor.
La depresión ayer y hoy
La depresión desde Hipócrates hasta Freud Aunque puede parecer que la depresión es un mal de nuestros días, lo cierto es que se conoce, aunque con otros nombres, desde tiempos inmemoriales. Así, por ejemplo, los antiguos egipcios reconocían la depresión y la trataban por medio de lo que hoy podríamos llamar un tipo de psicoterapia fundamentada en el poder de la sugestión. Hace 25 siglos, el gran médico griego Hipócrates propuso una teoría según la cual el cuerpo humano está compuesto de cuatro “humores” o fluidos, a saber: bilis amarilla, bilis negra, flema y sangre. Hipócrates pensaba que lo que hoy llamamos depresión era causado por un exceso de bilis negra por lo que la llamó “melancolía” palabra, que se deriva precisamente de los vocablos griegos melan “negro” y chole “bilis”. En el siglo XIX se popularizaron teorías según las cuales la depresión es causada por una debilidad de carácter de origen hereditario. En los primeros años del siglo XX Sigmud Freud afirmó que la causa principal de la depresión se encontraba en experiencias durante la infancia, que en algunos casos eran de falta de amor y en otros de exceso de amor.
Teorías cognitivas
Algunas de las teorías sobre las causas de la depresión que se popularizaron en años recientes son aquellas basadas en lo que se conoce como teorías cognitivas. Para los que proponen estas teorías la depresión es resultado de un entendimiento irracional o defectuoso que se manifiesta en forma de pensamientos y juicios distorsionados. Estos entendimientos defectuosos pueden originarse en las personas que han carecido de experiencias que les faciliten el desarrollo de destrezas
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