Desarrollo De La Persona Correcta
Enviado por GersonJ • 27 de Octubre de 2013 • 1.254 Palabras (6 Páginas) • 353 Visitas
Cuando tenemos una empresa surge una sensación casi paternal. Nuestra organización es como un hijo que vimos desde su gestación, nacimiento y desarrollo.
El camino que ésta recorre también refleja en parte el de nosotros como emprendedores; los éxitos y logros marcan un antes y un después. Queremos que la empresa crezca fuerte y se expanda; queremos que tenga hijos o, en otras palabras: filiales.
Así, a medida que la organización va creciendo, el emprendedor también va adaptando su forma de conducir y planificar. La transformación emprendedor - empresario es inminente; no obstante, compleja. Con los cambios de la organización, se debe evolucionar en la forma de liderazgo y en la cultura de la empresa; se asumen desafíos más grandes, por ende, los problemas también son mayores.
¿Cuándo se logra esa transformación? Cuando realmente el emprendedor es capaz de generar nuevos hábitos de trabajo y una nueva manera de mirar la empresa.
La manera de lograr una buena transformación es tan simple y compleja como: ejerciendo.
La definición de emprendedor y empresario, diferencias y características las estaremos presentando a lo largo de este trabajo, con el objetivo de distinguir el trabajo de ambos y tomar la decisión en quien nos vamos a convertir.
EMPRENDEDOR
Un emprendedor es una persona que enfrenta, con resolución, acciones difíciles. Específicamente en el campo de la economía, negocios o finanzas, es aquel individuo que está dispuesto a asumir un riesgo económico o de otra índole. Desde este punto de vista, el término se refiere a quien identifica una oportunidad de negocio y organiza los recursos necesarios para ponerla en marcha.
Es habitual emplear este término para designar a una «persona que crea una empresa» o a alguien quien empieza un proyecto por su propia iniciativa. Se ha sugerido que el “ser emprendedor” es una de las cualidades esenciales de un empresario, junto con la innovación y la capacidad de organización y gestión.
Para ser emprendedor una persona debe saber cuáles son sus habilidades y dones innatos, tanto en el área física, como también en el área mental, emocional y espiritual. Así podrá emplear sus fortalezas provechosamente y buscar maneras de compensar sus debilidades. Las personas que se conocen bien saben tomar decisiones sabias, porque tienen claro que algunas situaciones les "calzan" mejor que otras. De ésta forma logran entregar su máximo potencial.
“LAS IDEAS NO SON DE GRAN VALOR A MENOS QUE LAS PONGAMOS EN PRACTICA”
¿QUE ES EL ESPIRITU EMPRENDEDOR?
El Espíritu Emprendedor es sinónimo de creatividad, innovación, cambio, fundación de una organización empresarial, o toma de riesgos, es un conjunto de cualidades y habilidades que pueden promoverse desde la educación de los alumnos más jóvenes hasta los niveles superiores.
Desde la óptica de cualidades personales, el Espíritu Emprendedor supone desarrollar la iniciativa personal, la confianza en uno mismo, la creatividad, el dinamismo, el sentido crítico, la asunción de riesgos, y otros muchos valores que hacen a las personas activas ante las circunstancias que los rodean.
En el área de las habilidades sociales, el Espíritu Emprendedor conlleva el desarrollo de actitudes de cooperación y de trabajo en equipo, así como el hábito de asumir nuevos roles en una sociedad en continuo cambio. También significa capacidad de relación con el entorno y sensibilidad ante las necesidades de los otros.
Emprender supone desarrollar capacidades para llevar a cabo cambios, experimentar con ideas propias y ajenas y reaccionar con intuición, apertura y flexibilidad.
NUEVE VALORES INDISPENSABLES DEL ESPIRITU EMPRENDEDOR
Personales
• Creatividad.- Imaginar ideas y proyectos nuevos con facilidad, proponer soluciones originales, saber analizar e investigar.
• Autonomía.- Funcionar sin necesidad de una supervisión inmediata, elegir, tomar iniciativas y decisiones.
• Confianza en uno mismo.- Percibirse de forma positiva, apostar por las propias aptitudes y capacidades, confiar en los propios recursos y posibilidades.
• Tenacidad.- Dar prueba de constancia y tesón en aquello que se emprende, en otras palabras perseverancia.
• Sentido de la Responsabilidad. Cumplir a tiempo las propuestas propias y las del grupo.
• Capacidad para asumir riesgo.- Predisposición a actuar con decisión ante situaciones que requieren cierto arrojo por la dificultad que entrañan.
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