Desarrollo Infancia Feldman

El siglo XXI ha traído grandes posibilidades de estudio sobre el desarrollo humano; las concepciones artificiales han permitido tener una visión del desarrollo que puede ser comparada con lo que ya se conocía y se aceptaba. Dentro de las distintas disciplinas que mantienen interés sobre la materia, existen estudios sobre la conducta y su relación con la biología y los legados genéticos, otros sobre cómo se modifica la comprensión del mundo de un individuo concebido artificialmente y otros sobre las relaciones sociales de este.  Todos estos tienen la finalidad de comprender el desarrollo a lo largo de la vida.

Feldman (2007), en su libro Desarrollo psicológico a través de la vida, explica mucho sobre este tema. Él define el estudio del desarrollo a lo largo del ciclo vital como “la materia que estudia el crecimiento, el cambio y la estabilidad en la conducta que ocurren durante el transcurso de la vida” (p. 5). Este estudio mantiene un modelo científico, de esta manera se desarrollan teorías y diseñan técnicas para validar los resultados obtenidos, a su vez es principalmente dirigido al estudio del desarrollo humano durante cada una de sus etapas, desde la concepción hasta la muerte.

De acuerdo a Feldman (2007), esta definición cubre muchas áreas de estudio, permitiendo que cada estudio pueda ser dirigido a un tema y una etapa particular. Uno de los temas puede ser el desarrollo físico que se caracteriza por la estructura corporal y su relación con la conducta. Este especialista podría estudiar temas de alimentación, ejercicio y maduración física. Otro tema de estudio sería el desarrollo cognoscitivo, examinando las funciones mentales superiores y el como evolucionan con el transcurso de la vida. También podría observar el desarrollo de estas funciones en otras culturas. Las últimas áreas de estudio son el desarrollo de la personalidad y el desarrollo social. Estos estudios determinarían cuestiones de racismo, desigualdad y relaciones afectivas. Todas estas áreas temáticas a su vez se diferencian entre ellas determinando un rango de edad para el estudio. Entre estos se encuentran: el periodo prenatal (concepción hasta nacimiento), la infancia temprana (desde el periodo prenatal hasta los tres años), la etapa preescolar (de la infancia temprana a los seis años), la niñez (de los seis a los 12 años), la adolescencia (de los 12 a los 20 años), la juventud (de los 20 a los 40 años), la madurez (de los 40 a los 60) y finalmente la vejez (a partir de los 60 años); estas etapas son únicamente construcciones sociales.

Aunque estas divisiones permiten presentar el desarrollo de una manera muy ordenada, no es algo real que son independientes las unas de las otras. Es por ello que Urie Bronfenbrenner (1989, 2000, 2002) planteó un modelo bioecológico que incluye cuatro niveles que afectan a los individuos. El primer nivel es el microsistema, que es el ambiente cotidiano e inmediato en donde se conduce la vida diaria de los niños. Este a sido el nivel más estudiado en el desarrollo infantil. El segundo nivel es el mesosistema, que es representado por los vínculos entre los elementos del microsistema de tal forma que estos se modifiquen. El siguiente nivel es el exosistema, que son las instituciones sociales que podrían tener una influencia inmediata tanto en el microsistema como en el mesosistema. El cuarto nivel es el macrosistema, que son las influencias culturales que se presentan a un individuo. Finalmente, el cronosistema influye en todos los anteriores y son los procesos históricos que han sucedido para formar la realidad del individuo. Todos estos niveles están interconectados y se influyen entre ellos de manera directa o indirecta. Incluso el nivel más alejado, el cultural, influye en el comportamiento del individuo; de acuerdo al tipo de cultura, puede existir un comportamiento y desarrollo diferente.

Dicho esto, es importante resaltar la importancia del efecto cultural en el desarrollo de los niños. Las diferentes culturas y subculturas, además de puntos de vista diferentes, también tienen objetivos diferentes al momento de que los niños se desarrollen (Greenfield, 1995, 1997; Haight, 2002; Tolchinsky, 2003). Desafortunadamente, aunque existe mayor interés en la diversidad humana, esta área no ha presentado muchos progresos. Actualmente existen aún confusiones entre terminologías y delimitaciones de ciertos grupos sociales, enfocando así la mayor cantidad de estudios de desarrollo social a estadounidenses y europeos (Fowers y Richardson, 1996; Olson, 2003; Bamshad, 2003).

Dentro de las cuestiones que afectan a los grupos sociales, existen las cohortes particulares. Una cohorte es el conjunto de cosas o sucesos que acompañan a una persona. Durante varios momentos históricos, distintos eventos han afectado a distintas personas, sean descubrimientos tecnológicos o epidemias. Estos efectos de cohorte son influencias biológicas, ambientales e históricas según la geografía y biológicas y ambientales según la edad. Algunos sucesos afectan a todas las personas de cierto grado generacional indiferentemente de donde vivieron y otros solo afectan a personas que han vivido en algún lugar específico. Igualmente existen influencias coherentes incluidas en factores sociales y en eventos no normativos de la vida, siendo eventos específicos que no dependen de geografía o edad (fallecimiento de familiares, viajes, experiencias que no dependan de nada).

El desarrollo puede ser visto de distintas formas, una de estas es que es un cambio continuo. Esto se refiere a que es gradual y se construye sobre niveles previos. También puede ser visto desde un punto de vista discontinuo, esto hace referencia a que el desarrollo también es cualitativo sin necesariamente construir sobre niveles previos. Ambas posturas son correctas, aunque existen cambios que forzosamente son continuos y otros que son discontinuos (Flavell, 1994; Heimann, 2003).

Durante el desarrollo existen también los llamados periodos críticos. Estos periodos, son momentos específicos que se dan durante el desarrollo en los cuales un evento particular puede tener mayores consecuencias. En un principio se creía que estos momentos eran cruciales para el desarrollo, sin embargo se ha demostrado recientemente que los individuos pueden ser más maleables. En consecuencia, actualmente se habla más de periodos sensibles que de periodos críticos. En estos periodos sensibles, los individuos son mas susceptibles a estímulos del entorno, pero su ausencia no siempre tiene consecuencias de gran magnitud (Barinaga, 2000; Thompson y Nelson, 2001; Beauchaine, 2003).

La infancia solía ser la etapa que más se estudiaba, pero conforme se ha estudiado más y más se le ha prestado atención a otras etapas que influyen en esta. La infancia también está moldeada por el desarrollo de los padres del niño. De esta manera todas las etapas a lo largo de la vida se relacionan entre ellas.

La conducta en las distintas etapas ha tenido distintas explicaciones, tanto genéticas, de crianza y de ambiente físico y social. Dentro de ese contexto, la parte referente a la naturaleza, son los rasgos, habilidades y capacidades que se heredan. Estas maduran conforme al organismo e influye en el color de los ojos, la altura, el color de piel, y demás rasgos. La parte de la crianza son las partes ambientales que moldean la conducta, unas pueden ser biológicas, como las drogas o la comida y otras mas sociales, como la disciplina y el estrés.

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