Desarrollo cognitivo del ser humano (Piaget)

Trabajo Práctico N°1

"Psicología génetica" Jean Piaget

Alumna: Moreno Gómez, Sofía

Instituto: ISFD 30 "Leonardo Da Vinci"

Asignatura: Psicología y Cultura en la Educación (1° año de Prof. de Inglés)

Profesora: Natalia Beitone

1. Relación entre funciones psíquicas y equilibrio
2. ¿Cuáles son los períodos del desarrollo que propone Piaget?
3. Relación entre equilibrio y estadios
4. Asimilación y acomodación

1. Piaget propone que las funciones psíquicas se desarrollan al igual que el crecimiento orgánico, en busca o hacia el equilibrio. Cuya meta, evolución, o fin de este desarrollo psiquíco se manifiesta en el espíritu adulto, en una estabilidad psíquica de éste que se manifiesta a través de su comportamiento con el entorno social, en su sensatez y sus propias medidas de actos y juicios. Dicho en otras palabras, el desarrollo es una progresiva equilibración, un contínuo pasar de un estado de menor a mayor equilibrio.

A diferencia del fin del crecimiento físico y orgánico de una persona, el cual finaliza con una evolución ascendente, emergiendo automáticamente en una evolución regresiva como la vejez, el final  del crecimiento psíquico no marca el comienzo de ningún tipo de decadencia, sino que autoriza un progreso espiritual.

2. Los períodos del desarrollo que propone Piaget son los siguientes 6: divididos en 4 estadíos y 2 subestadíos.

• Estadío sensorio-motriz (0-2 años): 

Características generales: Coordinación de movimientos físicos, prerrepresentacional y preverbal.

Aparece aquí, mucho antes del lenguaje verbal, la llamada inteligencia práctica, es decir, aquella que se aplica a la manipulación de objetos mediante percepciones y coordinación de movimientos físicos, no mediante palabras o conceptos. Esta etapa se da entre el nacimiento y los dos años de edad, en donde los niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de éstos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto desaparece de la vista del niño/a, éste no puede entender que todavía existe ese objeto (o persona). Al terminar el primer año cambia su concepción del mundo y reconoce la permanencia de los objetos. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Otros signos de inteligencia incluyen la iniciación de la conducta dirigida a un objeto y la intervención de nuevas soluciones a pesar de que el niño aún no es capaz de adquirir pensamientos. A este período además se lo puede clasificar en dos subestadíos:

1. Primeros reflejos (0-1 mes): El bebé nace con reflejos, o coordinaciones senso-motrices hereditarias que corresponden a tendencias instintivas,como por ejemplo alimentarse (reflejo de succión). Tales reflejos no son pasivos: el bebé los va perfeccionando activamente (por ejemplo, al cabo de un tiempo succiona mejor).
2. Primeros hábitos motores (1-8 meses): Poco a poco los reflejos van transformándose en hábitos: dejan de ser automáticos y se tornan flexibles. Así, un niño puede chupar objetos diversos, y no sólo el pecho materno. Esto lo logra por ejercitación y por asimilación. El niño empieza también a poder reproducir una conducta que realizó fortuitamente, una y otra vez (reacciones circulares).

• Estadío o período representativo/ pre-operatorio (2-7 años): 

Características generales: Habilidad para representarse la acción mediante el pensamiento y el lenguaje prelógico.

Comienza cuando se ha comprendido la permanencia de objeto, y se extiende desde los dos hasta los siete años. Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja mediante el uso de palabras y de imágenes mentales. Las formas de representación internas que emergen simultáneamente al principio de este período son: la imitación, el juego simbólico, la imagen mental y un rápido desarrollo del lenguaje hablado. Entre las limitaciones propias de este período se encuentran:

1. Principio de Conservación del objeto, que es la capacidad para entender que la cantidad no cambia cuando la forma cambia. Es decir, si el agua contenida en un vaso corto y ancho se vierte en un vaso alto y fino, los niños en esta etapa creerán que el vaso más alto contiene más agua debido solamente a su altura.
2. Incapacidad de intervenir mentalmente una acción física para regresar un objeto a su estado original (reversibilidad)
3. Incapacidad de retener mentalmente cambios en dos dimensiones al mismo tiempo (centración), ya que se centran en un sólo aspecto de un estímulo.
4. Incapacidad para tomar en cuenta otros puntos de vista (egocentrismo), o la creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella. También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones sensoriales que ellos, y pueden ver, sentir, escuchar, etc.

• Estadío operatorio concreto (7-12 años): 

Características generales: Pensamiento lógico, pero limitado a la realidad física.

Esta etapa tiene lugar entre los siete y doce años aproximadamente y está marcada por una disminución gradual del pensamiento egocéntrico y por la capacidad creciente de centrarse en más de un aspecto de un estímulo. El niño se hace más capaz de mostrar el pensamiento lógico ante los objetos físicos. Pueden entender el concepto de agrupar, sabiendo que un perro pequeño y un perro grande siguen siendo ambos perros, o que los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio de dinero. Una facultad recién adquirida de reversibilidad le permite intervenir mentalmente una acción que antes sólo había llevado a cabo físicamente. El niño también es capaz de retener mentalmente dos o más variables cuando estudia los objetos y reconcilia datos aparentemente contradictorios. Se vuelve más sociocéntrico; cada vez más conciente de la opinión de otros. Estas nuevas capacidades mentales se demuestran por un rápido incremento en su habilidad para conservar ciertas propiedades de los objetos (número, cantidad) a través de los cambios de otras propiedades y para realizar una clasificación y ordenamiento de los objetos. Las operaciones matemáticas también surgen en este período. El niño se convierte en un ser cada vez más capaz de pensar en objetos físicamente ausentes que se apoyan en imágenes vivas de experiencias pasadas. Sin embargo, el pensamiento infantil está limitado a cosas concretas en lugar de ideas, es decir, sólo pueden aplicar estas nuevas comprensiones a los objetos concretos (aquellos que han experimentado con sus sentidos). Los objetos imaginados o los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo místicos para estos niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.

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